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“Historia, Cena, Sociedad PENINSULA Peter Burger a[=ley ate) de la vanguardia 2 a a s 5 2 PETER BURGER TEORIA DE LA VANGUARDIA Ltn in hf ae Sa Ves eter Bigs, 174 guchng ore Stitt seve compen pr 1 ras tenes pce a oe sib c seen or el iba dee Un in dela cair: Rondon enc ‘tq es goenie de Paces” efor a Prblogo: Perfiles. encontrados Al construir una teoria de la vanguardia parece acon: selable, como en pocos casos, acentuar el sentido de ob- servacion al que remite la-nocién misma de theoress, Ello no supone renunciar a cuanto de construccién com ‘ceptual sistematica supone la teoria, aunque, bien mira- do, por las especiales caracteristicas del fenémeno, un ‘propésito desmedido de forzar la légica de la descripeién Podria dar al traste con los rasgos mis genuinos de lo Observado, ‘Las teorias del arte parten de supuestos y coneluyen fen doctrinas que no siempre reservan a la vanguardia un ugar que haga honor a la decisiva influencia que todos le reconocen en el desarrollo del arte moderno. No se de- berfa concluir de lo anterior que una fenomenologia sin mirada, apoyada en la vision indiscriminada del ingenuo, ‘caso fuere el mejor modo de dar cuenta de ella: tan sélo trato de prevenir al lector de que grande ha de ser su sorpresa cuando compricbe que a un mismo concep. to se atribuyen virtudes tan dispares; que algunos han de ver en ello el germen del arte moderne, mientras otros lo celebran como condicién de su imposibilidad Decia que, por su excepcionalidad, era dificil articular Ja vanguardia con un proceso del devenir previsto desde ‘cualquier historicismo. De modo que su condicidn de fe rnémeno atipico da escaso pabulo a explicaciones teleol’- sicas: nada ajeno a ella puede explicar el porque, el cus do, ni el emo de la vanguardia, a diferencia de cuanto ‘acontece con los eclipses solares o las mareas. De ahi que ‘a menudo se pretenda hacerle jugar el papel de episodio resolutivo de una u otra teoria del arte, empefiada en la desripelon de un subsisema de los que configuran la interaccién social ‘Abt se plantea una cuestion esencial: la tendencia a incluisla como manifestacion complementaria de pro ‘yeetos historicos de mds alto rango, invita a obviar, por To comin, su propia identidad, la naturaleza de sus ins- teumentoe y dbjetves As, no aoostumbra» dlscuting Sila vanguardia es un hecho endogeno en el proceso del rte, que comenta la realidad a través de esa mirada obli Gua con que sus obras registran los aspectos menos ev denies de la historia 0, por el contravio, se trata de un Sentimiento generalizado que se manifiesta en el dmbito frtistico por la especial capacidad que al arte se atribuye para traducir en metaforas las vicisitudes civilizatorias. Pocas veces se interroga si la vanguardia puede identifi ‘Cerse con una actitud critica ante la convencign o se trata de una manifestacion concreta, con un sentido historico J estético preciso, irreductible al talante inconformista Zon que se caracteriza, a menudo, l artista moderno. En el espacio que delimitan estas dos oposiciones coneeptue fes, puede incluirse la rosa de los sentidos que subyace en Jos textos que plosan, desde regiones distantes, los porme- nores de la vanguardia, De todas modes, quienes Ia entin- den como un fenameno interior al proceso del arte, acos ttumbran a identifcarla con un episodio concreto y loca lizable en el tiempo, y los que la describen como el reflejo ten la prictica artistica de la coneiencia critica ante una fuacton limite, tienden a identificarla con una actitud ‘de gencrar distintos episodios con desigual virulen- ia, Los otros dos cuadrantes son transitados por inter- Dretaciones que no por mis dicutibles gozan de menor arroquia: Ia idea de vanguardia perpetua, como mi haturel de desarrollo del arte moderna, abunda en perio- ‘icon y en conciencias de ensavistas de postin; tampoco tx raro dar con esa suerte de jelgorios misticos en Jos que fe celebra el golpe definitive al arte, o a lo que sea Segin las versiones més inclusivas, la setitud rt tice del arte se dirige a la sociedad y al lenguaje con 6 gos imasesta"Tal pit cacscld, qu A primera sta Pare redonder a descrip, ‘que ninguna de sus Tanifestaciones "ae fuera de su aleance, se eonvierie en agente perturbedor que cuestiona la idea unitaria de la ‘anguardio, por cuanto desvela la heterogeneidad de pre Rupuestos y objetivor de los distintos movimlentor, Por (que cxa divergencia de propéaitor —inidir en la soci. dha © fcr nb late moc cl rena de as para ser mis claro: supone esunciones.episemo- logicat e ideoligicas distinta, dflcles de Inclutr como tmanifestaclonee accidentals de un fendneno comdn, Al Feeorocer la bifurcacion de propéstos se esté obviando, © cuanto menos Felativizando, la eapacidad cridea del frte como prictica que se apoya en una axilogia dis: tinta, pero no ajena a Ia que controla la convivenca, En el primer cato, Ia ipologia del juclo critico quedaria congas covio sew: tat de uns mirada joa 8 artstico quc oe artualisa a través suyo, por su eopecal predsposicién para subrayar cl comentario; o bien se Wat del pm de vita cet del arte que me i competencia en la denuncia de patolgias socials, ‘torgindose una prerrogativa que no avala nla historia ni tl semido conde El saga ‘caso oe Hausarta 0 la obe- {inacion sutonomista,encarada en un reverbero péstumo de Part pour Pert, que agotaria gos recursos en un esfuer: gon por renovare dade dente pars omtnsar eo fw margenes Tia Gualldad de criicas que oe aribuye a] arte moder: no refleja —y a la ver contibuye a consolidar— una con- epeion del artista que Menta su conducta con Ia de tin reformador, en unos casos, Ia de un caprichoso, en otros. En ambos, la dimension artistics de su cometido fe reduce a meri pecullaridad sin sentido: en el primer Caso, se le encomienda peraltar la eicacia dela condena utilzando con ingenlo los principios de la estéica; en cl segundo, lo artstco delimita el mbito en que un subje tiviamo impersonal, caracterizado por la Indiferencis de tus sceiones, evolucona sin otra condicion que un final: too arblirait aseaido tomo eoofisn espwreasa, La seu G eceseunmasmengeee tie see soenainge rent me Seer Sicha oanacrom Loccenmnemenrmnn ie ater ficou ee oe SS ame Foesvae ect eens aa an cn seme atte Fetconcienla historia, o mejor si se aribaye al arte una Eos cee ea arabe oe ‘un juicio sobre las condiciones historicas en que emer amen aee eae Si poreeee eee Ste neeee Sees eter ets Soecee rand ane eee eee icone rae Sener Siech sarcasm eee eee oteaeatenaas Sea eae soe Sane Tac ueeien ct oe Pero. si se entiende que In autenticidad de la obra, criterlo determinante de su calidad, es esencialmente his- frica en cuanto supone una relaciGn critica entre su ma- terialidad y la realidad social en que se da, cualquier jul ‘Go expliciio en torno a su exterior es supertiuo y falsamen- fe ariiatico: implica a su contenido argumental y no a su verdad como obra de arte, Lo social y politico, lo his Xérico en definitva, son parte constitutiva de Ia obra © inciden en su historicidad en la medida en que se incorpo ran como conciencia eritica en el acto de su produccién. 'El arte, de ese modo, siendo consiructivo en lo estéti- co, es critico en lo social. Se evapora la divergencia de Ssentidos en Ia actividad critica de Ia vanguardia: accién centrifuga que lejos de negar la reflexién disciplinar, slo puede entenderse como su consecuencia logica. As{ pucs, Se perfila una idea de vanguardia cuya consistencia te6- rica no necesita desmentig constantemente Ja evidencia de los hechos; en la que los aspectos eriticos y construc: tivos no son opciones alternativas que se asumen desde ‘compromisos Kdeologicas diversos, sino facetas de un mis ‘mo fenémeno de naturaleza inequivocamente artstica, cu yor resultados afectan decisivamente al dominio de los Valores esteticos La vanguardia subraya la mediacién del sistema artis. tico en el conocimiento de Ia realidad. Con ello critica el principio roméntico de la inmediatez, la transparencia al senfimiento que caracterva a ls exresonsmos. El ate ¢s intransitive, no es un medio para difundir o expresar femociones @ juicios ajenos al proceso de su realizacion: se trata de-uina lente activa que deforma la vision de las cosas de acuerdo con las peciliaridades de su propia con- sistencia. En el limite, el arte no seria un instrumento con el que descubrir factores ocultos de Ia realidad: ¢l mismo seria pparte de Ia realidad caracterizada por su inexistencia, 0 mejor, por una existencia siempre virtual. La idea de sistem, esncial en el ate clsico, se invert en Ia van fzuardia en la medida que no se trata de organizar canéal camente realidades existentes, sino de provocar la emer teencia de realidades implicitas. "El momento pleno de la vanguardia seria el constructi- vo, no el eritico, al que a menudo se reduce. La propucsta estructurada de un sistema estético, y no la meta critica ° moral a la convencién, seria la via por Ia que la vanguar- dia cuestiona los valores de la tradicion artistiea y los del marco social que testfica. Sélo en la propuesta de forma ‘Como construccion sistematica, Ia vanguardia convierte la tmediacion artistica en agente critico de la realidad: no discutiendo sus fundamentos con argumentos que el arte se limita a expresar 0 a transmitir, sino construyendo otra realidad, irreductible a la existencia y, a la vez, im- pensable al margen de ella. 'En el extremo opuesto de las anteriores consideracio- nes se sitia el Surrealismo, considerado, con Dada, la van. ‘guardia fuerte que hereda y lleva al limite la ertica social ‘Que el Expresionismo ejercié sélo moderadamente. En Glecto, si desde el Surrealismo se afirma que el arte es expresién directa, inmediata, de la vida, y la vida est controlada por la Iégica de una razin represiva, bastard Iiberarla de tal logica —ampliando la experiencia a los hhechos del subconsciente— para obtener un arte necesa- rlamente distinto, expresida de vivencias incontaminadas En todo el razonamiento no hay ninguna consideracion @ lo artistico que no sea para reducirlo a mero reflejo de ex- petiencias que lo trascienden. ‘La vanguardia acta desde la conciencia historica de su influjo en el desarrollo del arte. Conciencia que al ‘canza tanto a la magnitud del cambio como a su sem tido especifico. La busqueda de Jo esencial lleva apare- jada la critica a las convenciones, tanto de la naturaleza ‘como del uso del material artistico: el arte figurativo, fen pintura, o tonal, en miisica, ha producido la atrofia ide Eiertos aspectos’esenciales del arte que Ia vanguar- ia trata de tecalcar. Pero tal reivindicacién no se leva ‘a cabo neutralizando la historia —con la identificacién en- tre lo ensencial y lo primitivo, como ocurre en Strawins: ky— sino que la asuncién del’ material como esencia del arte constituye en s{ mismo un hecho histérico. Cuando Schoenberg asume Ia atonalidad, est convirtiendo en ma- terial Ia disonancia, que en la'miisica posromantica se consideraba como mera infraccién expresiva. De todos modos, la extensién de la disonancia 0 la posterior pro- 0 puesta de la serie dodecafénica, irreductibles a una mera {ctualizacion de costumbres, no se plantean “como pro- puestas ontologicas, ajenas a los valores de la historia: fen Ia eleccion de un modo de proceder se sitda la asuncién ideoldgiea de la practica del arte; su sentido tiene que ver con el uso de tales condiciones. Al cambiar el material de Ta musica y adoptar un modo de proceder distinto, Schoen. berg est modificando su uso social: rechaza su cometido ‘ornamental para proponerla como forma de conocimien to. Este cambio contiene implicita una critica a las con venciones sociales que reducen el cometido de Ia misica ‘ conelliar arte y vida, desnaturalizando el primero al con vertirlo en marco decorative de la existencia La vanguardia artistica es internacional, el sentido de ss reflexion excede las atenciones peculiares. La gran cit {dad proporciona el ambito idéneo para la prictica van ‘uardista por cuanto acentia Ia condicién de extrafa- ‘miento, tanto del artista como de su prictica, respecto a Tos valores que controlan Ia convivencia. Al actuar con ‘un marco de referencia tal que la conciencia de lo histo fico hace abstraccién de las vieisitudes de lo cotidiano, la vanguardia desatiende circunstancias coyunturales que, ‘en cambio, se aducen a menudo como motivo de protest por parte de movimientos radicales. El hecho de que Joy: fe no se enterase de la fundacidn del Cabaret Voltaire, viviendo en Zurich en 1916, y sélo tuviera una vaga impre- jon del comienzo de la guerra, revela hasta qué punto su modo de atender la historia difere del de Tristan Tzara El sentido estético —comsin a manifestaciones van- uardistas ocurridas en Ambitos geograficos distintos— ‘& compartido tambien por movimientos contemporsneos ue afectan a disciplinas diversas: no s6lo el modo de Sponerse a las convenciones, sino Ia naturaleza del pro- yeeto artistico vincula a Schoenberg y Ozenfant, a Male- ich y Joyce. Las coincidencias temporales de aconteci- ‘mienios andlogos en précticas artisticas claramente dife- tenciadas constituyen solo un dato espectacular del esp itu que comparten. Acotar la subjetividad, estableciendo tuna pauta sobre Ia que la libre eleccin adquiere un sen- ido concreto, podria considerarse el objetivo comin a todas las facetas de la vanguardia: establecer las cond ‘ones para que lo libre no se confunda con indiferente y Jo indeterminado no se identifique con lo indistinto, seria 1 fundamento estético comin a todas ellas; entender el objeto como marco de su propia interpretacién podria ‘onsiderarse su principal contribucién en el campo del ‘conocimiento. ‘La naturaleza artistica y,a la vez, estética del proyec- to, l rechazo de la figuratividad y in representacién, el fuindamento constructivo de la nueva forma, su condicion abstracta y la relevancia espacial de su concepciGn y per- Cepcidn, son aspectos concretos de una propuesta que iba a modificar definitivamente la evolucion del arte, por la magnitud del cambio y por el modo atipico de Hlevarlo ‘8 cabo, El sentido de la prictica del arte coinc: le Ta reflexion en torno a él; pero no mediante la jerar- ‘quia con que en el Clasicismo el canon determinaba la ‘obra, sino en un proceso de mutua ineidencia en el que la teflexién se hace interesada, y la prictica, reflexiva. El ta ante ecléctico y liberal del artista posromantico se torna disciplinado e intenso, sus intuiciones devienen evidencias fa través de la asuncidn de la intencionalidad en la mira ‘da como condicidn necesaria para percibir. vanguardia es un fenémeno artistico y estético a la ver: irreductible tanto a un modo de entender la prictica ‘como al dictado de una orientacion estética precisa. Se ha Visto cémo Ia artisticidad era el atributo con que Ortega ‘definia lo especifico del arte de vanguardia: en efecto, ‘rtisticos son los medios, artistico su marco de referencia Til arte— y artistico su objetivo —incidir en el sentido dde su evolucion. Pero tal asuncion de la artistiidad se hnace desde la autoconsciencia histérica, esto es, desde la consideracién de que tnicamente asumiendo la histor': fidad del arte se puede incidir en las vicisitudes de su proceso. 2 La conciencia histérica del sentido de la vanguardia puede explicar, acaso, los componentes miticos de su proyecto. En primer lugar, Ia vanguardia tiene un fun- damento historicista que puede resumirse en el postu. lado: en cada momento de la historia no puede hacerse ‘cualquier cosa, Por otra parte, la componente positivista {de la modernidad tiende 8 considerar la objetividad como fgarantia del progreso, Finalmente, la conciencia lingiis- tice de la realidad compromete al vanguardista en la re- Aexién sobre el lenguaje como,via de acceso a realidades ‘nuevas: el lenguaje, pues, construye la realidad, no re- fiere un mundo precxistente. [a identificacién entre marco estético y préctica ar- tistica adquiere cuerpo en la figura atipica del vam ‘guardista como artista empefiado en claborar una ‘rion estética que peralta el sentido de sus obras. Re- Mlexion que no precede a la obra sino que, comentindola, laanticipa y la trasciende a la vez. Marco legal, no sistema normativo: condicién epistémica de la accién, no guia foperativa que la reduce a mera aplicacién de’ prescrip- Clones exteriores. La vanguardia es irreductible a cual {quier sistema doctrinal: st empetio activo en el campo {de Ia estética modifica las condiciones de la forma, alte- rando la idea de belleza y proponiendo una nueva media ‘Gon entre la obra y la realidad: en tanto que fenémeno [ttistico, proporciona el referente concreto que aclara el sentido de esa nueva mediacion. Su trascendencia estétiea tno puede entenderse al margen de sus concretas aporta- clones artistas: sin el «cuadrado blanco sobre fondo bblancos, los escritos de Malevich no habrian pasado de ser los de un visionario con formaci6n flosofica insuficien- te, incluso para describir su propia utopia or otra parte, a vanguardia no se colma de sentido sin la componente tedrica: si se jgnora cuanto tiene de proyecto estético, pierde su condicion de ruptura episte- Imoldpica para convertirse en muestra de un extrafo esti- To, slo distinto por lo novedoso, que no cabe sino re- product por mimesis. Los atributos fisicos de la obra fe arte vanguardista son, a Ia ver, categorias de su como B

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