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Del mismo autor publicados por Editorial Poseidon CUANDO LAS CATEDRALES ERAN BLANCAS LE C0 R B S | E R EL MODULOR IT rr" LOS TRES ESTABLECIMIENTOS HUMANOS: ENSAYO SOBRE UNA MEDIDA ARMONICA A LA ESCALA HUMANA APLICABLE UNIVERSALMENTE A LA ARQUITECTURA YA LA MECANICA “DITORIAL POSEIDON BUENOS AIRES Adquiridos los derechos exclusivos para la edicién en castellano. Queda hecho el depésito que previene la ley argentina n° 11.725 © Copyright 1953 by Editorial Poseidon, $. R. 1. Peri 973, Buenos Aires. IMPRESO EN LA REPUBLICA ARGENTINA Titulo del original: “LE MODULOR” Traduceién por: Rosario Vena Primera edicién: 1953 Segunda edicién: 1961 3 CONTENIDO ADVERTENCIA PRIMERA PARTE AMBIENTE, MEDIO, CIRCUNSTANCIAS Y DESARROLLO DE LA INVESTIGACION CapituLo 1 — PreAmButo CarituLo 2 —Crono.ocia Capiruto 3—Martemdtica ! SEGUNDA PARTE REALIDADES PRACTICAS Capiruto 4 —Srtvaci6n pEL MOpULOR EN LOS TIEMPOS PRESENTES Capiru.o 5— PrimeRos EyEMPLOS DE APLICACION Capituto 6 — SIMPLE UTENSILIO TERCERA PARTE APENDICE CartruLo 7 —CoMPROBACIONES MATERIALES Y CODA Capiruto 8—AFLUYEN LOS DOCUMENTOS Y LA INFORMACION, Los USUA- RIOS TIENEN LA PALABRA 1 El cuadro de valores numéricos de El Modulor esta en pig. 79. 13 21 67 119 163 175 “> i ADVERTENCIA 1! La palabra “Arquitectura™ significa aqui El arte de construir casas, palacios 0 femplos. barcos, automéciles, vago- nes 0 aviones; EL equipo doméstico 0 industrial 0 el de cambios: EL arte tipografico de los diarios, revistas 0 libros 1a palabra “Mecénica’” se refiere a la construcciin de las méquinas que exigen directamente Ta presencia del hombre y los espacios que las rodean. Implica la sustitucién de lo arbitrario 0 de lo aproximado por ma eleccién motivada por el dimensionamicnto de las piezas estiradas, laminadas 0 fundi- das que entran en la construccién de las maquinas, 2° La vida no es enciclopédica para los seres humanos, sino personal. Ser enciclopédico ex mostrarse impasible ante la multitud y la complejidad de las ideas y los hechos, reconocerlos, conocerlos y clasificartos. Alennos no pue- den ser impasibles ante la vida y, por el contrario, son actores de ella. Aqui, solo se pretende inanifestar, mediante jalones exactos, la estela, acaso el surco, de una investigacién escalonada al hilo de una vida. investigacion ampliada (tal vez) a un resultado tangible porque una persona, un medio, un ambiente, fina pasion, una coyuntura, und circunstancia 0 una ocasién, han podido cons. tituir una cadena regular que pasa en medio de los tumultos de la vida que. son: circunstancias, pasiones, contradicciones, rivalidades, creptisculo en oer, fas cosas y aurora en otras, condiciones particulares, incluso revoluciona- rias, etc., etc. Lo contrario del estante de wna biblioteca enciclopédica donde se alinean voltimenes prudentes. eeane “Beast a Trav AMBIENTE MEDIO CIRCUNSTANCIAS Y DESARROLLO DE LA INVESTIGACION Capitulo 1 Preambulo cimientos mas perturbadores, provocando un malestar, constituyendo una traba, y complicando sin motivo Ja técnica, No nos preocupamos por tales inquietudes; cuando comienza la inquietud, 1m sencillo trinquete desatara las trabas abriendo el cauce a las libres iniciativas de la imaginacién. Los tusos llegan a ser modestas 0 poderosas costumbres; y nadie, en medio de tantas contradicciones agotadoras, adivina que una simple decisién, suprimiendo el obstaculo, pueda abrir paso libre a Ja vida. A la vida simplemente. El sonido es un suceso continuo que va, sin rupturas, desde lo grave a lo agudo. La voz puede emitirlo y modularlo, lo mismo que algrmos instrumen- tos como, por ejemplo, el violin y también la trompeta; pero otros son inca- paces de ello porque pertenecen a un orden humanamente organizado sobre intervalos artificiales: el piano, la flauta, etcétera. Durante milenios se ha podido hacer uso del sonido para cantar o para tocar y danzar. Fue la primera misica que se transmitié oralmente. Pero un dia —seis siglos antes de J.C.— alguien se preocupé de hacer transmisible para siempre una de estas miisicas de otro modo que no fuera de boca a oreja, y por tanto, escribirla, para lo cual no existia método ni instrumento; y como se trataba de fijar el sonido en puntos determinados, rompiendo asi su perfecta continuidad, habia que representarlo por medio de elementos cap- tables, y, por consiguiente, recortar el continuo de acuerdo con un cierto con- venio y hacer graduaciones, las cuales constituirian los peldafios de una escala (artificial) del sonido, ¢Cémo seccionar la continuidad del fendmeno sonoro? :Cémo recortar este sonido segiin una regla admisible por todo el mundo y especialmente efi- caz, es decir, susceptible de flexibilidad, de diversidad, de matices y de rique- zas y, sin embargo, sencilla, manejable y accesible? Pitdgoras resolvié la cues- tin tomando dos puntos de apoyo capaces de unir la seguridad y la diversidad: por una parte el oido humano — la audibilidad humana (y no la de los lobos, de los leones 0 de los perros) y por otra, los nuimeros, es decir, la Matematica (sus combinaciones), que es hija del Universo. [' decisiones, los usos o las costumbres persisten a través de los aconte- —b— Asi se creé la primera escritura musical capaz de contener composiciones sonoras y transmitirlas a través del tiempo y del espacio: los métodos déricos y jénicos, génesis mas tarde de la musica gregoriana y, por consiguiente, de la prdctica del culto cristiano a través de todas las naciones y de los mas diversos idiomas. Aparte de una tentativa sin gran éxito durante el Renaci- miento, esta practica continuéd hasta el siglo xvi en que la familia de los Bach y, particularmente, Juan Sebastian, cred una nueva notacién musical: la gama temperada, nuevo utensilio mas perfeccionado, que did después gran impulso a la composicién musical. Hace tres siglos que se emplea este utensilio, el cual basta para expresar lo que se presentaba como la propia finura del espiritu: el pensamiento musical, el de Juan Sebastidn, cl de Mozart y el de Beethoven, el de Debussy y el de Stravinsky, el de Satie o el de Ravel, el de los atonalistas de ultima hora. Acaso —y arriesgo la profecia— el desarrollo de la cra maquinista exija una herramienta mas sutil capaz de unir disposicioncs sonoras hasta hoy abando- nadas 0 no ofdas, no percibidas o no apreciadas... Pero permancce esto: la civilizacién blanca se ha apoderado durante el curso de varios milenios de dos utensilios para explotacién del sonido —fendmeno continuo intransmisible por la escritura si antes no se ha seccionado y medido. -*Y vuelvo al objeto de mi trabajo, gSe sabe que, en lo que se refiere a las cosas visuales, las longitudes, no han franqueado todavia nnestras civilizacio- nes la etapa realizada por la misica? Todo lo que se lia edificado, construi- do, distribuido, en longitudes, anchuras 0 volimenes no ha beneficiada de una manera equivalente a aquella de que goza la miisica — utensilio de tra- bajo al servicio del pensamiento musical. Como consecuencia de esta falta, gha resultado una pérdida para el espi- ritu humano? No lo parece, puesto que los Partenones, los templos de la India y las catedrales, asi como también todas las finuras de las recientes conquis- tas humanas, las inauditas mecdnicas que han nacido en el ultimo siglo, han podido jalonar la marcha del tiempo. Si se nos ofreciera un utensilio para medidas lincales u dpticas, gno se fa- —16— cilitarfa la escritura musical y las cuestiones referentes a la construccién? Tal es el tema que vamos a debatir ante el lector exponiéndole, en primer término, la historia de una investigacién que ha alcanzado este objeto, describiéndole éste, situando después el invento en el tiempo presente y procurando ver si ocupa un lugar apetecible. Por tltimo, dejando abiertas todas las puertas, se haré un Hamamiento al esfuerzo connin, y, desbrozado e] camino, cada wno podra, a partir del umbral de la puerta abierta, trazar una pista mas segura o mas nutrida, Se acabard por una sencilla afirmacién: en una sociedad moderna mecani- zada cuyas herramientas se perfeccionan cada dia para proporcionar recur- sos de bienestar, la aparicién de una gama de medidas visuales es admisible puesto que el primer efecto de este nuevo utensilio seré unir, enlazar, armo- nizar el trabajo de los hombres, precisamente desunido en este momento —in- cluso destrozado— por el hecho de la presencia de dos sistemas dificilmente conciliables: el sistema de los anglosajones y el sistema métrico decimal. ee Es necesaria una cxplicacién antes de emprender nuestra tarca: mostrar que la necesidad de una nueva medida visual no se ha presentade verdadera- mente como imperativa hasta hace muy poco, cuando los vehiculos de grandes velocidades han transformado las relaciones entre los hombres y los pueblos. Hace cien afios que la primera locomotora instauraba las velocidades mecdni_ cas preludiando la desaparicién de usos, de hechos patentes y de necesida- des, y, por consecuencia, de los medios mas de acuerdo con la velocidad de traslado hasta entonces posible: la marcha a pie que ritmé las empresas, de- cretd las necesidades, fijé los medios y cred los usos. Mientras se escriben estas lineas, la aviacién moderna transforma el mun- de, provocando un trastorno total (del que omitimos tomar conocimiento ). No es esta la ocasién de desarrollar el tema, del que resulta lo siguiente: todo Ilega a ser, todo ha Iegado a ser solidario. Las necesidades se mueven y Se

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