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2. LÍRICA: En los siglos VII y V a.C. encontramos en Grecia numerosos poetas que componen
poemas cortos de distintos géneros destinados a ser cantados, que agrupamos bajo el nombre de
lírica. Aparece esta poesía en sitios diversos de la geografía griega y cada poeta se expresa en su
propio dialecto. Cultivan un tipo de poesía personal opuesto al del narrador anónimo e impersonal de
la epopeya homérica. El individuo cobra voz y habla de sí mismo, de sus propias experiencias o bien
de los deseos para su ciudad en la guerra o en la paz.
La poesía yámbica (en verso yambo y de efecto ácido y mordaz) era adecuada para las burlas
y la sátira vulgar. Se representante más característico es Arquíloco de Paros (s. VII a.C.) soldado
mercenario que conoció la guerra como penosa obligación y no como marco de heroicas hazañas.
Lejos del ideal heroico, presume con desvergüenza en un poema de haber escapado con vida de un
combate tras arrojar cobardemente su escudo, acto deshonroso. Su preocupación no era salvaguardar
el honor ni el renombre, sino su vida.
La poesía elegíaca (con acompañamiento de flauta y en metro elegíaco dactílico) era en un
principio (s. VII a.C.) de tema guerrero. La cultivaron Calino de Éfeso y Tirteo de Esparta. Son
cantos de exhortación al combate, de poesía patriótica, cuyo fin no es celebrar hazañas guerreras de
héroes, sino dar ánimos a aquellos que escudo con escudo en la formación hoplítica exponen su vida
en defensa de su patria y de sus familias. La poesía elegíaca posterior abandonó esta temática. Su
representantes más famosos fueron Teognis y Solón. Teognis de Megara fue un poeta del siglo
VI a. C., partidario de un código de valores individualista y aristocrático. Ante las inminentes guerras
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médicas, proponía la postura del carpe diem, considerando la guerra, no un asunto patriótico, sino
una fastidiosa interrupción de la vida cotidiana. Es famoso por poemas de ideología aristocrática
dedicados a su joven amado Cirno. Solón de Atenas (principios s.VI a. Cto.). Político y legislador,
viajero y poeta, contado entre los Siete Sabios. Considerado uno de los padres de la democracia
ateniense, sus reformas intentaron limitar el poder de los oligarcas y satisfacer las exigencias del
pueblo, para el que entre otras cosas abolió la esclavitud por deudas. Su obra poética es un
testimonio y una justificación de su actividad política. Reivindica la justicia, la cual siempre acaba
imponiéndose por obra de Zeus, y la moderación, que evite la desmesura culpable (hýbris), falta que
provoca el odio de los dioses y acarrea siempre un castigo para el culpable o de su familia.
De la lírica mélica, monódica o personal los principales representantes fueron Safo y Alceo
(s.VI a.C.). Casi coetáneos, vivieron en la isla de Lesbos, lugar de refinada cultura. Contrasta con la
figura de Alceo, de carácter muy masculino, vehemente y belicoso, la poetisa Safo, cuya poesía es
melancólica, delicada, de una exquisita sensibilidad femenina. Esta poesía amorosa de Safo, dirigida
hacia otras mujeres, ha dado origen a la expresión amor ‘’sáfico’’ o lesbiano. Anacreonte de Teos
(s. V a.C.) escribe en jonio poemas breves y llenos de vida. Da lugar a un tipo de poema llamado
“anacreóntica”.
La lírica coral, poesía compleja cantada por un coro y ligada a representaciones rituales, de
tono solemne y barroco, culmina con Píndaro de Tebas y sus Epinicios o cantos a vencedores
atléticos de juegos panhelénicos. Los triunfadores de tales juegos encarnaban la excelencia
aristocrática, el ideal del grupo social al que Píndaro se dirige en su quehacer poético. Otros poetas
fueron Alcmán, Estesícoro, Íbico, Simónides y Baquílides, sobrino de Píndaro.
1. LA TRAGEDIA:
El teatro griego surge a partir de festivales religiosos dionisiacos. En las primeras
manifestaciones teatrales aparecían máscaras y un coro de sátiros, lo que se mantiene en el drama
satírico. A partir de ese teatro primitivo se desarrolla la tragedia a finales del siglo VI a. Cto.
El teatro se crea como espacio para una representación y consta de graderío, orquestra para
los músicos y danzas del coro, un proscenio o espacio elevado para los actores, y al fondo la escena.
Se empleaban decorados, las obras combinaban textos, recitado, canciones, música y danza y los
actores, siempre hombres, actuaban con máscaras.
La tragedia adapta la acción a un esquema, en el cual interviene el coro, representado como
un grupo de personas que rodean al héroe. La acción antigua volvía a suceder ante el público
ateniense. En la tragedia está presente en todo momento el dolor y la muerte que nos da una lección
solemne sobre las condiciones humanas.
El mayor representante y creador de la tragedia fue Esquilo, que transfiere a sus obras mucha
grandeza a partir de sus partes corales, largas y complejas. La acción dramática es simple y la lengua
rebuscada. Esquilo organiza las tragedias en trilogías, destacando la Orestíada que habla de los
crímenes de la casa real de Micenas, entre otros temas.
Otro autor importante es Sófocles, que aumentó la parte dramática y disminuyó la coral.
Abandona la estructura de la trilogía y destaca por la grandeza de sus personajes individuales. De sus
tragedias cabe destacar Antígona y Edipo Rey. Antígona trata de la decisión de una heroína de
enterrar a su hermano fallecido, incumpliendo así la decisión de Creonte, lo que la llevará a la
muerte. Edipo Rey trata del héroe, que, marcado por el destino del oráculo, mata a su padre y desposa
a su madre.
Eurípides es el más innovador, de mentalidad inconformista y crítica e influido por la
sofistica. Podemos destacar las siguientes obras: Medea, en la cual una mujer llamada Medea mata a
sus hijos para vengarse de su marido, Jasón. Otra obra importante es Hipólito, en la que una mujer es
víctima de sus pasiones. También destacan las Troyanas, obra de mucha sentimentalidad que habla
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de las penurias de unas mujeres consecuencia de la guerra de Troya. Las Bacantes es la última de sus
obras, que describe el castigo de Penteo, rey de Tebas, por oponerse al culto del dios Dioniso por
estar penetrando en su reino y en la que vuelve a los orígenes dionisíacos de la tragedia.
2. COMEDIA.
La comedia antigua, presentaba el contrapunto cómico, paródico y fantástico de la tragedia.
De sus personajes unos son creados por la imaginación del poeta, otros históricos y diversos dioses,
que intervienen en una trama libremente inventada.
La acción, deshilvanada, termina con el triunfo del héroe cómico sobre el antihéroe, lo que es
motivo de burla y risa. La comedia se ocupa de la vida cotidiana y de la gente sencilla. En ella
abunda la obscenidad, el chiste y el insulto grosero.
Aristófanes es el autor más conocido de la comedia antigua y el único del que se han
conservado obras. Vivió la época de la guerra del Peloponeso, de ahí su rechazo de los demagogos
belicistas y su obsesión por la paz. En su obra Lisístrata, las mujeres hartas de la guerra, mediante
una huelga sexual, obligarán a los hombres a firmar la paz. Aristófanes ridiculiza en sus obras las
nuevas corrientes innovadoras y se burla de figuras como Sócrates.
Otros autores de comedia antigua son Cratino y Eupolis, de los que no se conservan obras.
El teatro evolucionó hacia la comedia media, menos fantasiosa y más cercana a la vida
cotidiana. Abarca la mayor parte del s. IV (desde 404 hasta el 323 a. C.) Se conocen autores como
Alexis y Eubulo.
La comedia nueva (desde el 323 hasta el 263 a. C.) presenta una ambientación costumbrista y
unas tramas enredosas: los autores más conocidos son Dífilo, Filemón y Menandro. De este último
se conservan obras como El Díscolo y La Samia.
A partir de la época helenística el teatro se va extinguiendo dejando paso a un género menor,
el mimo: obras cortas de tipo realista y obsceno y tono desenfadado, o también parodias de la
mitología. El autor más conocido es Herodas (S. III a. Cto.), con mimos como La celosa o El
maestro de escuela. En el mimo los actores actuaban sin máscara y las mujeres representaban
papeles femeninos. La emperatriz Teodora (S. VI) fue en su juventud artista de mimos. Se mantuvo
hasta 1452.
TEMA 5. LA FILOSOFÍA
Los sofistas
Los sofistas, especie de maestros ambulantes, de reconocido prestigio, procedentes de los
lugares más diversos del mundo griego, confluyeron en Atenas en la segunda mitad del siglo V a.C.,
donde llevaron a cabo una verdadera revolución cultural. Con sus debates y enseñanzas los sofistas
pusieron en tela de juicio, sometiéndolas al examen de la razón, muchas de las concepciones
tradicionales (religión, leyes, costumbres….).Tal reacción a menudo se tradujo en acusaciones de
ateísmo y de corrupción de la juventud.
Los sofistas no constituyeron una escuela filosófica ni un movimiento homogéneo. Fueron
educadores: son los primeros en hablar del hombre o de la naturaleza que reestructura al individuo.
Partían de la base de que la virtud era enseñable, y de que había que distinguir entre lo que era por
naturaleza (νόµῳ) y lo que era con convención humana (φύσει). Cobraban honorarios por sus
enseñanzas y sus pupilos solían ser jóvenes de clases acomodadas con inquietudes culturales y, sobre
todo, ambiciones políticas. Enseñaban por medio de la retórica, entendida como el arte de persuadir a
los demás. El dominio de la oratoria capacitaba para imponer el propio punto de vista por medio de
persuasión y para sostener cualquier tema en cualquier situación de la vida. Estos métodos son los
que llevan a los sofistas a ganarse los recelos de la gente ateniense.
Mostraban una postura crítica frente a la tradición, cuestionando toda la herencia cultural de
los siglos anteriores. La certidumbre que la gran mayoría de las cosas humanas desembocó en el
relativismo radical expresado en la frase:”El hombre es la medida de todas las cosas”. No hay
valores absolutos, pues no hay unanimidad entre los hombres respecto a lo que es justo e injusto, lo
bueno y lo malo, etc.
Entre los sofistas destacó Protágoras, el más antiguo e importante. Fue acusado de ateísmo
y obligado a abandonar Atenas. Es sobre todo recordado por su afirmación del relativismo (“El
hombre es la medida de todas las cosas”) y por su defensa de las leyes. Gorgias destacó, como
estudioso de la retórica, entendida como arte de la persuasión y por su enorme habilidad en la
elocuencia.
SÓCRATES
Sócrates, (Atenas, 470-399 a. C.) fue una figura singular del pensamiento griego por el
influjo que ejerció en sus discípulos, pese a no haber dejado escrito alguno. Sabemos sin embargo
que usaba un método muy personal: utilizaba una ironía muy sutil y una falsa ignorancia (Solo sé que
nada sé). Sócrates no era un sabio ni un maestro profesional sino que no cobraba por enseñar y usaba
el diálogo como método para extraer ideas (la llamada mayéutica).
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Sostuvo con convicción sus ideas: el hombre debe buscar la verdad, la justicia, la bondad…;
el ciudadano debe obedecer siempre a las leyes. Acusado de corromper a los jóvenes y de introducir
dioses nuevos, fue condenado a morir bebiendo la cicuta y su muerte fue ejemplar. Discípulos suyos
fueron Platón y Jenofonte, entre otros. Ellos nos dejaron una imagen idealizada del sabio, del filósofo
consecuente, que se contrapone a la imagen ridiculizante que da de él Aristófanes en Las Nubes.
PLATÓN
Platón era ateniense (428-347). De familia noble, se dedicó a la filosofía por influjo de su
maestro Sócrates. La muerte de su maestro le afectó profundamente y se dedicó en cuerpo y alma a
la filosofía. Fundó una escuela filosófica, llamada la Academia. Pretendió también influir en la
política, por lo que fue consejero y maestro de los tiranos Dioniso I y Dioniso II de Siracusa. Platón
fue un gran pensador político en el plano teórico, como se ve en su diálogo La República.
Utiliza un estilo dialogado, con preguntas y respuestas cortas, donde se van sacando
conceptos. Usa a veces unos mitos inventados para ilustrar sus ideas (mito de la caverna, de la
Atlántida). Escribe diálogos, que se clasifican en tres etapas: los primeros, sobre la figura de
Sócrates, de tema ético, los llamados socráticos (Apología), otros de madurez en el que expone la
teoría de las ideas (Fedón, Banquete, Fedro) y, finalmente los de la última etapa (Las leyes).
ARISTÓTELES
Vivió en el siglo IV a Cto. Hijo del médico personal de Filipo II, rey de Macedonia, fue
discípulo de Platón, si bien se distanció más tarde y fundó su propia escuela, la peripatética o del
Liceo. Su filosofía tenía en cuenta la experiencia, frente al idealismo de Platón. Aristóteles fue
maestro de Alejandro Magno.
Sistematizó todo el saber de la época, con una obra ingente sobre ética, física, metafísica,
poética, etc. Sus obras se agrupan en tres épocas: una primera de signo más platónico a la que
pertenecería parte de su Metafísica, una siguiente etapa más realista con el resto de la Metafísica y la
Física, y terminaría con una fase con mayor interés por la ciencia empírica. Su proyección en el
mundo antiguo fue muy importante, aunque declinó bajo el empuje del neoplatonismo, para volver a
emerger en la Edad Media.