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(OPS/PER/03.13)
ISBN: 9972-785-79-3
Centro de Promoción Familiar Año Nuevo Centro de Promoción Familiar San Judas Tadeo
36. Lic. en Psicología Ana María Vargas de 63. Lic. en Trabajo Social Florinda Damas Vila
Bernardi, Directora
37. Lic. en Trabajo Social Lisbel Rodríguez Centro de Promoción Familiar Villa Hermoza
38. Lic. en Psicología Zoila Bardales 64. Lic. en Trabajo Social Nancy Mora Silva,
Directora
Centro de Promoción Familiar Collique 65. Lic. en Trabajo Social Norma Quispe
39. Lic. en Psicología Migna Huapaya Córdova, 66. Lic. en Psicología Betty Urbina Aguirre
Directora
40. Lic. en Psicología Enma Gómez Yánez Revisión final y elaboración de cartillas de
41. Lic. en Trabajo Social Maria del Carmen Lujerio autocuidado:
• Dr. Daniel Caballero Ríos, Director General de
Centro de Promoción Familiar Dalias Personas Adultas Mayores-DIGEPAM/MIMDES
42. Profesor José Polanco Flores, Director • Lic. Elia Luna del Valle, DIGEPAM-MIMDES
43. Lic. en Trabajo Social María Estrada • Lic. Tatiana Martínez Jiménez, DIGEPAM-
MIMDES
Centro de Promoción Familiar Dulanto • Dr, Frank Quintana Orihuela, de ESSALUD
44. Lic. en Trabajo Social Delia Alfaro Peralta, • Dr. Luis Alvarez Cóndor, Hospital de la Fuerza
Directora Aérea del Perú
45. Lic. en Trabajo Social Magda Cavero Hijar • Dra.Sheika Delgado Garrido, odontogeriatra.
• Dr. Ricardo Murrieta Vela, Instituto de
Centro de Promoción Familiar Rosa de Lima Gerontología. Universidad, Peruana Cayetano
46. Lic. en Psicología Miluzka Ordóñez Romero Heredia
47. Lic. en Trabajo Social Ofelia Valdivia • Dr. Felipe Aguirre Salinas, PROVIDA PERU
48. Lic. en Trabajo Social Carmela Molina Castro • Dra.Luz Pecho Sánchez, Jefe de Servicio
Geriátrico del Hospital Dos de Mayo.
Centro de Promoción Familiar Pamplona Alta • Lic. Rosario Mocarro Aguilar. Asociación de
49. Lic. en Psicología Daniel Doria Barba, Director Enfermeras en Geriatría y Gerontología
50. Lic. en Administración Giovana Santillán • Lic. María Grados Bautista. Asociación de
Alarcón Enfermeras en Geriatría y Gerontología
51. Lic. en Trabajo Social Leonor Laredo Gómez • Dr. Fernando Portocarrero, Sociedad de Geriatría
52. Lic. en Psicología Mariana Sulca Quispe y Gerontología del Perú.
Lo anterior se basa en el elemento educativo, dado que todas las personas aprenden
desde que nacen y a lo largo del transcurso de su vida. Aprender es intrínseco al género
humano. No sólo la inteligencia y la memoria intervienen en el proceso de aprendizaje,
también hay otros factores. Las personas cuando envejecen no pierden su capacidad
de aprender (como protagonista de su propia historia y de su propio crecimiento,
estimulando una actitud creativa, constructiva y de cambio), en realidad cada persona
construye la vejez que desea.
Cada módulo debe ser considerado como una guía de información. Éstos tratan
sobre los cambios biopsicosociales propios del envejecimiento y las medidas de
autocuidado que requieren.
Debemos agradecer a la Lic. Elia Luna del Valle por su paciencia y dedicación en
la revisión del presente manual y a la contribución brindada desde la perspectiva de la
experiencia laboral, profesional y académica. De manera particular, mencionar que la
elaboración y edición del módulo de Autocuidado de la Sexualidad no hubiera sido
posible sin el apoyo y los invalorables aportes de la Lic. Elia Luna, a ella se debe tan
innovador enfoque. Del mismo modo, agradecemos a la Mg. Maritza Villanueva Benitez,
por sus comentarios, sugerencias y aportes al conjunto del manual. Asimismo, a las
licenciadas Lindaura Liendo y Natalia Alvarado, especialistas del equipo técnico del
Instituto Nacional de Bienestar Familiar (INABIF), a la Lic. Rosario Mocarro Aguilar,
presidenta de la Asociación Peruana de Enfermería en Geriatría-Gerontología.
_._
• Bienaventurados quienes consideran que mis oídos se tienen que esforzar para captar lo
que me dicen.
• Bienaventurados quienes desvían sus ojos simulando no ver el alimento que a veces
derramo en la mesa.
• Bienaventurados quienes nunca me dicen “ya me has contado eso dos veces”, ni
manifiestan desagrado cuando me oyen repetir la misma historia.
• Bienaventurados quienes con su bondad acompañan mi vejez e iluminan los días que
me restan hacia la Patria Eterna, ayudándome a comprender que para mí se acerca la
victoria.
Anónimo
ÍNDICE
PRESENTACIÓN Página
MÓDULO I
I. INTRODUCCIÓN
Envejecer no es sólo un factor de la vida, sino un proceso. Desde que nacemos
envejecemos, los cambios no se presentan de un día para otro, se presentan
paulatinamente mientras pasamos de una etapa a otra en dicho proceso.
Muchas son las teorías que han estudiado el proceso del envejecimiento. Sin
embargo, todos coinciden en reconocer que son el estilo de vida y el medio ambiente
los que determinan en gran medida un buen envejecimiento, por lo que podemos
decir que es la propia persona la gran responsable de construir un envejecimiento
saludable.
II. OBJETIVO
Reconocer y comprender el proceso de envejecimiento como una etapa más del
ciclo vital, que a pesar de los cambios biopsicosociales comprende crecimiento y
desarrollo conservando su autonomía e independencia y alcanzando bienestar y
satisfacción por la vida.
III. CONTENIDO
• Historia y mitos sobre el envejecimiento
• Conceptualización y características del proceso del envejecimiento.
• ¿Por qué envejecemos?
• Cambios biosicosociales del envejecimiento.
• Envejecimiento saludable.
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Autocuidado de la Salud para el Adulto Mayor
Adán y Eva sufrieron un castigo similar, aún cuando no de manos de Zeus, sino de
Dios; sin embargo, no tuvieron corta vida pues se les ha calculado más de 900
años.
El filósofo griego Epicuro y el romano Lucrecio pensaron que una vida demasiada
larga en el tiempo constituiría una insoportable repetición de experiencias similares;
en cambio, la muerte “intensifica el saber de lo vivido”.
Los hebreos tenían en secreto un río que daba la inmortalidad; los griegos también
tuvieron su “Fontana Juventas” escondida en la foresta.
Existen fuentes termales en toda la Tierra que tienen contenido no sólo mineral sino
mítico. Desde la Antigüedad fueron usadas para rejuvenecerse y como terapéutica,
tal como sucede hoy con las “saunas”.
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Manual de Información para Profesionales
Nascher (1862-1944) propuso que la geriatría fuera considerada como una disciplina
independiente. Posteriormente aparecen muchos seguidores con tratamientos
rejuvenecedores en base a líquidos orgánicos, tales como el suero citotóxico de
Bogomoletz (anticuerpos tonificantes) que aún se vende en las farmacias de Francia;
luego, las terapias celulares y los injertos de testículos de monos practicados por
Voronoff y Niehans en Suiza, con las inyecciones de células frescas de embriones
de animales, han producido accidentes y muerte, por lo cual están prohibidos.
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Autocuidado de la Salud para el Adulto Mayor
Desde el punto de vista funcional podemos clasificar en tres grupos a las personas
adultas mayores: autovalente, frágil y postrado o terminal:
Persona adulta mayor frágil, es la persona con disminución del estado de reserva
fisiológica y con un aumento de la susceptibilidad a la discapacidad. Se considera
que el 30% de los adultos mayores que viven en la comunidad tienen esta condición.
Persona adulta mayor dependiente o postrada, se define así a la persona que
tiene una pérdida sustancial del estado de reserva fisiológica asociada a una
restricción o ausencia física o funcional que limita o impide el desempeño de las
actividades de la vida diaria. Se considera que entre el 3% a un 5% de los que viven
en la comunidad tienen esta condición.
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Manual de Información para Profesionales
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Autocuidado de la Salud para el Adulto Mayor
4. Sistema nervioso
El sistema nervioso se afecta de manera importante con el paso del tiempo. El
peso cerebral disminuye con la edad y el flujo cerebral se reduce en un 20%,
produciéndose alteraciones y disminución de la síntesis de neuro-transmisores.
5. Oído y audición
En el oído externo se produce acumulación de cerumen, que dificulta la audición.
Hay adelgazamiento del tímpano y pérdida de su elasticidad, así como disminución
de la eficiencia en la conducción de los sonidos. Estos cambios provocan pérdida
de audición, principalmente de las tonalidades bajas.
6. Ojo y visión
Los cambios de los párpados pueden provocar su caída o suspensión. La córnea
pierde transparencia y por depósito de lípidos se produce el “arco senil”. La pupila
reduce su tamaño y el iris disminuye su capacidad de acomodación. El cristalino
aumenta su tamaño y se vuelve más rígido. Frecuentemente aparecen cataratas.
7. Sistema hormonal
Con respecto a la glucosa (azúcar) e insulina se observa una mayor resistencia de
los tejidos periféricos a la acción de la insulina, lo que puede condicionar niveles
altos de glucosa en la sangre y, por tanto, diabetes. También disminuyen la secreción
de glucocorticoides, lo que provoca la pérdida de la capacidad para tolerar el estrés.
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Manual de Información para Profesionales
8. Sistema inmunológico
Las defensas inmunológicas presentan cambios por la reducción de las células
encargadas de la defensa y la reducción de la respuesta mediante anticuerpos,
con una mayor susceptibilidad a infecciones, enfermedades autoinmunes y
neoplásicas.
9. Sistema cardiovascular
En este sistema es sumamente difícil diferenciar entre los cambios propios de la
edad y las alteraciones derivadas de diversas enfermedades que se manifiestan
a través de los años.
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Autocuidado de la Salud para el Adulto Mayor
2. La vida laboral
El llegar a ser adulto mayor implica para muchos el cese laboral, con pensiones
de jubilación bajas, pérdida de competitividad en el mercado laboral. Su trabajo
es menos remunerado y cada vez les es más difícil conseguir empleo. Disponen
de mayor tiempo libre y se sienten inútiles. Estos cambios producen un gran
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Manual de Información para Profesionales
Las personas adultos mayores deben buscar qué hacer, ocuparse en tareas más
o menos valiosas para ellos, aun sin el estímulo de la garantía de que serán
reconocidas socialmente. Esto hace que apenas unos pocos logren encontrar su
quehacer y que muchos otros deban resignarse al estrecho mundo de las cuatro
paredes de su hogar, donde viven como desocupados un transcurrir sin anhelos,
sin entusiasmo, y sin horizontes.
4. Autoestima
Muchas veces la autoestima disminuida está asociada a los cambios físicos,
psicológicos, ambientales, actitud social, enfermedades y a los estereotipos
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Autocuidado de la Salud para el Adulto Mayor
5. La depresión
La pérdida del entusiasmo de vivir es el trastorno mental más habitual, asociado
a todos los cambios y pérdidas y poco puede hacer el adulto mayor para evitar
su aparición pero mucho para superarla. Los síntomas somáticos y fisiológicos
son más frecuentes e importantes que los emocionales y psicológicos, porque
se mezclan con los cambios normales que se producen en la vejez. Puede
configurarse esas sensaciones de soledad y aislamiento por el déficit sensorial,
disminución del poder adquisitivo, cambios de vivienda, poca cantidad y calidad
de los contactos y por la pérdida de sus seres queridos y amigos.
6. Afrontar la muerte
Algunos ven el cese de la vida como alternativa, de pasar a “mejor vida” y no
como pérdida, pero entre quienes culturalmente lo experimentan como tal, puede
significar la eterna pérdida del alma, o de la esencia de su ser único, de su unidad
biopsicosocial y espiritual. El adulto mayor tiene menor temor a la muerte que a
morir solo, desamparado y con dolor intenso. Las creencias filosóficas y religiosas,
sus valores y experiencias son recursos que le ayudan a disminuir sus temores
acerca de la muerte. Se considera que adaptarse satisfactoriamente a la idea
de la muerte (el “bien morir” de los antiguos filósofos estoicos - prueba de haber
llevado una vida sana) puede ser el logro más importante de los últimos años.
ENVEJECIMIENTO SALUDABLE
El desarrollo humano se conceptúa como un continuo devenir, como “ser haciéndose”
en forma permanente. Esto implica en cada persona la necesidad de adaptarse a
situaciones nuevas a lo largo de la vida. Así, alcanzar un envejecimiento saludable
constituye uno de los más grandes retos del ser humano.
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Manual de Información para Profesionales
Las Teorías Sociales, son las que tratan de comprender y predecir la adaptación
satisfactoria de los adultos mayores. Entre ellas tenemos: la teoría de la
Desvinculación o de la Disociación sostenida por Cumming y Henry en 1961,
consideran que el retirarse de la interacción social constituye una forma de adaptación
natural a la vejez. El adulto mayor aumenta su preocupación por sí mismo,
disminuyendo el interés emocional por los demás, acepta con agrado su retiro y
contribuye voluntariamente a él y así mantiene la moral alta. La Teoría de la Actividad,
propuesta por Havighurst en 1969, afirma que un alto grado de participación es la
clave de lograr un buen envejecimiento y autorrealización; tienen más capacidad de
adaptación y están más satisfechos con la vida. También enfatiza que la actividad y
la continuidad de las funciones sociales son imprescindibles para mantener la
autoestima: dan oportunidad de enfrentar las actitudes aisladoras de la sociedad y
permiten trascender los límites físicos y cognitivos y asumir con entereza las
culminaciones de los papeles propios de la vejez. Según la Teoría de la Continuidad,
la adaptación toma en cuenta la personalidad y la persistencia del mismo estilo de
vida manifiesto a lo largo de la misma.
Hay más de una manera de envejecer satisfactoriamente y los patrones que la gente
sigue varían con la personalidad individual y en las circunstancias específicas de la vida.
La OPS sostiene que los adultos mayores tienen su propio nivel de bienestar y lo
define como “el balance entre los entornos internos y externos y sus procesos
emocionales, espirituales, sociales, culturales y físicos que le permite estar en su
nivel óptimo de funcionamiento y lograr una existencia buena y satisfactoria”. En el
marco conceptual del nuevo paradigma del envejecimiento, propone que depende
en gran medida de la prevención de las enfermedades y de la discapacidad, del
mantenimiento de una gran actividad física y de las funciones cognitivas y de la
participación constante en actividades sociales y productivas. Así mismo, las
perspectivas adoptadas por el programa mundial de la OMS sobre el envejecimiento
presentan un modelo holístico relativo a la salud y al bienestar de las personas de
edad que considera en él las siguientes caracteristicas:
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Autocuidado de la Salud para el Adulto Mayor
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Manual de Información para Profesionales
IV. EVALUACIÓN
• Definir envejecimiento
• ¿Cuáles son las características del envejecimiento?
• ¿Cuáles son los cambios biopsicosociales del envejecimiento?
• ¿Cuáles son las características del envejecimiento saludable?
V. BIBLIOGRAFÍA
1. BRAVO, G. 1998. “Fisiología del envejecimiento: envejecimiento fisiológico y patológico”. En: P. DURANTE y
P. PEDRO. Terapia ocupacional en geriatrías principios y prácticas. Barcelona: Ed. Masson, pp.
51-57.
2. BANCO INTERAMERICANO DE DESARROLLO. 2001. Programa para el Envejecimiento Digno, Activo, Productivo y
Saludable. Lima.
3. DE VICTORIA, Y. 2000. «No podemos dar la espalda al proceso de desarrollo: envejecemos diariamente».
Gerontoguía: 1(3) 11-12 (Santiago de Cali).
4. KASCHAK, D. y D. JAKOVAC. 1994. Planes de cuidados de geriatría. Barcelona: Ed. Mosby Doyma Libros, pp.
13–25.
5. LONG, B. y W. PHILLPPS 1998. Enfermería médico quirúrgica. 3a ed., Nueva York: Ed. Interamericana Mc
Graw-Hill. pp. 55-57.
6. LITVAK, J. 1989. «Determinantes de un envejecimiento sano». Cuad. Med. Moc.: XXX, (3): 71-78.
7. MAESTRE, F. 2002. Era Tabú. El adulto mayor. Lima: Ed. Santillana, pp. 61-62.
8. ORGANIZACIÓN PANAMERICANA DE LA SALUD / ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD. 1993. Enfermería gerontológica.
Conceptos para la práctica. Madrid: pp. 13-15.
9. 1998. Envejecimiento y salud: un cambio de paradigma. 25a Conferencia Sanitaria Panamericana.
DC:OPS. Washington: pp. 1-12.
10. 1999. El envejecimiento. Cómo superar mitos. Washington: OPS.
11. PAPALIA, D. y E. WENDKOS, 1997. Psicología del Desarrollo. 5a ed. Santa Fe de Bogotá: Ed. Mc Graw-Hill
Interamericana.
12. PROMUDEH. GERENCIA DE DESARROLLO HUMANO. 2002. Plan Nacional para las Personas Adultas Mayores
2002- 2006. Lima: 3–4.
13. RODRÍGUEZ, R., J. MORALES, J. ENCINAS, Z. TRUJILLO y C. DHYVERC (comp). 2000. Geriatría. México: Ed. Mc Graw-
Hill Interamericana
14. SLOANE, P. 1995. «El envejecimiento normal». En: R. HAM y P. SLOANE, Atención primaria en geriatría.
Madrid: Ed. Doyma, pp. 21-29.
15. VILLANUEVA BENITES, M. 2001. Envejecimiento: historia y mitos, teorias, fragilidad, dependencia y actitud
Facultad de Enfermería. Iquitos: Universidad Nacional de la Amazonía Peruana, pp. 2-3
16. YAGUAS, SANCHO Y LETURIA. 1998. «Aspectos psicológicos del envejecimiento». En: P. DURANTE y P. PEDRO,
Terapia ocupacional en geriatría; principios y prácticas. Barcelona: Ed. Masson, pp. 59-66.
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Manual de Información para Profesionales
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Manual de Información para Profesionales
MÓDULO II
I. INTRODUCCIÓN
“La salud continúa siendo en el presente siglo un objetivo prioritario para la
Organización Mundial de la Salud y para los sistemas nacionales de la mayoría de
los países del mundo, y enfatiza que una buena salud es el mejor recurso para el
progreso personal, económico y social; y una dimensión importante de calidad de
vida” 1 . Así mismo, en sus recomendaciones a los gobiernos respecto del
mejoramiento de las condiciones de vida considera que la atención primaria es la
mejor estrategia para lograr la salud y bienestar de la población; principalmente
enfatizando la promoción de la salud y la prevención de la enfermedad.
En la carta de Ottawa de 1986 “La salud se percibe no como un objetivo sino como
una fuente de riqueza de la vida cotidiana que es el resultado del autocuidado, el
cuidado a los demás, la capacidad de tomar decisiones y controlar la propia vida y
de asegurar que la sociedad en que uno vive ofrezca a todos sus miembros la
posibilidad de gozar de una buena salud”.
1
COPPARD, L. 1985. «La autoatención de la salud y los ancianos». En: OPS/OMS. Hacia el bienestar de los ancianos.
Washington: DC: OPS, Publicación científica, 492.
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Autocuidado de la Salud para el Adulto Mayor
II. OBJETIVO
Reconocer y comprender la importancia del autocuidado como estrategia orientada
al desarrollo de aptitudes personales y de la adquisición de habilidades y
conocimientos que permitan adoptar conductas que promuevan un envejecimiento
saludable, tomando en cuenta las individualidades, necesidades y potencialidades
de las personas adultas mayores.
III. CONTENIDO
• Promoción de la salud
• ¿Qué es autocuidado? Componentes. Objetivos.
• Importancia del autocuidado en los adultos mayores.
• Autocuidado y aprendizaje en los adultos mayores.
PROMOCIÓN DE LA SALUD
Cuando hablamos de la salud y bienestar de la población no podemos desconocer
que los servicios de salud no han conseguido llegar a quienes han estado alejados
de ellos y que por consiguiente, las posibilidades de mejorar la condición humana
son grandes y urgentes.
En la declaración de Alma Ata (Mongolia) la OMS reitera que “La salud es un derecho
fundamental’. Establece la responsabilidad del Estado y señala que la atención
primaria es la estrategia para alcanzar esa meta. Así mismo, en la Carta de Ottawa,
emanada de la Primera Conferencia Internacional sobre Promoción de la Salud en
1986, señala que “la promoción de la salud consiste en proporcionar a los pueblos
los medios necesarios para mejorar la salud y ejercer mayor control de la misma y
que para alcanzar el estado adecuado de bienestar físico, mental y social un individuo
o grupo debe ser capaz de identificar y realizar sus aspiraciones, de satisfacer sus
necesidades y de cambiar y adaptarse al medio ambiente con un espíritu de
autorresponsabilidad y autodeterminación”.
Por otro lado, Jake Epp, sintetiza que la promoción de la salud se consigue a través
de tres mecanismos:
2
ORGANIZACIÓN PANAMERICANA DE LA SALUD / ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD. 1993. Enfermería gerontológica. Conceptos para
la práctica. Washington: OPS/OMS.
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Manual de Información para Profesionales
¿QUÉ ES AUTOCUIDADO?
Varias definiciones se han dado sobre lo que es autocuidado. Como resumen de
ellas, podemos considerar: que autocuidado es asumir voluntariamente la
responsabilidad sobre el cuidado de su propia salud.
Así, Orem y Coppard, comparten el criterio de que una persona puede convertirse
por sí misma, o con ayuda de otros, en su propio agente de autocuidado.
Por lo tanto, cuando hablamos del adulto mayor este abordaje exige que el trabajo
se organice en equipo, como bien lo señala Busse cuando afirma que el autocuidado
y la gerontología se basan en enfoques multidisciplinarios y que el equipo de salud,
en razón de su preparación y responsabilidad profesional, está llamado a convertirse
en agente facilitador de ese proceso. El adulto mayor no debe ser sólo un destinatario
pasivo de los servicios de salud, sino que debe convertirse en un elemento
participativo. Así lo afirmó Halfdan Mahler, ex director general de la OMS: “es
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Autocuidado de la Salud para el Adulto Mayor
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Manual de Información para Profesionales
Esto nos indica lo útil que resulta para los familiares y equipo de salud trabajar para
consolidar el compromiso de los adultos mayores, con el autocuidado de su salud.
Se revela necesario tanto en la promoción de la salud, como en la prevención, cura
y rehabilitación de las enfermedades, alcanzando la máxima independencia funcional
y autonomía posible.
La salud pública y las políticas sociales y de salud deben reconocer cuáles son los
factores que determinan el estilo de vida de las personas, cuáles son las fuerzas
que condicionan la conductas de salud y cuáles son las variables que influyen en la
difusión de los conocimientos, adquisición de actitudes y prácticas de autocuidado
en salud. Sean éstas favorables o desfavorables. Esto significa que el autocuidado
es también responsabilidad de la sociedad y el Estado, es decir, que no es solamente
responsabilidad de las personas adultas mayores.
1. La necesidad de conocer.
2. El autoconcepto del que aprende.
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Autocuidado de la Salud para el Adulto Mayor
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Manual de Información para Profesionales
Este modelo andragógico ofrece al que aprende las fuentes que lo ayudan a adquirir
información, conocimientos, habilidades, destrezas y actitudes por sí mismo. El
aprendiz se convierte, de esta manera, en el motor y protagonista de su propio
aprendizaje. Dentro de sus estrategias destaca lo siguiente: “Si lo oigo, lo olvido; si
lo veo, lo recuerdo; si lo hago, lo sé y si lo descubro lo uso”3 .
En la visión:
• Eliminar superficies brillantes.
• No usar color rojo, azul, anaranjado o verde sobre papel blanco que dificultan
la apreciación; es preferible usar pizarra negra y tiza blanca.
• El personal que facilita el aprendizaje no debe colocarse de espalda a la
ventana iluminada, pues sería difícil percibirlos a causa del deslumbramiento.
En la audición:
• Utilizar tonos graves.
• No gritar ni elevar la voz
• Hablar colocándose enfrente de la persona.
• Disminuir ruidos ambientales.
3
MAGENZO, K. y M. CATALDO. 1992. Educación, salud y comunidad. Santiago Chile: Ed. PHE.
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Manual de Información para Profesionales
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Autocuidado de la Salud para el Adulto Mayor
IV. EVALUACIÓN
• Definir qué es autocuidado.
• ¿Cuál es la importancia del autocuidado en las personas adultas mayores?
• ¿Qué debe considerarse en el proceso de aprendizaje de las personas adultas
mayores?
V. BIBLIOGRAFÍA
1. COPPARD, L. 1985. «La autoatención de la salud y los ancianos». En: OPS/OMS. Hacia el bienestar de los
ancianos. Washington: DC: OPS, Publicación científica, 492.
2. EDUCACIÓN PARA EL AUTOCUIDADO EN SALUD (EPAS). 1988. Recopilación de artículos sobre conceptos y
características del autocuidado. Santiago de Chile: Pontificia Universidad Católica de Chile. pp.
15-31.
3. MAGENZO, K. y M. CATALDO. 1992. Educación, salud y comunidad. Santiago Chile: Ed. PHE.
4. MARRINER, A. 1995. Modelos y teorías en enfermería. 3a Madrid: Ed. Mosby.
5. ORGANIZACIÓN PANAMERICANA DE LA SALUD / ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD. 1993. Enfermería gerontológica.
Conceptos para la práctica. Washington: OPS/OMS.
6. QUINTEROS, A. 1994. «El autocuidado». En: ANZOLA et all. (comp), La atención de los ancianos; un desafío
para los años noventa. Washington: OPS, Publicación científica, 546.
7. VILLANUEVA, M. 1993-1994. Enfermería y el autocuidado. Guía para participantes y facilitadores. (Cali):
Universidad del Valle, Escuela de Enfermería.
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Manual de Información para Profesionales
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Manual de Información para Profesionales
MÓDULO III
I. INTRODUCCIÓN
Los sentidos como la vista, el oído, el olfato, el gusto y el tacto resultan
extremadamente importantes para percibir y disfrutar del mundo que nos rodea. Los
problemas sensoriales pueden tener una influencia permanente sobre la vida de la
persona y las consecuencias no son sólo limitaciones físicas, sino psicológicas y
sociales, las cuales muchas veces resultan muy perjudiciales para la vida.
Las alteraciones del olfato, gusto y tacto, tambien se presentan, pero se hacen menos
evidentes que las de la vista y oído, por que no son esenciales para vivir. Sin
embargo, el olfato y el gusto se relacionan especialmente con el placer de comer y
con una nutrición adecuada, y el sentido del tacto es muy importante como mecanismo
de protección. De ellos es este último el más lábil, ya que en esta etapa de la vida
disminuye la sensibilidad táctil al igual que los receptores del tacto.
II. OBJETIVO
Reconocer los cambios que ocurren en los sentidos al envejecer y describir las
medidas del autocuidado para que la persona adulta mayor se relacione
adecuadamente con su medio ambiente y sea más independiente.
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Autocuidado de la Salud para el Adulto Mayor
III. CONTENIDO
• La visión en la persona adulta mayor. Medidas de autocuidado de los ojos.
• El olfato, gusto y tacto en la persona adulta mayor. Medidas de autocuidado del
gusto, olfato y tacto.
• La audición en la persona adulta mayor . Medidas de autocuidado de los oídos.
Cuando se llega a ser adulto mayor no siempre esto significa tener mala visión, pero
la edad trae cambios en el organismo humano que pueden alterar la función visual.
Los cambios anormales que alteran la agudeza visual en la vejez son la catarata,
el glaucoma y la degeneración macular.
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Manual de Información para Profesionales
Entre los factores de riesgo que alteran la visión destacan los rayos ultravioletas,
fumar, temperaturas elevadas en edades tempranas, mala nutrición, infecciones,
enfermedades crónicas y algunos medicamentos.
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Autocuidado de la Salud para el Adulto Mayor
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Manual de Información para Profesionales
k. No intente retirar usted mismo los cuerpos extraños del ojo, cubra el ojo (por
ejemplo, con un vaso descartable o un cono) y busque atención médica
inmediata.
l. Acuda cada año a una revisión con el especialista (oftalmólogo), más aún si
tiene diabetes, hipertensión arterial o si tiene antecedentes familiares de
glaucoma, catarata, desprendimiento de retina u otras enfermedades. La
identificación y referencia a tiempo disminuye hasta el 50% en el desarrollo
de la ceguera.
m. Acuda inmediatamente al médico si presenta alteración de la visión brusca e
inexplicable. Así como también cuando presente pérdida, disminución o
distorsión de la visión, visión doble, dolor agudo, inflamación de párpados,
lagrimeo, supuración de los ojos o ilusiones (destellos de luz).
n. Cumpla, si tiene tratamiento; el no seguir las indicaciones terapéuticas resulta
peligroso y empeora la enfermedad de los ojos.
o. Evite usar lagrimas artificiales, descongestionantes o enjuagarse los ojos con
soluciones no prescritas por el médico.
p. Deseche cualquier solución oftalmológica que esté turbia, descolorida, que
haya estado abierta durante más de uno a tres meses o que contenga algún
material o residuos, esto puede producir lesión y retrasos en el tratamiento.
Los medicamentos oftalmológicos pueden deteriorarse con el tiempo,
concentrarse (debido a la evaporación del líquido) o contaminarse (con
bacterias u hongos).
q. Use siempre los lentes si los tiene indicados. Deben estar limpios, en buen
estado y adaptados a su visión actual. Los lentes se deben coger por la montura,
(con ambas manos) limpiarlos con agua y jabón suave, secarlos con un paño
suave o un pañuelo sin fibra y guardarlo en su funda y en un mismo lugar para
evitar olvidos y extravíos.
r. No utilice lentes autoindicados, ni prestados porque éstos pueden provocar
más daño.
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Autocuidado de la Salud para el Adulto Mayor
Los adultos mayores presentan el riesgo de accidentes en cuanto a los sentidos del
olfato y el gusto. No son capaces de distinguir las señales de alarma presentes en
su entorno, tales como el humo de un incendio, un escape de gas o una comida en
mal estado. Esto les causa ansiedad y temor, sobre todo a los que viven solos. Otra
consecuencia es la falta de interés o motivación de una buena nutrición.
Las alteraciones del tacto generalmente producen torpeza, suelen tirar o romper los
objetos, afectando sus sentimientos de habilidad y competencia, así como, su
autoestima. Tienen mayor probabilidad de accidentes porque estas alteraciones
repercuten en el andar o en la movilidad. La disminución de la sensibilidad los pone
en riesgo de sufrir daños peligrosos como las quemaduras. Por no sentir el dolor,
dado que los sistemas sensoriales restantes se vuelven menos eficaces, los adultos
mayores presentan la necesidad de aumentar sus interacciones ambientales,
personales y sociales a través del tacto; pero teniendo en cuenta su modo de vida y
la procedencia cultural.
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Manual de Información para Profesionales
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Autocuidado de la Salud para el Adulto Mayor
Tienen dificultad para percibir o captar los sonidos, así como para localizarlos y
distinguirlos. Estas alteraciones se notan más por la incapacidad para oír las
consonantes (como la S,Z,T,F y G) que están compuestas por tonos altos. Los sonidos
de las vocales A,E,I,O,U, que son los tonos bajos, suelen mantenerse intactos y son
los últimos sonidos que dejan de oírse. Estas alteraciones conducen a distorsionar
los sonidos, a oír pero no comprender, peor aún si la conversación es rápida, y
responder en forma incorrecta.
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Manual de Información para Profesionales
En las pruebas para valorar la capacidad intelectual es posible que demuestren una
función disminuida que no es consecuencia de trastorno mental, sino de la
incapacidad para comprender las explicaciones del examinador.
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Autocuidado de la Salud para el Adulto Mayor
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Manual de Información para Profesionales
k. Debe conocer los efectos adversos de los medicamentos que dañan el oído
como: estreptomicina, gentamicina, furosemida, aspirina, etc. Si se producen
mareos, disminución de la audición o silbido al oído, consulte al médico de
inmediato.
l. Si sufre infección del oído a repetición, cuando se bañe, nade o lave el cabello
utilice algodones impregnados con vaselina o tapones para proteger el conducto
auditivo externo.
IV. EVALUACIÓN
• ¿Cuáles son los cambios más significativos de los sentido en el envejecimiento?
• En general ¿cuál es la repercusión más importante del deterioro funcional de los
sentidos?
• Mencionar las medidas más importantes del autocuidado de los sentidos en las
personas adultas mayores.
V. BIBLIOGRAFÍA
1. BADD, P. 1998. Manual de enfermería gerontológica. México: Ed. Mc Graw-Hill Interamericana, pp: 13-16.
2. KASCHAK, D. y D. JAKOVAC, 1994. Planes de cuidados de geriatría. Barcelona: Ed. Mosby / Doyma Libros, pp:
13–25.
3. LONG, B. y W. PHILLPPS. 1998. Enfermería médico quirúrgica, 3ª ed. Nueva York: Ed. Interamericana Mc
Graw-Hill, pp: 55-57.
4. NOGUERÓN, M., J. PACZKA y C. HYVER. 2000. «Déficit auditivo y déficit visual». En: R RODRÍGUEZ et all. (comp).
Geriatría. México: Ed. Mc Graw-Hill Interamericana, pp. 102-107.
5. ORGANIZACIÓN PANAMERICANA DE LA SALUD / ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD. 1993. Enfermería gerontológica;
conceptos para la práctica. Madrid: pp: 13-15.
6. 2000. Aspectos clínicos en la atención de los adultos mayores. Washington: Proyecto Regional para la
Atención Primaria de Salud.
7. RUIPÉREZ , C. y D. LLORENTE . 1997. Guía para auxiliares y cuidadores del anciano. Fundamentos y
procedimientos. Madrid: Ed. Mc Graw-Hill Interamericana, pp. 55-60.
8. SMELTZER, S y B. BARE, 1998. Enfermería médico quirúrgica. 8ª ed. México: Ed. Interamericana Mc Graw-
Hill, pp. 175-190.
9. STAAB, A y HODGES, L. 1998. Enfermería gerontológica. México: Ed. Mc Graw-Hill Interamericana, pp. 37-
45.
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Manual de Información para Profesionales
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Manual de Información para Profesionales
MÓDULO IV
I. INTRODUCCIÓN
La piel sana sin alteraciones es la primera línea de defensa del cuerpo contra las
infecciones y lesiones de los tejidos: Regula la temperatura corporal. Es órgano
sensorial (dolor, tacto, presión y temperatura). Además, es un medio para la eliminación
de desechos y participa en el mantenimiento del equilibrio de líquidos y electrolitos. A
medida que la edad del adulto aumenta ocurren cambios en su piel y anexos que
pueden alterar o disminuir sus funciones. Por lo tanto, es necesario para la salud en
general conservar su buen estado y buenas prácticas de higiene en todo momento de
nuestra vida para favorecer la seguridad, comodidad y bienestar de la persona.
II. OBJETIVO
Reconocer los cambios de la piel y anexos que ocurren al envejecer y describir las
medidas de autocuidado para que la persona adulta mayor los mantenga sanos e
íntegros.
III. CONTENIDO
• Cambios en la piel y anexos en los adultos mayores.
• Medidas de autocuidado de piel y anexos.
61
Autocuidado de la Salud para el Adulto Mayor
62
Manual de Información para Profesionales
a. Mantenga su piel seca, limpia, lubricada. Limpie su piel todos los días
lavándose la cara, orejas, boca, cuello, brazos, manos, axilas, pies y genitales.
El baño completo puede ser 2 o 3 veces por semana de ducha preferentemente
y con jabón suave. Al secarse debe hacerlo con cuidado y asegurándose de
que los pliegues del cuerpo queden bien secos. Dése masajes, de preferencia
con un guante de felpa, por todo el cuerpo, especialmente en las zonas más
susceptibles (codos, coxis, rodillas) que estimularán la circulación y suavizarán
la piel; seguidamente, puede aplicarse una crema hidratante.
b. Lave su cabello por lo menos una a dos veces por semana, con shampú suave.
Cepille o peine con cuidado su cabello todos los días porque estimula la
circulación capilar. No use ligas o peinados que tensionen el cabello porque en
esta edad hay menor producción del cabello.
c. Lleve las manos siempre limpias. Puede aplicarse crema para suavizarlas e
impedir las escoriaciones o lesiones. Corte y mantenga las uñas limpias, las
de los pies se cortarán en forma recta.
d. El adulto mayor debe afeitarse con cuidado todos los días; y después es
preferible aplicarse crema hidratante, porque el alcohol o la colonia resecan la
piel.
e. Córtese con tijera de bordes romos las pilosidades que sobresalen de la nariz
o del oído, el vello encima del labio, en la barbilla o en alguna otra parte de la
cara.
f. Use la ropa cómoda, de acuerdo a la estación y a los gustos y necesidades.
Preferentemente use ropa de lana, lino o algodón, especialmente las prendas
interiores, evitando las de fibras sintéticas por ser causa a menudo de lesiones
dérmicas por sensibilidad alérgica; así mismo, evite prendas rugosas. Use
ropa con botones fáciles de maniobrar, de ser necesario se reemplazará los
botones por cremalleras y las camisetas preferentemente serán con abertura
adelante. Evite el uso de ropa para dormir durante el día. El cambio de ropa
será diario o por lo menos tres veces por semana y lave la ropa de vestir y de
cama con detergente suave.
g. Cambie de posición frecuentemente. No permanecer sentado/a en la misma
posición por más de una hora. Durante el día acuéstese con las piernas un
poco elevadas. Si usa medias elásticas, que sean especiales o recomendadas
por el médico. No use ligas para sostener las medias, ni fajas ajustadas.
h. Es importante que usted conozca su temperatura normal porque cuando tenga
alguna infección no siempre habrá elevación de la temperatura. Es probable
que el primer indicio no sea la fiebre sino un cambio importante en su
comportamiento habitual. La temperatura normal en el adulto mayor es
generalmente mucho más baja (35,5 – 37 grados centígrados).
i. Examine su piel mensualmente (es recomendable un examen médico cada
año para los mayores de 40). Si se descubre pronto, la mayor parte de las
lesiones cutáneas son curables y no representan una amenaza para la vida. La
mejor defensa contra el cáncer de piel es prestar atención a los signos de
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Autocuidado de la Salud para el Adulto Mayor
advertencia como:
• Aparición de lunares, verrugas o manchas oscuras.
• Si un lunar empieza a crecer o se vuelve doloroso o cambia de color.
• Cambio de color de la piel.
• Si una herida no cicatriza.
• Descamaciones, exudaciones, formación de costras.
• Lesiones, grietas picazón, enrojecimiento.
• Sangrado en piel o hematomas.
j. No rascarse los lunares, ni tratar de cortarlos ni quemarlos con medicamentos.
Acuda a un médico.
k. Tome dieta bien equilibrada que incluya alimentos ricos en frutas y vegetales
(sus tallos y hojas) que contienen vitaminas, porque mantienen la piel y cabello
saludable e integro (ver módulo nutrición).
l. Beba unos ocho vasos de agua al día. Si es que no está contraindicado.
m. Evite o disminuya la ingesta de alcohol y cigarrillos.
n. Realice ejercicios diarios o interdiarios (activos o pasivos) para favorecer la
circulación. De acuerdo a su capacidad y tolerancia física.
o. Evite el uso de compresas calientes o botellas de agua caliente.
p. Aplíquese crema de alto poder protector solar (factor 15 o más), lleve sombrero
de ala ancha o gorro con visera frontal, gafas de sol oscura de protección
ultravioleta y ropas de algodón que cubran el cuerpo, o use sombrilla si se
expone al sol entre las 10 am y las 15 horas. No tome baños de sol.
IV. EVALUACIÓN
• ¿Cuáles son los cambios más significativos de la piel y anexos en el
envejecimiento?
• ¿Cuáles son los factores de riesgo más frecuentes para la piel y anexos?
• Mencione las medidas más importantes del autocuidado de la piel y anexos en
las personas adultas mayores.
V. BIBLIOGRAFÍA
1. BADD, P. 1998. Manual de enfermería gerontológica. México: Ed. Mc Graw-Hill Interamericana, pp: 23-25.
2. CONSEJERÍA DE SANIDAD Y SERVICIO SOCIALES. 1997. El anciano en su casa. Guía de cuidadores para familiares,
auxiliares a domicilio, voluntariado y ancianos solos. Madrid: Dirección General de Prevención y
Promoción de la salud. pp. 11-14.
3. GAMARRA, P. 1998. Aprendiendo a vivir mejor. Lima: Ed. San Lucas, 63–67.
4. http://www.serviciossociales.cl/pag/autocuid.htm Autocuidado en el adulto mayor. Cuide y proteja su
pie, p. 3. MARTÍNEZ, P. 1994. «Enfermedades de la piel». En: ANZOLA et all. (comp), La atención de los
ancianos; un desafío para los años noventa. Washington: OPS. Publicación científica, 546,
pp. 242-250.
5. ORGANIZACIÓN PANAMERICANA DE LA SALUD / ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD. 1993. Enfermería gerontológica.
Conceptos para la práctica. Madrid: p. 17.
6. R UIPÉREZ , C. y D. LLORENTE. 1997. Guía para auxiliares y cuidadores del anciano. Fundamentos y
procedimientos. Madrid: Ed. Mc Graw-Hill Interamericana, pp. 138-139.
7. SALGADO, A., F. GUILLÉN, 1986. Tratado de geriatría y asistencia geriátrica. Barcelona: Ed. Salvat, p: 93-95.
8. S TAAB , A y L. H ODGES . 1998. Enfermería gerontológica. México: Ed. Mc Graw-Hill Interamericana,
pp: 191-212.
64
Manual de Información para Profesionales
65
Manual de Información para Profesionales
MÓDULO V
I. INTRODUCCIÓN
La boca cumple importantes funciones, como es la formación del bolo alimenticio
triturándolo por los dientes para una buena digestión; además, ayuda a la buena
pronunciación y apariencia personal.
Los problemas que con mayor frecuencia afectan a los adultos mayores en la cavidad
bucal son la caries y la enfermedad periodontal, la cual se observa hasta en el 88%
de los adultos mayores que tienen dientes. Esto se debe a una deficiente o mala
higiene de la boca, ocasionando la acumulación de la placa bacteriana entre el diente
y la encía. Existen otras causas, como las dietas mal balanceadas, no visitar al
odontólogo y algunas enfermedades que estarían alterando el funcionamiento de la
cavidad bucal.
Las consecuencias de los problemas orales son graves, pues limitan la gama de
alimentos a ser consumidos, especialmente los que son ricos en proteínas y fibra,
repercutiendo negativamente en el estado nutricional y funcional. También disminuye
la autoestima por la apariencia personal y alteraciones en la comunicación
repercutiendo al final en su calidad de vida.
II. OBJETIVO
Reconocer los cambios en la cavidad bucal que ocurren al envejecer y describir las
medidas de autocuidado como medio para mantener la integridad de la cavidad
bucal, favoreciendo una buena digestión, pronunciación y apariencia personal.
67
Autocuidado de la Salud para el Adulto Mayor
III. CONTENIDO
• ¿Qué cambios se producen en la boca con el envejecimiento?
• Medidas de autocuidado para la salud bucal.
• Medidas de autocuidado al usar dentadura postiza.
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Manual de Información para Profesionales
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Autocuidado de la Salud para el Adulto Mayor
IV. EVALUACIÓN
• ¿Cuáles son los cambios más significativos en la cavidad bucal en el
envejecimiento?
• Mencione las medidas más importantes del autocuidado de la cavidad bucal en
las personas adultas mayores.
• ¿Cuáles son las medidas de autocuidado al usar dentadura postiza?
V. BIBLIOGRAFÍA
1. ESSALUD. 1999. Manual de cuidados para el adulto mayor. Lima: Programa Central de Servicios
Especiales, Ed. Copyright, p. 8.
2. CONSEJERÍA DE SANIDAD Y SERVICIO SOCIALES. 1997. El anciano en su casa. Guía de cuidadores para familiares,
auxiliares a domicilio, voluntariado y ancianos solos. Madrid: Dirección General de Prevención y
Promoción de la Salud, pp. 22-23.
3. GUTIÉRREZ, L. 1994. «Afecciones orales». En: ANZOLA et all. (comp), 1994. La Atención de los Ancianos: Un
desafío para los años noventa. Washington: OPS. Publicación Científica 546.
4. ORGANIZACIÓN PANAMERICANA DE LA SALUD / ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD. 2000. Aspectos clínicos en la
atención de los adultos mayores. Washington: Proyecto Regional para la Atención Primaria de
Salud.
5. QUIROZ, R. L. MORALES, y C. LUPERCIO, 2000. «Cavidad bucal». En: R. RODRÍGUEZ et all. (comp). Geriatría. Ed.
Mc Graw-Hill Interamericana. México. pp. 133-136.
6. SALGADO, A., F. GUILLÉN, 1986. Tratado de geriatría y asistencia geriátrica. Barcelona: Ed. Salvat, pp. 94.
7. WOLFF, L., M. WEITZEL, R. ZORNOW, N. ZSOHAR. 1993. Curso de enfermería moderna. 7ª ed. México:Ed.
Harla, pp. 488-494.
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Manual de Información para Profesionales
71
Manual de Información para Profesionales
MÓDULO VI
AUTOCUIDADO NUTRICIONAL
I. INTRODUCCIÓN
La relación directa entre alimentación y salud sigue totalmente vigente en esta etapa
de la vida. Una nutrición bien orientada durante los años de la senectud puede
promover y mantener la salud, retrasar algunos cambios del envejecimiento, prevenir
las enfermedades y ayudar en la recuperación de las mismas con la disminución de
la morbilidad en la vejez.
En lo fundamental, los mismos principios de nutrición que se aplican para los adultos
sirven para el grupo de los adultos mayores. Sus necesidades nutritivas son
igualmente precisas para el mantenimiento del organismo, considerando en esta
etapa las necesidades calóricas y de los micronutrientes. Sin embargo, hay que
tomar en cuenta las enfermedades que están asociadas a esta etapa, como la
hipertensión arterial, diabetes sacarina, arteriosclerosis, osteoporosis, obesidad,
gota y cáncer; y los principales problemas dietéticos, como la anemia, desnutrición,
obesidad, estreñimiento, escorbuto y deficiencia de vitamina D.
Entre los factores que intervienen en la nutrición del adulto mayor se encuentran los
cambios propios del envejecimiento, los hábitos alimentarios que están muy
arraigados, la actividad física, los estilos de vida, nivel de instrucción, las redes
sociales y familiares, la actividad mental y psicológica, el estado de salud o
enfermedad y restricciones. El estado de nutrición de una persona de 70 años es un
vivo reflejo de su historia alimenticia. Es por ello que una correcta, adecuada y
equilibrada nutrición es parte importante para el mantenimiento de la salud durante
la vida y no será una excepción durante esta etapa.
II. OBJETIVO
Reconocer y comprender que una nutrición adecuada de la persona adulta mayor,
debe ser de acuerdo a sus requerimientos e individualidades; y describir las medidas
de autocuidado para una nutrición saludable.
III. CONTENIDO
• La nutrición en el adulto mayor.
• Medidas de autocuidado para una nutrición saludable.
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Autocuidado de la Salud para el Adulto Mayor
Entre los factores que afectan la nutrición y que pueden contribuir al descenso
de la ingesta de comidas saludables podemos mencionar:
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Manual de Información para Profesionales
1
Tomado de Nutrition Screening Iniciative NSI
75
Autocuidado de la Salud para el Adulto Mayor
Las calorías, los requerimientos energéticos varían, además de la edad, por otros
factores (como sexo, tamaño y clima). Considerando la edad, en los adultos mayores
las necesidades en calorías se reducen aproxima-damente en un 20%, por lo que
las cantidades requeridas oscilan entre 2000 kcal/día en el varón de 65 años y 1500
– 2000 kcal/día en mujeres de la misma edad. Dicho descenso se debe a la
disminución de la actividad física, mental, sexual, menor masa magra corporal y
menor tasa de metabolismo basal que se produce normalmente con el paso del
tiempo.
Los hidratos de carbono (azúcares), que deben representar el 50% - 60% de las
calorías de la dieta. En los adultos mayores, como la capacidad para metabolizar
los azúcares está disminuida y éstos pasan directamente a la sangre, se debe reducir
el consumo de azúcares simples (no exceder el consumo máximo diario de 50
gramos: diez cucharaditas), y reemplazarlos por azúcares complejos que se
encuentran en vegetales, cereales, frutas, legumbres y papas, principalmente.
Las proteínas, no se reducen con la edad, sino que más bien se eleva su aporte y lo
recomendado para América Latina es de 0,8 g/k a 1 g/k. equivalente a 10% - 20%
de la dieta. Se debe consumir proteínas de alto valor biológico (ricas en aminoácidos
esenciales).
76
Manual de Información para Profesionales
Los Minerales, con el paso de los años la disminución de calcio, zinc, magnesio y
otros minerales es considerable, más aún si se abusa de los laxantes y diuréticos:
77
Autocuidado de la Salud para el Adulto Mayor
• Consumo de proteínas. Los alimentos de alto valor biológico son: pescado, leche
y quesos. Se recomienda:
a. Consumir pescado antes que otro tipo de carne. Si desea consumir carnes,
se debe preferir carnes blancas (pescado, pollo, pavo) reduciendo el consumo
de carnes rojas a un máximo de dos veces por semana y mínimo por lo menos
una vez. Hay que evitar las vísceras por su alto contenido de colesterol.
b. Dar preferencia consumir el pescado de carne oscura (jurel, bonito, caballa)
los que aparte de las proteínas tiene Omega 3, que disminuye los triglicéridos
y aumenta el colesterol bueno (HDL).
c. Consumir proteínas de origen vegetal, como la contenida en la soya,
leguminosas y menestras.
d. Consumir productos lácteos descremados, quesos, leche, yogurt. Además de
proteínas, contienen vitaminas y calcio.
78
Manual de Información para Profesionales
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Autocuidado de la Salud para el Adulto Mayor
80
Manual de Información para Profesionales
postizos, acostúmbrese a comer con ellos. Los problemas de tipo físico por
el uso de dentadura postiza mal ajustada o por la disminución de la
sensibilidad gustativa, conducen a los adultos mayores a rechazar alimentos
como filetes, ensaladas crudas y preferir alimentos blandos, como quesos,
mazamorras o sopas creándose desequilibrio en la dieta.
34. Si tiene algún problema de tipo emocional, como la pérdida del cónyuge,
soledad o depresión, busque ayuda para solucionarlo. La salud mental juega
un rol central en la motivación y habilidad para satisfacer las necesidades
nutricionales.
35. Evite tomar medicamentos a las horas de comer, a no ser que esté prescrito
así por el médico. Muchos medicamentos interfieren en la absorción de
nutrientes.
36. Esté siempre dispuesto al cambio y estilos de vida saludables.
37. Lávese las manos siempre antes de manipular, preparar e ingerir los alimentos.
IV. EVALUACIÓN
• ¿Cuáles son los requerimientos nutricionales de la persona adulta mayor?
• ¿Cuáles son los factores de riesgo nutricional de la persona adulta mayor?
• Mencione las medidas de autocuidado más importantes para una nutrición
saludable en las personas adultas mayores.
V. BIBLIOGRAFÍA
1. CENTRO NUTRICIONAL MEDELLIN. 1993. Nutrición y alimentación del anciano. Cali.
2. CONSEJERÍA DE SANIDAD Y SERVICIOS SOCIALES. 1997. El anciano en su casa. Guía de cuidadores para familiares,
auxiliares a domicilio, voluntariado y ancianos solos. Madrid: Dirección General de Prevención y
Promoción de la Salud. pp. 37-43.
3. ESSALUD. 1999. Manual de cuidados para el adulto mayor. Programa Central de Servicios Especiales.
Lima: Ed. Copyright, pp. 2 –3.
4. FISHMAN, P. 1995. «Malnutrición; signos de alarma fáciles de detectar». Modern Geriatric: vol 7 (4) pp.
44–49 (Madrid).
5. GAMARRA, P. 1998. Aprendiendo a vivir mejor. Lima: Ed. San Lucas, pp. 10–15.
6. GARRET, G. 1993. Añadiendo salud a los años: La nutrición en la vejez. Helpage International. Londres:
pp. 18-22.
7. KANE, R., J. OUSLANDER e I. ABRASS. 1997. Geriatría clínica. 3ª ed. Ed. McGraw-Hill Interamericana. México:
pp. 263-265.
8. ORGANIZACIÓN PANAMERICANA DE LA SALUD / ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD. 2000. Aspectos clínicos en la
atención de los adultos mayores. Washington: Proyecto Regional para la Atención Primaria de
Salud. La evaluación nutricional del adulto mayor.
9. SALOM, I. 1993. «Control de peso y nutrición: ¿cuándo intervenir?» Modern geriatric: vol 9 (5), pp. 22–28
(Madrid).
10. ROZOVSKI, J. 1994. «Nutrición en los ancianos». En: ANZOLA et all. (comp), 1994. La atención de los
ancianos: un desafío para los años noventa. Washington: OPS. Publicación científica, 546, pp.
245-262.
81
Manual de Información para Profesionales
83
Manual de Información para Profesionales
MÓDULO VII
I. INTRODUCCIÓN
Uno de los síndromes más frecuentes en el adulto mayor es la incontinencia urinaria
o pérdida involuntaria de la orina de forma regular, produciendo un gran malestar,
problemas de higiene y psicológicos, como la depresión, la ansiedad y el aislamiento.
El aislamiento social del incontinente es un estado de soledad impuesto por sí mismo
como consecuencia del temor o vergüenza ante los demás a causa del olor, estética,
etc., por lo que es necesario estudiarlo también como determinado por factores
culturales y sociales.
Resulta tan común hablar de la incontinencia de los adultos mayores que la gente ha
llegado a considerarla y aceptarla como algo normal en el proceso de envejecer.
Realmente, una vejez normal no está asociada a la incontinencia, sino que responde
a casos de enfermedades mentales asociadas a demencias y a patologías que son
susceptibles de tratamiento. Por lo tanto, sin importar la edad, la capacidad cognitiva
o estado funcional, con frecuencia la incontinencia puede ser curada, mejorada y
siempre tratada.
II. OBJETIVO
Reconocer por qué se presenta la incontinencia urinaria en los adultos mayores y
describir los cuidados y manejo en este caso, para fomentar el mejoramiento de la
calidad de vida.
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Autocuidado de la Salud para el Adulto Mayor
III. CONTENIDO
• Incontinencia urinaria: definición.
• ¿Por qué se presenta la incontinencia en el adulto mayor?
• Consecuencias de los que padecen incontinencia urinaria.
• Cuidados y manejo en adultos mayores incontinentes.
INCONTINENCIA URINARIA
Definición
La incontinencia urinaria es la pérdida objetiva e involuntaria de orina y abarca
desde el escape de unas cuantas gotas hasta la incontinencia total. La incontinencia
aumenta casi siempre con la edad y es más frecuente en mujeres que en hombres.
Los tipos más comunes de incontinencia urinaria entre los adultos mayores son la
de esfuerzo, la de urgencia, la de rebosamiento y la incontinencia funcional. Es
importante tratarlas porque es responsable de infecciones urinarias u otras
infecciones graves.
Factores físicos
• Por infección urinaria, que afecta más a las mujeres por la proximidad de la
uretra al ano.
• Por aumento de la próstata, ocurre con la edad.
• Por pérdida del tono muscular del cuello de la vejiga (prolapso), en mujeres
multíparas o que han sufrido algún tipo de cirugía ginecológica.
86
Manual de Información para Profesionales
Factores psicológicos
• Depresión y ansiedad.
• Falta de intimidad y privacidad.
• Problemas de salud mental (confusión o demencia).
• Estrés.
• Desadaptaciones al medio, por cambios ambientales bruscos;
hospitalización, cambio de domicilio, etc.
Otros
• Medicamentos: diuréticos que produce urgencia urinaria y aumento de la
producción de orina; los sedantes-hipnóticos que enmascaran la sensibilidad,
ocasionando relajación muscular, los antihiper-tensivos relajan la musculatura
vesical, etc.
87
Autocuidado de la Salud para el Adulto Mayor
Conozca la periodicidad con que acude al servicio, usando un registro. Este registro
debe utilizarse durante días, anotando cada vez que orine, tanto en forma continente
como incontinente. Esto permite estudiar en qué momento se producen los accidentes
y sus posibles causas. El registro ofrece una idea exacta de la efectividad de la
reeducación y asegura la continuidad de los cuidados.
88
Manual de Información para Profesionales
Realizar el ejercicio
• Sentarse en una silla cómodamente o acostarse con las rodillas flexionadas.
• Contraer despacio (pero con fuerza) los músculos de alrededor del ano,
manteniéndolos en tensión mientras se cuenta diez (10) segundos, para
relajarlos después durante diez (10) segundos. Repetir este ejercicio diez veces.
• Imaginar que se tiene ganas de orinar pero que se debe esperar. Concentrarse
en apretar los músculos para evitar orinar. Se deben apretar también los
músculos alrededor del ano. Manténgase así y contar hasta diez, luego aflojar
suavemente. Repetir este ejercicio diez veces.
• Evite las interrupciones y concéntrese en el ejercicio.
• La persona, después de haber controlado bien estos ejercicios, debe
practicarlos tres veces al día por unos diez minutos. Una vez que se haya
acostumbrado a ellos, puede hacerlos de pie, lavándose, vistiéndose y durante
todas las actividades. En otras palabras, pueden ser realizados en cualquier
momento y lugar.
• Otro ejercicio efectivo consiste en tratar de retener la orina cuando se está
orinando, a un conteo de tres, después de este ejercicio se puede acabar de
hacerlo. A medida que el músculo se fortalece la persona debe tratar de
aumentar el tiempo de aguante.
• Una vez que la persona se acostumbre a los ejercicios, debe continuar
haciéndolos tan frecuentemente como sea posible, ya que le ayudarán a prevenir
que vuelva a tener “pérdidas”. Si los ejercicios no se mantienen, los músculos
se debilitan nuevamente. Al inicio es muy probable que usted sea incapaz de
mantener la contracción durante los diez segundos, pero lo conseguirá con la
práctica. Hay que tener determinación, pues se puede tardar entre cuatro y
seis semanas para apreciar resultados reales.
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Autocuidado de la Salud para el Adulto Mayor
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Manual de Información para Profesionales
IV. EVALUACIÓN
• ¿Qué es la incontinencia urinaria?
• ¿Por qué se presenta la incontinencia en el adulto mayor?
• Mencione las consecuencias de los que padecen incontinencia urinaria.
• Menciones los cuidados y manejo en adultos mayores incontinentes.
V. BIBLIOGRAFÍA
1. CONSEJERÍA DE SANIDAD Y SERVICIO SOCIALES. 1997. El anciano en su casa. Guía de cuidadores para familiares,
auxiliares a domicilio, voluntariado y ancianos solos. Madrid: Dirección General de Prevención y
Promoción de la Salud, pp. 45-48.
2. ESSALUD. 1999. Manual de cuidados para el adulto mayor. Lima: Programa Central de Servicios
Especiales, Ed. Copyright, pp. 20–22.
3. FERNÁNDEZ DE TROCONIZ, M., I. MONTORIO y DIAS VEIGA. 1997. Cuando las personas mayores necesitan ayuda.
(Madrid): IMSERSO, volumen 1: Cuidarse y cuidar mejor.
4. GARCIA, M. y J. MORALES, 2000. «Incontinencia urinaria». En: R. RODRÍGUEZ et all. (comp). Geriatría. México:
Ed. Mc Graw-Hill Interamericana, pp. 202-205.
5. GARRET, G. 1993. Añadiendo salud a los años: La nutrición en la vejez. Helpage International. Londres:
pp. 67-72.
6. KANE, R., J. OUSLANDER e I. ABRASS. 1997. Geriatría clínica. 3ª ed. McGraw-Hill Interamericana. México: pp.
127-173.
7. KASCHAK, D y D. JAKOVOC. 1994. Planes de cuidados en geriatría; caídas. Barcelona: Ed. Mosby/Doyma
Libros, pp. 161–166.
8. ORGANIZACIÓN PANAMERICANA DE LA SALUD / ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD. 2000. Aspectos clínicos en la
atención de los adultos mayores. Washington: Proyecto Regional para la Atención Primaria de
Salud. La incontinencia urinaria.
9. R UIPÉREZ , C. y P. L LORENTE. 1996. Guía para auxiliares y cuidadores del anciano. Fundamentos y
procedimientos. Madrid: Ed. Mc Graw-Hill Interamericana, pp. 92-111.
10. STAAB, A y L. HODGES. 1998. Enfermería gerontológica. México: Ed. Mc Graw-Hill Interamericana, pp.
191-212
11. YANGUAS et al. 1998. Intervención psicosocial en gerontología: Manual práctico. (Madrid): Caritas.
91
Manual de Información para Profesionales
93
Manual de Información para Profesionales
MÓDULO VIII
I. INTRODUCCIÓN
No cabe duda de que el estreñimiento, al menos subjetivamente es un problema
que preocupa en particular a los adultos mayores. Sin embargo, una gran mayoría
de adultos mayores se quejan de estreñimiento presentando un ritmo intestinal
adecuado. Esto se debe a la escasa información sobre los patrones de evacuación
normal. Si bien una deposición diaria es lo habitual, muchas personas sanas defecan
dos a tres veces por semana. La deposición diaria puede llegar a convertirse en un
autentica obsesión en la persona mayor, produciendo grave ansiedad. Así mismo,
se dedican tiempo, energía y dinero a encontrar el modo de mantener un patrón
intestinal “normal”.
II. OBJETIVO
Reconocer los cambios intestinales que ocurren al envejecer y factores causantes
de estreñimiento, y describir las medidas de autocuidado para restablecer y/o
mantener una eliminación intestinal sana y normal en el adulto mayor.
III. CONTENIDO
• Modificaciones intestinales en los adultos mayores.
• Estreñimiento.
• Medidas de autocuidado para prevenir y tratar el estreñimiento.
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Autocuidado de la Salud para el Adulto Mayor
ESTREÑIMIENTO
Definición
No existe una definición congruente en la literatura médica que proporcione de manera
práctica lo que implica este problema, pero una definición un poco más cuantitativa,
incide en que la persona presenta menos de tres evacuaciones a la semana,
realizadas con esfuerzo. El estreñimiento aumenta con la edad.
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Manual de Información para Profesionales
Dieta:
a. Aumente los alimentos ricos en fibra, como cereal 100% integral, frijoles y
brócoli para que se incremente el residuo intestinal y se promueva los
movimientos intestinales normales. Otros alimentos que contienen fibra son:
frutas, verduras, pan integral, hortalizas o vegetales crudos. También aumenta
la fibra añadiendo pequeñas cantidades de salvado no procesado.
b. Antes del desayuno (30 minutos) tome algún líquido caliente (limonada, té,
jugo de ciruelas). Los líquidos calientes tomados antes del desayuno actúan
como estimulante del peristaltismo.
c. Evite los alimentos altos en azúcar y harinas refinadas, como pasteles, pasta.
Los alimentos refinados producen heces duras y pequeñas que aumenta la
susceptibilidad del colon a la enfermedad.
Laxantes: evite el uso de laxantes o enemas. Solo úselos por prescripción médica.
Su abuso daña la mucosa intestinal e inhibe el funcionamiento intestinal normal. Así
mismo, evite el uso de aceite mineral. Esto puede interferir con la absorción intestinal
de las vitaminas.
97
Autocuidado de la Salud para el Adulto Mayor
IV. EVALUACIÓN
• ¿Cuáles son las modificaciones intestinales fisiológicas y anormales en los adultos
mayores.?
• ¿Cuáles son los factores que contribuyen al estreñimiento en los adultos mayores?
• Mencione las medidas de autocuidado para promover la eliminación intestinal.
V. BIBLIOGRAFÍA
1. ABYAD, A. y F. MOURAD. 1997. «Estreñimiento, anciano y sentido común». Modern Geriatric 9(6). pp.
147-152.
2. ANDINO, R. y G. ESTRADA. 1994. «Afecciones orales». En: ANZOLA et all. (comp), La atención de los ancianos;
un desafío para los años noventa. Washington: OPS, Publicación científica, 546, pp. 203–204.
3. CONSEJERÍA DE SANIDAD Y SERVICIOS SOCIALES. 1997. El anciano en su casa. Guía de cuidadores para familiares,
auxiliares a domicilio, voluntariado y ancianos solos. Madrid: Dirección General de Prevención y
Promoción de la Salud, pp. 53-54.
4. SUÁREZ, S y J. ENCINAS. 2000. «Estreñimiento». En: R. RODRÍGUEZ et all. (comp). Geriatría. México: Ed. Mc
Graw-Hill Interamericana, pp. 95-97.
5. ORGANIZACIÓN PANAMERICANA DE LA SALUD / ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD. 2000. Aspectos clínicos en la
atención de los adultos mayores. La incontinencia urinaria. Washington: Proyecto Regional para
la Atención Primaria de Salud.
6. R UIPÉREZ , C. y D. LLORENTE. 1997. Guía para auxiliares y cuidadores del anciano. Fundamentos y
procedimientos. Madrid: Ed. Mc Graw-Hill Interamericana, pp. 115-120.
7. STAAB, A y L. HODGES. 1998. Enfermería gerontológica. México: Ed. Mc Graw-Hill Interamericana, pp.
319-325.
8. SMELTZER, S. y B. BARE. 1998. Enfermería médico quirúrgica. 8a ed. México: Ed. Interamericana Mc
Graw-Hill, pp. 175-190.
98
Manual de Información para Profesionales
99
Manual de Información para Profesionales
MÓDULO IX
AUTOCUIDADO EN EL SUEÑO
I. INTRODUCCIÓN
Mucha gente cree que las personas mayores necesitan dormir menos. Sin embargo,
lo que disminuye con la edad no es la necesidad de dormir, sino la capacidad de
dormir.
Dormir de noche permite que los centros nerviosos se carguen de fluidos vitales
favoreciendo la vida al hacerla más armónica y a la vez longeva porque retarda el
envejecimiento. Los ciclos sueño/vigilia están controlados por nuestro reloj biológico
o ritmo circadiano y a medida que envejecemos nuestro reloj biológico se adelanta.
II. OBJETIVO
Reconocer los cambios en el patrón de sueño que ocurren al envejecer y describir
las medidas de autocuidado para la conservación del sueño adecuado, favoreciendo
la conservación de la funcionalidad y el mejor desempeño en las actividades de la
vida diaria.
III. CONTENIDO
• Cambios fisiológicos del sueño en el adulto mayor.
• Medidas de autocuidado para favorecer el sueño adecuado.
101
Autocuidado de la Salud para el Adulto Mayor
El Insomnio es uno de los trastornos más frecuentes en los adultos mayores, el cual
se define como una disminución sostenida de la cantidad del sueño habitual,
usualmente es de etiología multifactorial y puede verse asociado a cambios en el
horario de acostarse, enfermedades crónicas, enfermedades mentales: depresión,
ansiedad, estrés, y el uso de medicamentos, como los estimulantes.
Entre las enfermedades crónicas que producen insomnio cabe destacar la artrosis,
la insuficiencia cardiaca, bronquitis crónica y/o enfisema pulmonar También la nicturia,
la alteración del juicio y de la memoria causan insomnio. La depresión severa se
asocia con somnolencia diurna así como con insomnio terminal, es decir, el adulto
102
Manual de Información para Profesionales
103
Autocuidado de la Salud para el Adulto Mayor
r. Cuando las medidas anteriores no surten efecto o el adulto mayor, por su estado
mental, no es capaz de realizarlas, es necesario consultar al médico para el
tratamiento adecuado.
IV. EVALUACIÓN
• Mencione los cambios más importantes del sueño en el envejecimiento.
• Identificar los factores más importantes que influyen en el sueño.
• ¿Cuáles son la medidas de autocuidado que inducen a un sueño reparador?
V. BIBLIOGRAFÍA
1. ESTRADA, G. 1994. «Trastornos del sueño». En: ANZOLA et all. (comp), La atención de los ancianos; un
desafío para los años noventa. Washington: OPS, Publicación científica, 546, pp. 231-234.
2. ORGANIZACIÓN PANAMERICANA DE LA SALUD / ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD. 2000. Aspectos clínicos en la
atención de los adultos mayores. Washington: Proyecto Regional para la Atención Primaria de
Salud
3. A LCOLI -I SRAEL , S. 1997. «Trastornos del sueño; a la cama con los mitos». Modern geriatric 9(6).
pp. 141-146.
4. S TAAB , A y L. H ODGES. 1998. Enfermería gerontológica. México: Ed. Mc Graw-Hill Interamericana,
pp. 175-190.
5. http://www.serviciossociales.cl/pag/autocuid.htm Autocuidado en el Adulto Mayor. Prepárese para
dormir bien, pp.5.
104
Manual de Información para Profesionales
105
Manual de Información para Profesionales
MÓDULO X
AUTOCUIDADO y SEXUALIDAD
I. INTRODUCCIÓN
Con el paso de los años se producen condiciones fisiológicas y físicas que actúan
de diferente manera en hombres y mujeres. El efecto que tienen sobre la actividad,
la capacidad y el interés sexual varía mucho, según las personas y esencialmente,
dependen de la enorme influencia del ambiente social.
Una de las dificultades más importantes con la que solemos enfrentarnos los
profesionales que trabajamos en la atención a personas mayores es la cantidad de
prejuicios que están relacionados con la vejez. Es relativamente frecuente, por
ejemplo, entender la vejez como sinónimo de enfermedad, de deterioro ineludible
tanto físico como mental, o como fin de la actividad, negando con ello a estas
personas cualquier posibilidad de crecimiento o realización personal.
Es vital establecer que el llegar a la vejez no significa llegar a una enfermedad que
limite a la persona para amar y ejercer su sexualidad. Por ello, es necesario considerar
la opinión y el sentir de las propias personas adultas mayores y, a través de ellas,
tener una mirada diferente, para entender las relaciones entre sexos y generaciones,
sólo así se irá construyendo un espacio para una existencia con mayor calidad de
vida para todas las edades.
107
Autocuidado de la Salud para el Adulto Mayor
Es por ello que hoy en día es todo un reto para las personas que superan la barrera
de los 60 años buscar nuevas alternativas para ejercer su sexualidad. Constatar
esta realidad es muy importante para quienes tienen que ver con la salud integral de
las personas, para que éstas no renuncien a su derecho de ejercer su sexualidad y
obtener placer.
II. OBJETIVO
• Informar y desmitificar diversos aspectos de la sexualidad en la persona adulta mayor.
• Reconocer el derecho de la persona adulta mayor al ejercicio de una sexualidad
sana y segura.
• Sensibilizar y generar una corriente de opinión favorable sobre la sexualidad,
independientemente de la edad y sexo de las personas.
III. CONTENIDO
• Cambios de la función sexual en la mujer y varón adulto mayor.
• Enfermedades físicas que se presentan en la vejez y modifican el coito .
• Autocuidado del ejercicio de la sexualidad en hombres y mujeres.
• Autocuidado de la sexualidad en mujeres adultas mayores.
• Autocuidado de la sexualidad en varones adultos mayores.
En contraste con los varones, el pico de interés sexual femenino está entre los treinta
y los cuarenta años, y a menudo se mantiene hasta después de los sesenta años.
La menopausia ocurre en la mayoría de las mujeres entre los cuarenta y cinco y los
cincuenta y cinco años. Sin embargo, la menopausia por sí misma no parece tener
un efecto negativo mayor sobre el interés sexual.
Contrariamente a la mitología de la menopausia, un gran número de mujeres
postmenopáusicas experimentan un aumento de la libido, que en parte se puede
deberse al efecto no contrarrestado de los andrógenos por la deficiencia estrogénica
postmenopáusica, o al declinamiento del temor a un embarazo no planeado.
La caída más dramática en el interés sexual femenino tiene lugar entre los sesenta y
cinco y los setenta y cinco años, y se puede relacionar más de cerca con el cambio
en la conducta sexual masculina que con otros factores intrínsecos de la mujer.
108
Manual de Información para Profesionales
Los cambios físicos normales, como un cuerpo menos firme, el cabello gris, las
arrugas, tienden a hacer sentir a algunas mujeres que son menos atractivas para el
sexo opuesto, y pueden vacilar antes de expresar su interés sexual. Con seguridad
es posible decir que en las mujeres hay una disminución en el interés sexual después
de los sesenta años, y se debe a causas múltiples.
Los estrógenos tienen un efecto significativo en los cambios fisiológicos de los
genitales, pero no hay evidencia de que en forma directa afecten la libido.
La menopausia puede servir también como una excusa para evitar futuras relaciones
sexuales. Esto es cierto en las mujeres que no han disfrutado su actividad sexual
con su compañero por un largo tiempo, o sólo la consideran como un deber. Algunas
mujeres se vuelven temerosas debido a la falta de un conocimiento real sobre los
efectos de la menopausia en ellas mismas y en su compañero sexual.
Sin embargo, los cambios fisiológicos y físicos que ocurren en los períodos peri y
postmenopáusicos en la mujer sana normal tienen efectos mínimos en su capacidad
para la actividad sexual o en su realización.
109
Autocuidado de la Salud para el Adulto Mayor
Esta es una situación muy interesante, y quienes tienen que ver con la salud deben
estar enterados y guiar su conducta profesional según un buen conocimiento de
esta realidad. A pesar de los varios cambios que tienen lugar en la mujer, los
resultados en su funcionamiento sexual no son tan severos, lo que sí sucede en el
hombre.
Parece que no hay un tiempo biológico más allá del cual la mujer no pueda
experimentar una respuesta sexual completa. Es probable que se necesiten algunos
ajustes y ciertos cambios para continuar disfrutando. Es por ello muy importante que
las mujeres y los hombres entiendan las modificaciones normales que ocurren en el
envejecimiento. El patrón de la respuesta sexual sigue las mismas etapas en las
mujeres de todas las edades.
La mujer adulta también experimenta alguna disminución de la vaso congestión en
el aspecto externo de la vagina durante esta fase. Las glándulas de Bartholino
producen alguna lubricación adicional en el tercio externo de la vagina, sobre todo
durante un coito prolongado. Esto se reduce o inclusive falta en la mayoría de las
mujeres al pasar de los setenta años.
Las mamas no muestran alguna reacción especial durante esta fase a cualquier
edad, y tampoco lo hace el clítoris. El meato urinario está menos protegido al envejecer
la mujer, debido a que el tejido adiposo disminuye y hay atrofia de los labios.
Ocasionalmente, esto puede determinar pérdida involuntaria de orina, irritación y
aun cistitis. La llamada “cistitis de la luna de miel” puede ocurrir a cualquier edad,
pero la mujer anciana es más susceptible a ella, especialmente si un trauma pesado
ocurre en el curso de un coito que se prolongue.
• Los hombres mayores necesitan con frecuencia más tiempo que los hombres
jóvenes para conseguir una erección.
• Disminución o ausencia en la coloración del glande del pene.
• La erección sólo es completa inmediatamente antes del orgasmo.
• Dificultad en recobrar una erección completa tras una pérdida parcial.
• Disminución de la respuesta en la elevación testicular hacia el final de la excitación
o el comienzo de la fase de meseta, y descenso rápido durante la resolución.
110
Manual de Información para Profesionales
Hay una serie de factores, tales como el mantener relaciones sexuales con una cierta
regularidad, tener buena salud (física y psíquica) y una actitud sana, que hacen posible
que tanto hombres como mujeres puedan proseguir con su actividad sexual hasta
una edad avanzada. Y, así, el hombre puede mantener por más tiempo su erección
sin eyaculación.
Aparte de las cuestiones puramente fisiológicas, hay que sopesar las ventajas que
supone el hecho de haber alcanzado una mayor madurez mental y social para estimular
y resolver los deseos sexuales. Aunque no es parte del envejecimiento saludable
normal, algunos hombres pueden sentirse menos interesados en el sexo debido a
transtornos de salud, como en el caso de la enfermedad coronaria, o en respuesta a
una reacción adversa a una droga legal o ilegal (ej. antihipertensivos, marihuana).
Usualmente, sin embargo, las erecciones son aún adecuadas para un coito vaginal
durante el período de sesenta a sesenta y cinco años. Al acercarse los setenta, a
menudo hay una aceleración en la disminución de la rigidez eréctil, a pesar de una
gran estimulación peneana directa, que lleva a erecciones que dejan de ser
adecuadas para la penetración vaginal. En este tiempo el varón adulto mayor reduce
el numero de coitos, altera sus prácticas sexuales, o busca la asistencia de un
profesional de la salud.
111
Autocuidado de la Salud para el Adulto Mayor
Es decir, con el paso de los años, al producirse cambios físicos para la práctica del
coito, la pareja tiene ante ella la ilimitada posibilidad de ejercer su sexualidad,
contando para ello con un único ingrediente: el de su imaginación y creatividad.
112
Manual de Información para Profesionales
c. Por otro lado, y debido a los hábitos sociales de enlaces con diferencia de
edades sesgado en contra de la mujer; así como a que la esperanza de vida
de las mujeres es mayor que la de los varones. Existe una condición
demográfica que hace que las mujeres se vayan quedando solas. Esto se hace
más evidente a medida que las edades son mayores. Se requiere insistir en la
total naturalidad del autoerotismo, debido a que las mujeres adultas mayores
han estado muy influidas por conceptos religiosos que en la práctica refuerzan
los mitos.
113
Autocuidado de la Salud para el Adulto Mayor
IV.EVALUACIÓN
V. BIBLIOGRAFÍA
1. AVIOLIO, V. L. 1997. El plan de salud postmenopaúsica. Ely Lilly and Company (monografía).
2. BACAL, F. 1980. Educación sexual en la tercera edad.
3. BAUTISTA, C. 1999. ¿Apetito sexual a los 85 años? Cali: Universidad del Valle Agencia AUPEC,
4. BONIFAZI, W. L. 2000. Do not disturb, by contemporary long term care (abril)
5. CALVO, N. 2000. «Enamorarse a los sesenta, sesenta y más», Nº 182 (jun), Madrid: Ministerio de Trabajo
y Asuntos Sociales (IMSERSO).
6. DE BARBIERI, T. 1992. «Sobre la categoría ‘género’; una introducción teórico metodológica». Revista
Interamericana de Sociología: VI: 2-3.
7. FORNÓS ESTEVE, M. 2001. Sexualidad y vejez; psicogerontología
8. GRAZIOLI, A. 2000. Sexuality, in the senior years, family touch community services. (oct-dec)
9. GURLEY BROWN, H. 1999. Don´t give up on sex after 60.
10. MASTERS, W. y V. JHONSON. 1980. Manual de sexualidad humana, sexualidad geriátrica.
11. MAESTRE, F. 2002. Era Tabú. El adulto mayor. Lima: Ed. Santillana, pp. 61-62
12. MULLIGAN, T. 1998. «Cambios físicos que afectan la sexualidad en la vejez», Colombia Médica.
13. RANCES, S. y S. SALINAS. 2001. Investigando con ética; aportes para la reflexión- acción. La Paz: Population
Council, CIEPP.
14. R UBIN , G. 1986. «El tráfico de mujeres: Notas para una “economía política del género” » Nueva
Antropología: N° 30 (nov-dic).
15. VÁSQUEZ DEL ÁGUILA, E. 2000. “El placer sexual masculino” Masculinidades y sexualidades en los relatos de
varones adultos de clase media de Buenos Aires. Buenos Aires: tesis de maestría FLACSO–
CEDES, dic
16. VEGA OLIVERA, T. y A. VILLALOBOS COURTIN. 1997. Santiago de Chile: Manual de autocuidado del adulto mayor,
Ministerio de Salud
17. WEEKS, J. 1998. Sexualidad, PAIDOS / Universidad Nacional Autónoma de México, Pueg, 1a ed., México,
1998.
114
Manual de Información para Profesionales
115
Manual de Información para Profesionales
MÓDULO XI
I. INTRODUCCIÓN
Aunque en años recientes se ha observado una tendencia positiva hacia el aumento
del ejercicio y cada vez hay más adultos mayores concientes de que la actividad o la
movilidad es necesaria para la salud, no obstante, muchos aún no hacen el esfuerzo
para incrementar su nivel de actividad. Las personas que no valoran el ejercicio
como medio para mantener la salud óptima, encuentran a menudo excusas para no
participar en un programa de ejercicios. El ejercicio implica dedicación y esfuerzo.
Si el ejercicio no se valora, el esfuerzo no se hace.
El ejercicio es importante para todas las edades, e incluso para personas con
enfermedades crónicas. El programa se planifica individualmente basado en los
intereses de la persona, sus capacidades y sus limitaciones. El ejercicio regular
brinda beneficios tanto físicos como psicosociales. Por el contrario, la vida sedentaria
es una muerte parcial que conduce a la abolición de la función, acelera el
envejecimiento y constituye factor de riesgo de morbilidad y mortalidad.
II. OBJETIVO
Reconocer los cambios músculo-esqueléticos que ocurren en el envejecimiento y
describir las medidas de autocuidado y tipo de actividad física para la persona adulta
mayor, a fin de mantener su autonomía e independencia funcional posible.
III. CONTENIDO
• Cambios músculo-esqueléticos normales en el envejecimiento.
• ¿Por qué el ejercicio en el adulto mayor?
• Beneficios del ejercicio.
• Medidas de autocuidado para la actividad física del adulto mayor.
• ¿Qué clase de ejercicio o actividad física se debe hacer?
• Las caminatas.
117
Autocuidado de la Salud para el Adulto Mayor
El reposo prolongado constituye un alto riesgo para los adultos mayores, por producir
alteraciones en el sistema músculo-esquelético, cardiovascular, respiratorio, además
de favorecer el estreñimiento, la incontinencia urinaria, las escaras y la depresión.
118
Manual de Información para Profesionales
“Si no hay dolor con el ejercicio no hay ganancia” y “Estoy demasiado ocupado para
hacer actividad física”. Nada está más alejado de la verdad que estas creencias
Repercusiones
La incapacidad para funcionar físicamente tiene graves efectos sobre el desempeño
psicosocial y en el bienestar. La incapacidad para realizar las actividades básicas
de autocuidado y en general, todas las actividades de la vida diaria conducen a la
pérdida de la independencia y autonomía, disminuye la confianza y la seguridad; y
aumentan los sentimientos de baja autoestima y desesperanza en el adulto mayor.
Permanecer físicamente activo es la clave para la buena salud al llegar a una edad
avanzada y esto es posible manteniendo una actividad física moderada y funcional,
donde el adulto mayor puede compensar los cambios físicos propios de la edad.
No obstante, aproximadamente sólo una de cada cuantro personas mayores hacen
ejercicios con regularidad. Así mismo, se ha demostrado en investigaciones, que el
40% de los adultos mayores tienen limitaciones de movilidad en el desempeño de
actividades de vida diaria, y aproximadamente el 17% precisan ayuda en la actividad
de la vida diaria (AVD). En los mayores de 85 años el riesgo de discapacidad es del
50%.
119
Autocuidado de la Salud para el Adulto Mayor
A nivel respiratorio
• Aumenta la capacidad respiratoria, favoreciendo la oxigenación de la sangre.
A nivel músculo-esquelético
• Mejora y mantiene la fuerza muscular. Frena la atrofia muscular.
• Mantiene la flexibilidad de las articulaciones.
• Aumenta y mantiene el equilibrio y coordinación osteoarticular.
• Mantiene la resistencia en las actividades.
• Disminuye el riesgo de osteoporosis y aumenta la densidad ósea.
• Reduce el riesgo de fracturas y discapacidad músculo-esquelética.
• Favorece la autonomía e independencia y control de sí mismo.
Capacidad funcional
• La participación en programas físicos aumenta la capacidad aeróbica de los
adultos mayores sedentarios hasta en un 20%, equivalente a un regreso
funcional de más de 10 años.
• Mantiene la resistencia en las actividades.
Digestión, nutrición y sueño
• El ejercicio mejora la digestión-nutrición, dado que los adultos mayores suelen
presentar deterioro de los nutrientes esenciales, como calcio y proteínas, la
cual puede compensarse con una actividad física regulada y constante.
• Disminuye tambien el estreñimiento y el riesgo de obesidad.
• Mejora la calidad del sueño.
A nivel de las funciones inmunitarias
• Estimula las funciones inmunitarias y defensivas.
• Disminuye las probabilidades de padecer cáncer de colon y pulmón.
• Disminuye la formación de cálculos renales.
A nivel psicosocial
• El ejercicio parece incrementar la irrigación sanguínea cerebral, aun cuando
sea por corto tiempo. Por el incremento de las estimulantes naturales
(betaendorfinas, causadas por la actividad) se presenta una sensación de
bienestar, como también una disminución de los signos depresivos y ansiedad.
Esto aumenta los sentimientos de autoestima.
• El ejercicio en grupo facilita las relaciones sociales y la autoestima.
• Conserva más ágiles y atentos nuestros sentidos.
• Refuerza la actividad intelectual al favorecer la buena oxigenación cerebral.
• Contribuye al equilibrio psicológico y emocional.
• Da sensación de bienestar, con una visión más positiva de la vida.
• Ayuda a enfrentar con éxito el estrés.
• Ayuda a reducir comportamientos adictivos (fumar, comer demasiado o beber).
• Aumenta la confianza en sí mismo y da seguridad, con el logro de una vida más
independiente.
• Reduce el costo de la salud y de la carga para el cuidador.
120
Manual de Información para Profesionales
Seguridad
a. La persona adulta mayor debe consultar con el responsable de la atención de
salud (médico o enfermera o terapista físico o personal capacitado) antes de
adoptar cualquier programa físico. Las personas con antecedentes familiares o
personales de enfermedades cardiovasculares deben someterse a un examen
médico antes de cualquier programa de ejercicios y continuar con evaluaciones
periódicas, si es necesario. Al elegir un ejercicio se debe tener en cuenta: la
edad, el sedentarismo, si ha padecido o padece de enfermedades importantes
y el estado de salud actual.
b. Si por alguna razón, como una enfermedad, se tiene que suspender el programa
de ejercicios, reinicie la actividad en un nivel menor que cuando lo abandonó. La
fuerza y el tono muscular se pierden aún con una corta ausencia de la actividad.
Después, siga trabajando hasta lograr su nivel deseado.
c. Hay que vigilar muy especialmente la respuesta cardiaca al esfuerzo y una de
las formas de evaluarla es a través de la frecuencia cardiaca, la cual indica cuántas
veces late su corazón por minuto. La frecuencia cardiaca máxima es lo más rápido
que puede latir su corazón. Hacer ejercicio por encima de 75% - 80% de esa
frecuencia es demasiado para casi todas las personas. Usted puede calcular su
frecuencia cardiaca personal “recomendada” o deseada durante el ejercicio, con
las normas siguientes y unos cuantos cálculos.
d. Busque la categoría de edad más cercana a la suya en este cuadro y lea el renglón
horizontalmente:
70% - 80 % 100 %
60 años 112 - 128 160
65 años 108 - 124 155
70 años 105 - 120 150
75 años 101 - 116 145
80 años 98 - 112 140
85 años, a más 94 - 108 135
121
Autocuidado de la Salud para el Adulto Mayor
Prevenir complicaciones
Es importante asegurarse de que los adultos mayores posean un estado físico y
funcional que les permita participar en forma segura y cómoda en las actividades
que realicen, en caso contrario pueden estar en riesgo de sufrir una lesión. Para
prevenir y/o evitar complicaciones se debe:
122
Manual de Información para Profesionales
h. Las zapatillas o zapatos deben ser cómodos, suaves y que den un buen soporte
al pie. Reblandezca el zapato y use las medias más cómodas.
i. Use ropa cómoda y apropiada para evitar golpes de calor o hipotermia.
j. Evite la deshidratación y sudoración excesiva.
k. No mueva sus articulaciones más allá de su amplitud de movimiento. Debe
detenerse si existe dolor porque pueden producirse lesiones o daños.
l. Los ejercicios deben ser lentos y suaves y no deben causar dolor, fatiga ni
molestia alguna.
m. Realice siempre el calentamiento y enfriamiento porque reduce al máximo
cualquier reacción adversa. Se recomienda entre 5 a 10 minutos
respectivamente y debe hacerse despacio y con cuidado. El calentamiento
prepara el cuerpo para una actividad que requiere mayor esfuerzo e intensidad.
Esto evitará posibilidad de esguinces, tirones y desgarres en los músculos,
ligamentos y tendones, lesiones articulares y afecciones cardiovasculares. El
enfriamiento es la vuelta a la calma y debe incluir actividades de poca
intensidad, seguidas de estiramientos estáticos.
n. La interrupción brusca del ejercicio puede producir rigidez, contractura muscular
y a veces mareos y desmayos.
o. Concluir con una ducha.
Tómese su tiempo
a. Fragmente los ejercicios en períodos cortos, intercalando momentos de
actividad fuerte y descansos. El margen entre la efectividad y el riesgo de los
ejercicios es pequeño. Igualmente, es conveniente preparar los ejercicios en
diversos niveles y adecuarlos a cada uno de los adultos mayores y fases.
b. Desarrolle un plan semanal que establezca periodos de tiempos específicos
para la actividad, basado en su agenda diaria, treinta minutos de actividad
moderada todos los días es una meta conveniente. Usted no tiene que hacer
30 minutos seguidos de ejercicio. Los lapsos cortos de actividad, como subir
la escalera en lugar de tomar el ascensor, o caminar en vez de ir en automóvil,
pueden sumar 30 minutos de ejercicio al día. Rastrillar las hojas, jugar
activamente con los niños, y hasta las faenas domésticas se pueden hacer de
modo que cuenten como parte de su total diario.
c. Otra alternativa es tomar parte de un programa regular de ejercicios de actividad
baja a moderada durante 20 a 30 minutos, al menos tres veces por semana.
Sin embargo, la frecuencia del ejercicio debería ser diaria en un tiempo de 10
a 15 minutos, aunque otros recomiendan 30 minutos de intensidad. En cualquier
123
Autocuidado de la Salud para el Adulto Mayor
Ejercicios de resistencia
También llamado ejercicio cardiorrespiratorio o aeróbico. Son actividades que
aumentan la frecuencia cardiaca y respiratoria por periodos prolongados. Las
actividades de resistencia moderada incluyen caminar enérgicamente, natación, el
baile y pasear en bicicleta, y las actividades de resistencia rigurosas incluyen subir
escaleras o cerros, trotar, remar, nadar y andar en bicicleta cuesta arriba.
124
Manual de Información para Profesionales
125
Autocuidado de la Salud para el Adulto Mayor
Beneficios:
a. Robustecen y desarrollan fuerza, músculos y huesos proporcionando
independencia.
b. Ayudan a prevenir la pérdida ósea (osteoporosis) y aumenta el metabolismo
para mantener un adecuado nivel de azúcar en la sangre.
Tiempo recomendado:
a. Los ejercicios de fortalecimiento no tienen que durar mucho tiempo, 30 a 40
minutos al menos dos o tres veces por semana; pero no para el mismo grupo
muscular en dos días consecutivos.
b. Dependiendo de la condición de la persona, puede comenzar a usar pesas de
tan poco como 500g o un kilogramo (1 o 2 libras ) y aumentar gradualmente la
cantidad de peso.
c. Cuando se usan pesas, deben tomarse tres segundos para levantar y tres
segundos para bajar las pesas.
d. Si no se puede levantar una pesa más de ocho veces, es demasiado pesada;
si se puede levantar más de 15 veces, es demasiado liviana.
126
Manual de Información para Profesionales
Ejercicios de equilibrio
Los ejercicios de equilibrio se pueden hacer en cualquier momento y en cualquier
lugar, por ejemplo, el caminar de talón a dedo del pie, pararse en un pie y luego en el
otro (mientras espera el autobús, por ejemplo) y ponerse de pie y sentarse en una
silla sin usar las manos.
El beneficio es que mejora el equilibrio y la postura evitando las caídas.
LAS CAMINATAS
Aparte de los ejercicios dirigidos, como los descritos anteriormente, el ejercicio
continuado e individual (como caminar) son ejercicios aeróbicos que proporcionan
también los beneficios del ejercicio. En ésta se realiza el ejercicio básico que el
organismo requiere y porque puede ser efectuada, por lo general, en cualquier lugar
y momento.
127
Autocuidado de la Salud para el Adulto Mayor
IV. EVALUACIÓN
• Mencione los principales cambios músculo-esqueléticos en el envejecimiento y
sus repercusiones.
• ¿Por qué es importante el ejercicio en el adulto mayor?
• Elabore un listado de los beneficios del ejercicio.
• ¿Cuáles serian las recomendaciones y precauciones más importantes para
realizar los ejercicios?
• Mencione las recomendaciones para las caminatas en el adulto mayor.
V. BIBLIOGRAFÍA
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mejor. Manual para la tercera edad. Lima: Ed. San Lucas, pp. 27-55.
4. GAMARRA, P. 1998. Aprendiendo a vivir mejor. Lima: Ed. San Lucas, pp. 63–67.
5. HAM, R. y P. SLOANE. 1995. Atención primaria en geriatría. Madrid: Ed. Doyma, p. 112.
6. LONG, B., W. PHIPPS, y V. CASSMAYER, Enfermería Medico Quirúrgica. 3a ed.. Madrid: Ed. Harcourt Brace, pp.
84-87.
7. LEUCKENOTTE, A. 1992. Valoración geriátrica. Guías profesionales de enfermería. Madrid: Ed. Interamericana,
pp. 1-47.
8. ORGANIZACIÓN PANAMERICANA DE LA SALUD / ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD. 2002. Actividad física para un
envejecimiento activo. Promover un estilo de vida para las personas adultas mayores. Washington:
Proyecto Regional para la Atención Primaria de Salud, pp. 4-14.
9. R UIPÉREZ , C. y D. LLORENTE. 1996. Guía para auxiliares y cuidadores del anciano. Fundamentos y
procedimientos. Madrid: Ed. Mc Graw-Hill Interamericana, pp. 55-74.
10. STAAB, A y L. HODGES. 1998. Enfermería gerontológica. México: Ed. Mc Graw-Hill Interamericana, pp. 37-
45.
11. STRAUSS, E., E. DURAND y A. BLAUSTEIN. 1998. «Ejercicio y forma física: lo fundamental». Modern Geriatrics:
10(4): pp.115-121.
128
Manual de Información para Profesionales
129
Manual de Información para Profesionales
MÓDULO XII
I. INTRODUCCIÓN
Todas las personas, y de manera especial las adultas mayores, para conservar su
autonomía funcional y poder desplazarse libremente requieren mantener su
capacidad de movilizarse y para ello es fundamental contar con un buen soporte,
que en este caso lo constituyen los pies, que deberán estar sanos y funcionado
correctamente.
Las afecciones de los pies son causa de incapacidad y suelen no ser reportadas
espontáneamente. Los trastornos de la marcha, la inmovilidad prolongada y las caídas
recurrentes pueden ser formas de presentación de alteraciones estáticas o dinámicas
del pie.
II. OBJETIVO
Reconocer los cambios que ocurren en los pies al envejecer y describir las medidas
de autocuidado con la finalidad de preservarlos de una disfunción y/o discapacidad;
favoreciendo la vida de relación e independencia funcional en el adulto mayor.
III. CONTENIDO
• Cambios y alteraciones de los pies en el envejecimiento.
• Medidas de autocuidado con los pies en las personas adultas mayores.
131
Autocuidado de la Salud para el Adulto Mayor
132
Manual de Información para Profesionales
Várices
• Son las enfermedades más frecuentes en las piernas, que se producen
cuando las válvulas internas de las venas se deterioran y son incapaces de
funcionar de manera adecuada, es decir, la circulación se hace más lenta.
Esto causa la acumulación de la sangre y, por ende, las várices o venas
varicosas. En algunos casos, las várices no molestan a las personas que
las sufren, en otros se manifiesta como un peso en las venas, un dolor
después de estar mucho rato de pie o luego de una larga caminata. Se
manifiesta como un dolor o calambre, fatiga y venas palpables.
133
Autocuidado de la Salud para el Adulto Mayor
134
Manual de Información para Profesionales
IV. EVALUACIÓN
• ¿Cuáles son los cambios más significativos de los pies en las personas adultas
mayores?
• Mencione las medidas de autocuidado de los pies en las personas adultas
mayores.
V. BIBLIOGRAFÍA
1. GUTIÉRREZ, L. 1994. «Alteraciones de los pies». En: ANZOLA et all. (comp), La atención de los ancianos; un
desafío para los años noventa. Washington: OPS, Publicación científica, 546, pp. 153-155.
2. CONSEJERÍA DE SANIDAD Y SERVICIOS SOCIALES. 1997. El anciano en su casa. Guía de cuidadores para familiares,
auxiliares a domicilio, voluntariado y ancianos solos. Madrid: Dirección General de Prevención y
Promoción de la Salud, pp. 18-21.
3. DHYVE, C. 2000. Enfermedades de los pies. En: R. RODRÍGUEZ et all. (comp). Geriatría. México: Ed. Mc
Graw-Hill Interamericana, pp. 137-137
4. FISHMAN, T. FREEDLINE, A Y KAHN, D. 1996. Realizar un buen cuidado de los pies. Nursing. Barcelona:
Ed. Doyma, (9) 7: pp. 30-31.
5. GAMARRA, P. 1998. Aprendiendo a vivir mejor. Lima: Ed. San Lucas, pp. 63–67.
6. http://www.serviciossociales.cl/pag/autocuid.htm p: 3, Autocuidado en el adulto mayor. Cuide sus
piernas y pies, pp. 4.
7. GARRET, G. 1993. Añadiendo salud a los años: La nutrición en la vejez. Helpage International. Londres:
pp. 64-66.
8. SALGADO, A., F. GUILLÉN, 1986. Tratado de geriatría y asistencia geriátrica. Barcelona: Ed. Salvat, p: 93-95.
135
Manual de Información para Profesionales
137
Manual de Información para Profesionales
MÓDULO XIII
I. INTRODUCCIÓN
La estabilidad de la persona depende de la integridad y buen funcionamiento de los
componentes sensorial, central, cognitivo y músculo-esquelético; los cuales muchas
veces se ven afectados por los cambios fisiológicos asociados a la edad, las
enfermedades y factores ambientales que predisponen a las caídas.
Las caídas son uno de los síndromes geriátricos más frecuentes en los mayores.
Aproximadamente un 30% a 50% de los adultos mayores de 65 años que son
independientes y viven en su domicilio sufren cuando menos una caída cada año. La
incidencia aumenta al 50% en mayores de 75 a 80 años, en los institucionalizados en
cuidados prolongados, un 40% a 50% y en los hospitalizados entre el 20% a 25%.
Las caídas son un grave problema en los adultos mayores, debido a sus
consecuencias físicas, psicológicas y sociales. Son causa importante de lesiones,
morbilidad, incapacidad, institucionalización e incluso de muerte.
Asimismo, son uno de los indicadores importantes para identificar al “adulto mayor
frágil”, así como factor de riesgo de deterioro y de mal pronóstico. Sin embargo, es
importante destacar que las caídas se pueden evitar. Por ello, el conocimiento y
comprensión de sus causas y evaluación son fundamentales para llevar a cabo
estrategias fundamentalmente preventivas y de atención adecuada para poder
conservar su funcionalidad, autonomía, bienestar, y reintegrarlos al seno de su familia
y comunidad. Por lo tanto, el presente módulo contiene aspectos relacionados a las
causas, consecuencias y prevención de las caídas.
II. OBJETIVO
Reconocer los factores causales de las caídas en los adultos mayores y describir
las medidas para prevenirlas identificando, reduciendo o eliminando los factores de
riesgo y conservar su independencia funcional y autonomía.
III. CONTENIDO
• Las caídas en los adultos mayores y sus consecuencias.
• ¿Por qué se caen las personas adultas mayores?
• ¿ Cómo evitar que los adultos mayores se caigan?
139
Autocuidado de la Salud para el Adulto Mayor
Consecuencias físicas
• La consecuencia física más grave de una caída es obviamente la muerte. Las
caídas son consideradas como la quinta o sexta causa de muerte en personas
mayores de 65 años y es la causa más común de muerte accidental. Asi mismo,
como de morir es ocho veces superior que los menores que sufren caídas. La
mortalidad es mayor si se asocia a edad avanzada, ser de sexo femenino,
existencia de caídas previas, y el permanecer largo tiempo en el suelo sin
atención.
• Aproximadamente del 5% al 25% de las veces se pueden presentar lesiones
serias, como fracturas, y luxaciones, las que pueden llevar a inmovilización
prolongada, bronconeumonía, tromboflebitis, etc.
• Las fracturas (como lesiones más frecuentes) se ubican preferen-temente en
la cadera, seguidas de las de radio, húmero y pelvis. También las contusiones
y heridas se dan con mucha frecuencia y su importancia radica principalmente,
en el dolor que produce.
• Las lesiones neurológicas; hematoma subdural, conmoción y contusión cerebral
son problemas muy raros pero muy graves. Así mismo, las lesiones asociadas
a largas permanencias en el suelo son un factor de mal pronóstico, por la
hipotermia.
Consecuencias psicológicas
La principal y la más negativa consecuencia psicológica es el “Síndrome Postcaída”
que se caracteriza por:
• Miedo a volver a caer.
• Pérdida de la independencia funcional y autonomía.
• Modificación de los hábitos de vida previos.
• Actitud sobreprotectora de famiIiares y cuidadores, que provoca una mayor
pérdida de la autonomía.
• A menudo aparece depresión, ansiedad, tristeza con disminución de su
autoestima, prefieren no salir de casa y la consecuencia es el aislamiento social
y la merma de la capacidad funcional.
Consecuencias sociales
• Las consecuencias ocasionadas por las caídas se refieren a que necesitan
ayuda para realizar las actividades de la vida diaria, con disminución de sus
actividades sociales y laborales. Aumenta la utilización de los servicios de
salud y por ello las caídas representan el 40% de las causas de ingreso a una
residencia (institucionalización), aumentando el gasto económico institucional
y familiar.
• Considerando estas consecuencias físicas, psicológicas, sociales y
140
Manual de Información para Profesionales
La mayor parte (70%) ocurre en casa, mayormente por la presencia de objetos que
conducen a resbalarse o a tropezar, siendo el baño y la cocina los lugares más
peligrosos. La mayoría de las caídas es por las noches, debido a una menor
capacidad de adaptación de la visión nocturna, las barreras arquitectónicas,
alteraciones del sueño, nicturia y el uso de hipnóticos y sedantes.
Entre los factores intrínsecos que causan las caídas se considera los cambios
propios del envejecimiento, las enfermedades y los medicamentos.
141
Autocuidado de la Salud para el Adulto Mayor
• En el domicilio
A menudo los hogares de las personas mayores están llenos de riesgos ambientales
como:
• Mala iluminación de los ambientes: pobre o excesiva.
• Escaleras inseguras, sin pasamanos, mal iluminadas y gradas muy altas.
• Alfombras sueltas y arrugadas.
• Mobiliario en mal estado y excesivo.
• Cambios en la distribución de los muebles.
• Taza de baño muy baja, o sin barras de apoyo.
• Pisos y tinas de baño resbalosos, con mucha cera o mojados.
• Pisos desnivelados. Mesa y camas bajas.
• Cables, cordones, juguetes tirados en el piso.
• En el exterior
• Aceras en mal estado.
• Tráfico excesivo, mala señalización y falta de adaptación de los medios de
transportes y de acceso a edificios para las personas discapacitadas.
• El primer escalón de los transportes públicos es muy alto (más de 50 cm del
suelo).
142
Manual de Información para Profesionales
Las medidas dirigidas a prevenir las caídas incluyen educación sobre la propia vejez,
ejercicios, manejo de la enfermedad, evaluación de los medicamentos y mejora de
las condiciones ambientales. La educación debe ser dada tanto a los adultos mayores
como a sus familiares. La familia ocupa un papel muy importante ya que será la
encargada de identificar los factores de riesgo, o bien servirá como observadora de
las caídas; pudiendo brindar información determinante para el diagnóstico y
tratamiento, así como hacer las modificaciones necesarias. Así mismo, debe estar
comprometida y conocer el adecuado tratamiento farmacológico el cual es
determinante para evitar nuevas caídas.
143
Autocuidado de la Salud para el Adulto Mayor
• Al levantarse de la cama
a. Si está oscuro, encienda primero la luz, que debe estar a su alcance, y recién
depués levántese. Los interruptores deben ser accesibles.
b. No se levante rápidamente de la cama. Aprenda a levantarse progresivamente
en tres tiempos; sentarse, poner los pies sobre el suelo y luego levantarse,
para evitar la hipotensión postural.
c. Si usa orinal, que esté cerca de la cama, evite desplazamientos nocturnos al
servicio.
d. Si hay alfombras, que estén fijas al suelo.
e. Cuando se vista, evite colocarse los pantalones o zapatos estando de pie. Use
zapatos cómodos, de tacón bajo, suela antideslizable (mejor de goma) y bien
adaptados a sus pies.
f. Adecue la altura de su cama desde su rodilla al suelo. Lo más seguro es 45
cm, así se puede levantar sin problemas, y los bordes del colchón deben de
ser lo bastante firmes, y no blandos, para dar apoyo a la persona sentada, sin
riesgo a resbalar.
• En el baño
a. La taza del baño debe estar a una altura de 45 cm. Si no es posible
sobreelevarla con algún dispositivo, colocar asideros para sentarse y levantarse
del inodoro. Papel higiénico al alcance de la mano e instale un sistema de
144
Manual de Información para Profesionales
• En la cocina
a. Mantenga siempre el suelo seco y limpio.
b. No maneje ollas pesadas.
c. Reorganice los utensilios de la cocina para evitar el agacharse o tener que
alzarse. Los armarios y utensilios deben ser de fácil acceso.
d. Evite que haya objetos en el suelo que dificulten la movilidad.
e. Coloque pisos antideslizables en zonas de mayor riesgo: fregaderos, etc.
f. Mantenga siempre la calma, aunque tenga mucho trabajo en la cocina.
• En el resto de la casa
Eliminar todos los factores de riesgos de escaleras y pasillos, tomando las siguientes
medidas:
a. Instale luces en rodapiés y zócalos.
b. Mantenga adecuada iluminación (usando bombillas de 100 wats) cerca de los
peldaños de la puerta y los pasillos.
c. Coloque interruptores de forma que tengan fácil acceso (desde la puerta de
entrada y al comienzo y final de las escaleras ).
d. Señale de colores fuertes (rojo, amarillo) los lugares de peligro, como tramos
desnivelados, parte superior e inferior de las escaleras, etc.
e. Coloque pasamanos a ambos lados de las escaleras.
f. Evite las escaleras si tiene leve inestabilidad. Si las usa, utilícelas acompañado.
No olvide que las escaleras son el lugar habitual de ocurrencia de caídas.
g. Adáptese lo más pronto posible cuando cambie de ambiente.
h. Evite suelos muy lustrosos, irregulares o mojados. Emplee superficies
antideslizantes en el suelo, retire los niveles altos, mantenga las alfombras bien
sujetas, evite las alfombrillas sueltas que se deslicen, use sillas con
apoyabrazos.
i. Evite objetos pequeños, cables y juguetes en el suelo.
j. Evite subir a una silla, taburete o escalera para cambios de bombillas de luz o
coger objetos. Al inclinar la cabeza hacia atrás puede provocar un desequilibrio
postural, pudiendo causar también vértigo o mareo debido a reducción del
flujo sanguíneo cerebral.
k. Coloque su tendal para secar la ropa a la altura de la cabeza.
l. Levántese o salga con calma cuando suene el teléfono y/o la puerta.
m. La iluminación, en general, de su casa debe ser adecuada para que no se
deslumbre u originen sombras. Aumente la iluminación en áreas de riesgos,
como escaleras, baños, dormitorios.
n. Trate de mantener la temperatura (durante el invierno) a un nivel adecuado,
145
Autocuidado de la Salud para el Adulto Mayor
IV. EVALUACIÓN
• ¿Cuáles son las consecuencias de las caídas en los adultos mayores?
• Mencione los factores intrínsecos y extrínsecos causantes de las caídas en los
adultos mayores.
• ¿Cómo evitar las caídas en los adultos mayores?
V. BIBLIOGRAFÍA
1. AsESORÍA Y SERVICIOS DE ENFERMERÍA (ASENSA) / INSTITUTO Y DESARROLLO AYUDA A LA VIDA (AYUVI) 2001. «El mundo
del adulto mayor: Caídas; un riesgo que podemos evitar». Boletín (Lima, ene-mar).
2. DIRECCIÓN GENERAL DE PREVISIÓN Y PROMOCIÓN DE LA SALUD (OGPPS). 1997. El anciano en su casa; las caídas.
5a ed. Madrid: Ed. Navarro y Tapia, pp. 55–60.
3. ESSALUD. 1999. Manual de cuidados para el adulto mayor: ¿Qué hacer para evitar las caídas? Lima:
Copyright, p. 4.
4. GUTIÉRREZ, L. 1994. Caídas. En: ANZOLA et all. (comp), La atención de los ancianos; un desafío para los
años noventa. Washington: OPS, Publicación científica, 546, pp. 156-158.
5. GARRET, C y LLORENTE, D. 1997. Guía para auxiliares y cuidadores del anciano. Fundamentos y
procedimientos: accidentes y caídas. Ed. Mc Graw-Hill-Interamericana. Madrid: pp. 203–211.
6. KASCHAK, D. y D. JAKOVAC. 1994. «Caídas». En: Planes de cuidados de geriatría. Barcelona: Ed. Mosby
Doyma Libros, pp161–166.
7. KANE, R., J. DUSHANDER e I. ABRASS, 1997. Geriatría clínica; inestabilidad y caídas. 3a ed. México: Ed. Mc
Graw-Hill Interamericana, pp. 175-192.
8. LÁZARO DEL NOGAL, M. 1997. «Caídas en el anciano; ¿se puede prevenir sus consecuencias?» Modern
Geriatric: 9(2) pp. 31–32.
9. ORGANIZACIÓN PANAMERICANA DE LA SALUD / ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD. 2000. Aspectos clínicos en la
atención de los adultos mayores: Caídas. Fundación Novartis. Washington: Proyecto Regional
para la Atención Primaria de Salud (documento por publicar).
10. ROBLES, E y MORALES, T. 2000. «Síndrome de caídas». En: R. RODRÍGUEZ et all. (comp). Geriatría. México: Ed.
Mc Graw-Hill Interamericana, pp. 189–193.
11. R UIPÉREZ , C. y D. L LORENTE . 1997. Guía para auxiliares y cuidadores del anciano; fundamentos y
procedimientos: accidentes y caídas. Madrid: Ed. Mc Graw-Hill Interamericana, pp. 203-211.
12. SANDOVAL, L., J. CAPUÑAY y L. VARELA. 1996. «Caídas en el adulto mayor. Estudio de una serie de pacientes
de consultorio externo de medicina del Hospital Nacional Cayetano Heredia (UPCH, Lima-Perú)».
Acta Herediana: (7)3: pp. 119–123.
13. TIBBITTS, M. 1997. «Caídas; cómo prevenirlas y evitar lesiones». Modern Geriatric 9(2), pp. 33–38.
14. www. Servicios sociales. Cl/pag/autocuid.htm: Evite caídas, pp 11–12.
146
Manual de Información para Profesionales
147
Manual de Información para Profesionales
MÓDULO XIV
I. INTRODUCCIÓN
Una de las primeras necesidades de todo ser humano para su desarrollo psicosocial
y para la construcción de una vida plena y satisfactoria es la autoestima, pues el ser
humano necesita sentirse útil, saberse capaz, considerarse digno, aceptado, querido,
acogido, y perteneciente a algo y a alguien con quien se identifique.
En la última etapa de la vida, la autoestima cobra una relevancia especial, pues los
factores que contribuyen a los problemas de autoestima, pueden ser asociados con
cambios físicos, enfermedades, bienestar psicológico, y actitudes sociales
compatibles con el fenómeno del “viejismo”. Sin embargo, frecuentemente, nos
encontramos con personas adultas mayores que están plenamente en forma,
totalmente vigentes, atentas, llenas de iniciativas y planes de trabajo y aunque ven
disminuidas sus potencialidades físicas, su mente sigue lúcida disfrutando de la
vida y manteniendo una autoestima saludable.
II. OBJETIVO
Reconocer los factores que contribuyen a los problemas de la autoestima en los
adultos mayores y describir las recomendaciones para fomentar la autoestima.
III. CONTENIDO
• La autoestima.
• El adulto mayor y su autoestima.
• Recomendaciones para elevar y mantener una autoestima positiva en los adultos
mayores.
149
Autocuidado de la Salud para el Adulto Mayor
LA AUTOESTIMA
La autoestima es la valoración que tiene una persona de sí misma, en base al
autoconocimiento, y al afecto recibido desde que nace. Se expresa en una actitud
de aprobación o desaprobación revelando el grado en que la persona se sienta
capaz, exitosa y digna, y actúa como tal.
150
Manual de Información para Profesionales
A pesar de que muchas personas llegan a ser adultos mayores y se sienten todavía
en plenitud para la realización de sus trabajos, existe una conducta compatible con
el fenómeno de “viejismo” que da culto a la productividad, agilidad, vitalidad,
competencia, a los valores individuales, consumismo, autorrealización, y rechaza a
la persona mayor por considerarla inútil e improductiva. Esto conlleva a la
desvalorización y descalificación del adulto mayor, con repercusiones graves en su
autoestima. En virtud de esto, si una persona se siente bien, saludable y con fuerzas,
pero recibe el impacto de la opinión colectiva de que ya no nos hace falta es muy
probable que influyamos en el deterioro de su autoestima al hacerle ver que el grupo
puede prescindir de ella, que su pertenencia al “nosotros” ya no es tan evidente. Es
como decirle que el aprecio que sentíamos por ella/él se debía sólo a que su aporte
y presencia nos era útil. Esto es un duro golpe para su autoestima pues ésta se
alimenta con el sentimiento de valía personal y de pertenencia. Es decir la inclusión
familiar y/o social es determinante para la buena autoestima de la persona adulta
mayor.
Por otro lado, hasta el momento la sociedad no ha sido capaz de precisar el contenido
del papel del adulto mayor, faltando una definición sociocultural del conjunto de
actividades para cuando se retiran de la actividad laboral, y en cuyo desempeño
podrían percibirse como útiles, desarrollar sus potencialidades, conseguir
reconocimiento social y elevar su autoestima.
151
Autocuidado de la Salud para el Adulto Mayor
suele estar representado por una linda familia joven; pocas veces aparece la abuela,
y menos aún el abuelo en el cuadro. A este signo de marginación familiar respecto a
los mayores se añade la preferencia casi obsesiva de nuestros medios publicitarios
por el cuerpo joven, incluso el adolescente apenas púber, el llamado efebo en la
hedonista grecia, como ideal estético. Es lógico que en un ambiente así, el adulto
mayor hombre o mujer sientan que no tienen nada que ofrecer.
152
Manual de Información para Profesionales
153
Autocuidado de la Salud para el Adulto Mayor
i. Demuestre cariño a través del contacto físico: una palmada, un abrazo, una
caricia, etc.
j. Muestre un rostro amable y una mirada cálida.
k. Haga notar con palabras lo bien que se siente con sus familiares, amigos o
vecinos.
l. Comparta sus sentimientos.
154
Manual de Información para Profesionales
IV. EVALUACIÓN
• ¿Qué es la autoestima?
• ¿Por qué es importante la autoestima?
• ¿Está afectada la autoestima en los adultos mayores?
• ¿Cómo fomentar la autoestima positiva en los adultos mayores?
V. BIBLIOGRAFÍA
1. AUTOESTIMA. www.monográficos.com/trabajos5/autoest.shtml.
2. C ÉSPEDES , N y F. E SCUDERO . 1998. Para ser mejor: La autoestima en la escuela. Lima: Ed.
Tarea, pp. 1–19.
3. HAEUSSLER, I. y N. YNILICIE, 1996. Confíar en uno mismo; Programa de Autoestima. Santiago de
Chile: Ed. Dolmen Educación, pp. 11–40.
4. ROMERO, M; F. CASA y B. CARBELO. 2000. La Autoestima.
5. www.pntic.mec.es/recursos/infantil/salud/autoestim
6. TORO, C. 2002. Autoestima: Autoexamen. http://members.tripod.com/pirata2/autoestima.htm.
155
Manual de Información para Profesionales
157
Manual de Información para Profesionales
MÓDULO XV
I. INTRODUCCIÓN
La memoria es una de las funciones más importantes del cerebro humano. Sin esta
no se podría razonar, comunicarse o hacer planes para el futuro. Sin embargo, a
pesar de su importancia como función mental, probablemente usted sólo se acuerda
de la memoria cuando le ha fallado o actúa de modo inexplicable.
Casi todas las personas, a medida que se van haciendo mayores, y envejecen,
experimentan cierta pérdida de memoria, no sólo porque de pronto son incapaces
de recordar una cara o un nombre, sino también, porque les resulta más difícil retener
nuevas informaciones, nuevos datos o nuevas caras. Estas fallas usualmente ocurren
en el envejecimiento normal, y aun cuando estén presentes, no afectan su
desenvolvimiento en sus actividades habituales. Por otro lado, hay que recordar que
estos cambios relativamente normales no se encuentran en todos los adultos
mayores. Existen grupos numerosos que conservan sus funciones intelectuales y
cognitivas intactas.
II. OBJETIVO
Conocer cómo funciona la memoria, los cambios asociados al envejecimiento y
conocer las medidas de autocuidado para mejorarla y mantenerla.
III. CONTENIDO
• ¿Qué es la memoria?
• ¿Cómo funciona la memoria en los adultos mayores?
• Medidas de autocuidado para mejorar y mantener una buena memoria.
159
Autocuidado de la Salud para el Adulto Mayor
¿QUÉ ES LA MEMORIA?
La memoria es la capacidad de retener y recordar. Es decir, retener lo que sucede
en el presente y lo que le interesa. Recordar se refiere a traer al presente lo que se
ya se conoce. La memoria es condición necesaria para desarrollar una vida
independiente y productiva. Cuando la memoria se afecta podemos olvidar por
desuso, interferencia, represión o por enfermedades.
1
CALSO, J, 2001. Programa de Potenciación de Memoria. Unidad y memoria. Sevilla: Ayuntamiento de Sevilla.
160
Manual de Información para Profesionales
cuando comparan sus habilidades intelectuales con las que tenían hace 10 años.
Ellos manifiestan experimentar cierta dificultad en recordar algunos nombres, en
encontrar palabras correctas para expresar lo que piensan, en recordar dónde
guardaron algunos objetos o lo que iban a hacer. Sin embargo, estos cambios no
impiden que el adulto mayor siga desenvolviéndose correctamente en sus tareas;
es más, en esta etapa de la vida pueden aprender cosas nuevas.
Por otra parte, la preocupación y las quejas que expresa el adulto mayor y/o sus
familiares relacionadas a fallas mayores de la memoria y a la disminución de otras
capacidades cognitivas y conductuales y del funcionamiento general, pueden
responder a condiciones anormales o patológicas como las demencias, y afectan la
vida familiar y social. La demencia afecta al 10% de las personas mayores de 65
años y entre el 20 a 50% de los que tienen 85 años a más.
161
Autocuidado de la Salud para el Adulto Mayor
162
Manual de Información para Profesionales
163
Autocuidado de la Salud para el Adulto Mayor
un elemento:
Abababababa...
cadaeafa...
cdcdcdcdcdcd...
aabbccdd...
abxcdxefxghx...
aaabbbcccddd...
axbyaxbyaxby...
abmcdmefmghm...
c. Relate una historia a partir de una serie de palabras, creando imágenes
mentales en las que aparezcan las mencionadas palabras. Ejm: lagarto,
prohibido, sol, lucero,fascinación, sandalia, sustantivo, rocoto, lámpara, papel,
escuela, campiña, brujería, alguien, rival, completo, oro, celos.
d. Complete los refranes incompletos, los participantes los recortan a su gusto y
así dificultan su identificación; pero si el oponente llega a completarlos el que
lo planteó debe explicar su significado.
Aritmética:
• Si compra tres kilos de naranjas a tres soles el kilo, ¿cuánto debe
pagar?
• Practique ejercicios de cálculos, dé ejemplos de compras en el
mercado que incluyan pagos y devoluciones.
• Llamar por teléfono cuesta 0,5 soles los 3 primeros minutos y 0,30
soles cada minuto siguiente, ¿cuánto cuesta una llamada de 10
minutos?
164
Manual de Información para Profesionales
Cálculo:
• Si tiene la oportunidad confeccione un presupuesto.
• A 100 réstele 12, al resultado otros 12 y así sucesivamente.
• Multiplique un número de dos cifras por si mismo.
Razonamiento:
Los caramelos contienen azúcar...
Los B.B. son caramelos
Los diabéticos no deben comer azúcar..
Ana tiene diabetes..
¿Debe Ana comer B.B.?
165
Autocuidado de la Salud para el Adulto Mayor
Recomendaciones generales
a. Manténgase siempre con su mente activa.
b. Prevenga y/o trate la depresión.
c. Evite la soledad y el aislamiento.
d. Maneje adecuadamente las situaciones estresantes y/o evítelas en lo posible.
e. Adáptese a los eventos de la vida.
f. Mejore su déficit auditivo y/o visual.
g. Consuma los medicamentos por indicación médica, y si hay algún problema con
su memoria comuníquelo al médico lo más pronto posible.
h. Siempre esté motivado a mejorar su memoria, aprender y disfrutar de la vida.
i. No “gaste” memoria inútilmente, memorice sólo aquello que realmente le interese,
concentrándose en ello y en el interés que tiene para usted.
j. Estimule todas las funciones mentales, realizando los pasatiempos que más le
gusten y entretengan.
k. Cuando no entienda o no se haya enterado de alguna información que le estén
dando, pregunte abiertamente (usted tiene derecho a que le expliquen y/o le repitan
las cosas).
l. Relájese respecto a la situación de su memoria, puede tener la seguridad de
que lo está haciendo bien.
m. Memorice su plan diario de actividades según hora y fecha.
IV. EVALUACIÓN
• ¿Cómo funciona la memoria y qué factores intervienen?
• ¿Cómo funciona la memoria en los adultos mayores?
• ¿Cuáles son las medidas de autocuidado para mejorar y mantener la memoria
adecuado en los adultos mayores?
V. BIBLIOGRAFÍA
1. CALSO, J, 2001. Programa de Potenciación de Memoria. Unidad y memoria. Sevilla: Ayuntamiento de Sevilla.
2. GUERRA, M; ROBLES y V. VARGAS, et all. 1999. Guía de orientación para familiares y cuidadores del paciente
con enfermedad de Alzheimer. Lima: Fundación Alzheimer Perú, pp. 3.
3. HAM, R. y P. SLOANE, 1995. Atención primaria en geriatría. Madrid: Ed. Doyma, pp. 112.
4. MINISTERIO DE ASUNTOS SOCIALES.1994. La persona mayor. Guía aplicada de evaluación psicológica. Madrid:
Ed. Ministerio del Interior / Instituto Nacional Servicios Sociales (INSERSO), pp. 111-128.
5. PAPALIA, D. y S, WENDKOS. 1997. Psicología del desarrollo humano. 4ª ed. Ed. McGraw-Hill Interamericana.
S:A. Sta. Fe de Bogotá. Colombia. pp. 552-552.
6. ORGANIZACIÓN PANAMERICANA DE LA SALUD / ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD. 2000. Aspectos clínicos en la atención
de los adultos mayores. Washington: Proyecto Regional para la Atención Primaria de Salud.
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Manual de Información para Profesionales
GLOSARIO
actividades básicas de la vida diaria funciones básicas que las personas necesitan
ser capaces de hacer para cuidarse de sí mismas, se refieren a bañarse, vestirse, ir al
baño, levantarse de la cama, alimentarse y lograr la continencia urinaria.
accidente cerebro vascular (ACV) oclusión o rotura de un vaso sanguíneo del cerebro.
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Autocuidado de la Salud para el Adulto Mayor
esfínter cualquier músculo circular que al contraerse cierra el orificio natural del cuerpo.
exudación salida de liquido a través de los tejidos hacia una superficie o cavidad,
generalmente como resultado de una inflamación.
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Manual de Información para Profesionales
insuficiencia cardíaca incapacidad del corazón para funcionar como una bomba, de
forma eficaz de tal forma que no puede proporcionar un aporte adecuado de sangre
oxigenada a los tejidos.
melanina, pigmento pardo oscuro o negro que se encuentra en la piel, pelo y retina.
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Manual de Información para Profesionales
A. INFORMACIÓN GENERAL
La encuesta se llevó a cabo en las ciudades de Lima e Iquitos, del 19 al 22 de
agosto de 2002, fue aplicada a 70 profesionales de servicios de salud y sociales
que atienden personas adultas mayores; 66 profesionales devolvieron debidamente
llenos los protocolos, de los cuales 59 encuestas mostraron completado la información
solicitada, y por tanto entraron a la validación.
B. DE LA METODOLOGÍA
1. Técnica: encuesta cerrada.
2. Participantes: 70 profesionales de servicios sociales y de salud para personas
adultas mayores
3. Fecha: 19 al 21 de agosto de 2002
4. Lugar: Colegio de Enfermeras de Lima, locales de los Centros de Promoción
Familiar en Lima (INABIF) y en la Facultad de Enfermería de la UNAP.
C. RESPONSABLES
Dirección
• Mg. Zoila Leitón Espinoza
• Dr. Yiduv Ordóñez Romero, Médico Cirujano.
• Mg. Maritza Villanueva Benites, Facultad de Enfermería Universidad Nacional de
la Amazonía Peruana. Iquitos
Coordinación y facilitación
• Lic. en Enfermería Lindaura Liendo, del Instituto Nacional de Bienestar Familiar
(INABIF)
• Lic. en Trabajo Social Natalia Alvarado del Instituto Nacional de Bienestar Familiar
(INABIF)
• Lic. en Sociología Elia Luna del Valle.
• Lic. en Enfermeria Rosario Mocarro Aguilar, presidenta de la Asociación Peruana
de Enfermería en Geriatría – Gerontología
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Autocuidado de la Salud para el Adulto Mayor
II. ATRACCIÓN
III. ACEPTACIÓN
IV. INVOLUCRAMIENTO
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Manual de Información para Profesionales
V. INDUCCIÓN A LA ACCIÓN
F. CONCLUSIONES
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Autocuidado de la Salud para el Adulto Mayor
P. Módulo XV: La Memoria y los Adultos Mayores: Se precisó que las medidas
de autocuidado deberían ser adaptadas a los adultos mayores teniendo en
cuenta el contexto cultural, educativo y socieconómico.
3. Otras sugerencias que no han sido tomadas en cuenta por la estructura del
documento, se refieren: incluir gráficos e ilustraciones para mayor comprensión; que
deberían tener objetivos generales y objetivos especificos en cada módulo; que las
preguntas de la evaluación sean como pruebas objetivas; que algunas medidas se
describieran paso a paso y, así mismo que se colocaran diagnósticos de enfermería.
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