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Gabriela Mistral
Eugenia Caamaño
Elicura Chihuailaf
F. J. Irazoki
Eli Tolaretxipi
Cristina Cambareri
Felipe Fuentes García
Sara Castelar Lorca
Benjamín León
Sergio Oiarzabal
Aitor Francos
Óscar Distéfano
Óscar Alberdi
Antolín Amador
Vicky Sáez
Alejandra Yáñez
Vaneléis
María José Riveros
Inanna
Txaro Sierra
Josetxo Ordóñez
Javier Arnáiz
William Shakespeare
Ce Edwinski
6 palabras
Consuelo Martínez
Javier Aguirre Ortiz
Karina Campos
Abdón Corral
Taller de Lenguaje
Artes Plásticas
Taller Sayenco
TEMUCO 2010
http://SAYENCO.ES.TL
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PRESENTACIÓN
Esta revista que ojalá despierte tu atención es el fruto de muchas manos y muchos ojos que
quisieran repartirse por muchos ojos y manos. Es un fruto brotado de la tierra, así nos gusta
verlo. Con el oído pegado a ella, y también mirando al cielo, como necesitaba hacerlo Gabriela
Mistral para que sus poemas remontaran el vuelo, escriben, crean, pintan, cada una de las
plumas (a veces pinceles o sprays) que aquí se reúnen. Algunas son jóvenes, principiantes, pero
también por eso audaces, sorprendentes. No te dejarán impasibles ni los poemas visuales del
taller de lenguaje entretenido, ni las ilustraciones de artes plásticas, ni el lirismo ecológico de
Vicky Sáez, ni los cuentos con un toque de realismo mágico -Alejandra Yáñez- o de telenovela
–Karina Campos. Otras tienen más horas de vuelo, y están acostumbradas a la altura: el gran
poeta mapuche Elicura Chihuailaf, recientemente homenajeado en la Universidad de
Salamanca, nos envió un hermoso poema con su saludo Azul, que acogemos con emoción.
Francisco Javier Irazoki, hondo maestro desprendido, nos sorprende adivinando en el
mecanismo de un reloj la naturaleza insólita del tiempo. Eli Tolaretxipi, desde un sueño real,
lúcida alucinada, hunde su mano en la verdad doliente más allá de los ciegos filósofos. De
Cristina Cambareri, gran poeta de lo minúsculo, rescatamos unas sonrientes, brillantes
greguerías. Felipe Fuentes García, lírico exacto, profesor grande de humildad, nos lanza desde
Alicante un mensajero aleo de íntimas palomas. Sara Castelar Lorca, esencial poeta andaluza
que participó en las jornadas literarias que hermanaron en Vicuña a la gran chilena con el
también premio Nobel Juan Ramón Jiménez, nos envía la crónica de tan importante evento
mistraliano y una evocación –e invocación- plena de lirismo encabezada y cerrada por una cita
bien conocida de las estudiantes del Liceo Gabriela Mistral de Temuco: “todas íbamos a ser
reinas”. El poeta de Coquimbo Benjamín León, que presidiera las referidas jornadas
mistralianas, extrae de su memoria huesos helados de hambre. Óscar Distéfano, artista guaraní,
nos ahoga en una ola de sed, para después llover sobre la ausencia. Sergio Oiarzabal, poeta de
raza, uno de los más leídos del momento, comparte con nosotros su alta fiebre. Aitor Francos,
finalista del premio Adonais, nos remite poemas acuáticos de experto navegante. Óscar Alberdi
suspira oscurecido como gaviota tierra adentro. Antolín Amador nos regala desde su Madrid
una breve batalla de amor urbanita. Para Vaneléis la felicidad es enormemente pequeña.
Josetxo Ordóñez, navarro afincado en Barcelona, nos describe con intensidad la honda
experiencia, como testigo cercanísimo, de un parto natural –sin anestesia-, en Europa cada vez
más practicado, aprendido por su mujer Mireia de las mujeres “de la ancha América” durante
sus años de vida común en Perú. Aprovechamos la generosidad de Txaro Sierra, profe de
alegría, para seguir tejiendo con ella más palabras y más vida. Javier Arnáiz nos envía unos
endecasílabos a su compañera, emocionales y reflexivos. Ce Edwinski nos descubre a una mujer
de buenos aires seductores. Ramón Gómez de la Serna nos anuncia que el 6 va a tener familia.
Consuelo Martínez, que participó en su día en el taller, nos demuestra que sigue escribiendo,
escribiendo, escribiendo. La misteriosa Inanna nos envía misteriosas, redondas palabras.
Abdón Corral, un movimentado monumento.
Gabriela Mistral y William Shakespeare han sido los únicos cuyo consentimiento para
participar en la revista ha sido tácito. El de los demás ha sido explícito.
Con especial emoción incluímos también un poema de Eugenia Caamaño, que en su día
fundara el taller Sayenco y hoy sigue viva en el recuerdo de quienes la conocieron y en su
palabra poética, leve y voladora. Con este número de Sayenco queremos rendirle un pequeño
homenaje.
Buena parte de las ilustraciones proceden, justo es decirlo, de los murales –algunos dirían
graffiti- que hoy decoran la plaza de armas de Temuco.
Pero no desvelemos todo antes de comenzar. Ahora, no te quedes ahí, pasa, entra. Hay un
sitio para ti. Seguro que encuentras algo de tu gusto. Disfruta. Estás en tu casa.
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LA PALABRA
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Gabriela Mistral, del libro inédito Almácigo.
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Pilar Soto, 2ºA. Artes Visuales. Profesor Pelantarú Jara.
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La profesora Eugenia Caamaño fue la fundadora del Taller Sayenco
en 1994. Como ella solía decir, recuerda Consuelo Martínez, poeta
que participó como alumna en el taller y hoy estudia Pedagogía en
Castellano, la poesía juvenil merece ser rescatada, alentada, aireada.
DISTANCIA
Fríos vientos
detuvieron su vuelo.
Cuatro alas
acariciaron mi rostro.
Cuatro velos.
La distancia es sólo
un último vuelo.
Eugenia Caamaño
(Invierno 1990)
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Janina Paz, 2ºA, Artes Visuales. Profesor Pelantarú Jara.
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INI RUME ÑAMVM NOEL CHI LLAFE
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Gretel Bustos, Kultrun rodeado de alambre de púa.
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RETRATO DE MI GUARDAESPALDAS
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Poema de los filósofos excavadores
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GREGUERÍAS
Cristina Cambareri
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Íntimo latido
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EL AÑO QUE SE AHOGARON LOS GIGANTES
Gabriela Mistral
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Del hambre
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LA SED
tenía sed
enorme sed lo consumía
manaba el tiempo
inundando de sed su desventura
por las fiebres de su rutina
por los páramos de su mundo
se detuvo a beber
a beber todo el tiempo se detuvo
todas las horas
de su horrible vigilia
la sed no se apagaba
no se apagaba nunca
se hizo árbol
y la sed no cedía
se hizo peje
y la sed persistía
devorando su entraña
mutándole en antorcha
en lumbre viva del hirviente río
y la sed no menguaba
no la menguaba el hambre
ni la angustia
ni el sueño
ni el delirio
ni el hombre
ni el poeta
Óscar Distéfano
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LLUVIA SOBRE LA AUSENCIA
Óscar Distéfano.
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ATRACCIÓN
PRIMERAS NUPCIAS
(Gran Baile de Disfraces en el Salón de la Claustrofobia)
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mañana he de hacer un examen de maleta
y mis rodillas se hunden en el placer como en el eco las uñas de las concubinas
Sergio Oiarzabal
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PERSECUCIÓN NAVAL
Cambios de viento
gangrenan el grosor de la resaca:
Aitor Francos.
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LES BAIGNEUSES DE CÉZANNE
Aitor Francos
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Como gaviota tierra adentro
de blancas plumas
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OMEGA
F.G. Lorca
Antolín Amador
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AMBICIÓN
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Los últimos laureles hoy yacen mutilados como
un desecho humano que a nadie le interesa.
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Génesis Allulef, Cambio de mentalidad.
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Lucía y el gallinero
Lucía estaba tan feliz y dichosa de vivir con sus gallinas, que ya no
hacía nada más que estar con ellas. A pesar de todos los problemas
que tuvo que enfrentar, vivió muy contenta y agradecida de ser igual
a ellas el resto de su vida.
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Bárbara Ballier. 2ºA. Artes Visuales. Profesor Pelantarú Jara.
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Una mirada sin rostro
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Felicidad
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AGENDA LLENA, CORAZÓN VACÍO
AL ENCUENTRO
Julio 2003
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ENTRETEJEMOS VIDA
Y se va tejiendo mi vida
con la de todos.
Los hilos del pasado,
los hilos del presente,
entretejiendo vida.
El recuerdo conformando los colores.
Como el arco iris
a nuestro paso por el mundo
iluminando el amor
que nos trajo a la tierra.
Ese tejido invisible
que posará como una manta
junto a la feliz hierba
para que alguien
continúe el tejido
a nuestra ausencia.
Txaro Sierra
26 de Diciembre 2001.
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Escucha el alma de la tierra verde:
Lo que se da nunca se pierde.
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Díptico del Nacimiento
I
Sabia, pacientemente, supiste desde el primer dolor
que había llegado el día.
La serenidad de tus manos acariciaba toda la casa,
los gestos cotidianos:
aquellos últimos detalles en la maleta,
el desayuno primordial de los niños,
aquel peine olvidado sobre el lavabo,
los pomos de las puertas.
Observaba cómo quedabas detenida
doblando un camisón,
calentando el mate de frambuesa,
guardando un termo en la mochila.
Sabia, pacientemente, todo esto preparado.
Después, al llegar la luz, dispuesta al amor,
puesta en pie, en la fuerza de todo tu cuerpo,
comenzaste a recibirlo.
Tus manos y mis brazos se buscaban,
tu cuerpo descansaba en mí fugazmente,
hubiera querido atrapar esa eternidad contigo,
acompañarte siempre en ese instante detenido,
en esa hora de tanto amor.
Te hablaba al oído entre el sudor,
hasta el agotamiento.
Rasgaste la negrura del vientre.
Nació.
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II
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CONTIGO…
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COMPAÑERA
Javier Arnaiz.
Poeta vasco, es miembro de la Plataforma Blas de Otero y coordinador del blog ¿Dónde está Blas?
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Sonnet CXXX
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Las MUJERES en general
Las mujeres de Buenos Aires son como esas bellas arpías capaces de enamorar a
cualquier hombre distraído, e incluso, a uno concentrado. No importa cuánto huya,
por cierto, o sí. Cuanto más intente alejarse de la dama, peor será la desazón
ocasionada un tiempo después. Buen ejemplo de esto, o ejemplar llamémosle, es
Vanesa Pardo. Ella, de frágil figura e inocente hablar, rumbea por las noches
porteñas a la espera de… sólo ella sabe qué. Cuentan los duendes de piedra que
frecuentan los jardines arbolados, que esta mujer, Vanesa, fue vista cierto 28 de
enero bailando sin paz por el barrio de Abasto. El ritual parecía obtuso, poco tanto
llamativo. Un gavilán apareció en escena, dicen, como todo gavilán que se precie
de cuento. Intentó desconcertar a la muchacha y arrematar con indeferencia,
refugiándose en un bar amigo donde tomaba las copas sin pagar los pesos. Claro
está que Vanesa no perdió el tiempo, y con buenos aires seductores consiguió todo
aquello que los duendes acallan por pudor. Hasta el llanto consiguió, sí, y convertir
a su hombre en piedra. Despiadada, Vanesa, juntó cada gota. Ahora el agua
saliente de su regadera proviene de las lágrimas tristes del poco afortunado. Y así
sucede siempre, afirman los duendes, que saben de lo que hablan. Las mujeres de
Buenos Aires, como Vanesa Pardo, convierten a aquellos ilusos en enanos
desgraciados, los coleccionan como duendes de jardín, y los riegan con una mano,
mientras en la otra lucen ese tal anillo de casada que las convirtió en reinas por
reyes con mejor suerte, pero no menos desgraciados.
Ce Edwinski.
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Ramón Gómez de la Serna
greguería.
amor.
Participan:
Ramón Gómez de la
Serna, Ikal Bamoa,
Carmen María, Ignacio
Camarón, Virginia
Marconi, María Dolores
Acuña, Emilio Pedrini,
Alberto Cánepa, Héctor
Falcón Villa, Nicolás
Aimetti, José Antonio
Cervijo, Javier Aguirre.
DE CABEZA
Murcielaguito:
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cabeza abajo? (I.B.)
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Crónica de las I Jornadas Internacionales de Estudios
Mistralianos en Vicuña
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"Consejo Nacional de la Cultura y las Artes", del Gobierno de Chile,
que han hecho posible un ambicioso proyecto cultural en honor a la
memoria y la obra de esta poeta universal en el marco de su hermosa
tierra y en el cual también tuvo lugar el hermanamiento de su
Fundación, con la Fundación del premio Nobel español Juan Ramón
Jiménez de Moguer, Huelva, que se tradujo felizmente en un
compromiso de cooperación en la divulgación de la obra, a nivel
internacional, de ambos poetas, acuerdo en el que también tomó
parte el Municipio de Vicuña en favor del interés turístico cultural de
su región.
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del Norte de Chile.
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Te tocó un té
con sabor a tilo,
tartamudo y tosco.
Te tocó un té
Taciturno y tranquilo.
Años, mañana,
Y las estaciones son las mismas.
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Daniela Trangol 2ºA Artes Visuales. Profesor Pelantarú Jara
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ESTACIÓN
me dijeron
ubíquese
giré
miré los montes
verdesiempres al final de la calle
borré el rumor del tráfago
adiviné la luna
y los planetas
Dibujo de Vanessa Brown ©
y me dije
aquí estoy
este es el centro El campo ni siquiera tiene puertas
aquí escucho
la lengua de la tierra
Entre el campo y lo urbanizado hay una valla
aquí me ubico
El treile ignora toda división
Yo debo contentarme con mirar
(((mis ramas resplandecen))) A través del alambre de púa
La verdadera luz del trigo verde
El treile no comprende
que la urbanización POESÍA UTILITARIA
no es cosa suya
J.A.O.
Taller Sayenco.
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INOCENCIA PARA CRECER
Contra la infelicidad...
cultivar la inocencia.
Como el pollito que rompe su cascarón
con su única fuerza: la de la vida,
que le hace caminar
y buscar su alimento.
Cada día,
haciéndonos,
inocentándonos.
28 de diciembre de 2006
Txaro Sierra
CALMANTE
Y encendió la luz
porque el día se había apagado,
y encendió un sueño
para apagar la noche.
Febrero 1997
Txaro Sierra.
70
Los que están lejos padecen nostalgia,
Para los que están lejos ojalá fuera Temuco,
Y aquí ojalá fueran tierras lejanas.
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CANDIDATO
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La verdad de Lucía
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EN VENTA
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MONUMENTO
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