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li [03] El fotógrafo del horror
¿Me hablaba Manolo A., en la
casa de Concepción Ba¡amonde, de Fran,
cisco Boi-x? Creo recordar que si. creo re-
cor:dar que alguna vez me habló de l4aut-
hausen ! de Boir. Bueno. en realidad.
Manolo me hablaba a m-"nudo de su expe-
riencia en el campo de concentración de
\{authausen- Yo Ie escuchaba sin decir
nada. No podia decirle nada por razones
de seguridad, de clandestinidad. No tenía
llanolo por qué saber que,vo también
habia sido un deportado. No en Mauthau-
spn. dpsde lupgo. como lo fueron Ia ln.
mensa maJ'orÍa de loS republicanos es-
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pañoles prisioneros del ejérclto naz i tras
el desastre francés de 1940. No eD X4aut-
hausen. pues, sino en Buchenwald. Pero
Nlanolo no tenÍa por qué saberlo.
Me hablaba de N{authausen. prolija
mente, eso sí. pero ¿me habló acaso de
Francisco Bo¡i. su c¿marada de partido.
su compaiero de sufrimiento?
Creo r€cordar que sí, y que yo le con.
testaba diciéndole que habÍa conocido a
Boü en Pads, después de la guerra. Eso si
que podía contárselo. no desvelaba con
ello ningú¡ secreto de la organización.
Cuerpos famél¡cos, pé.o ya
tranqu¡¡os. Do5 presas dél cam.
po na¿¡ tras la l¡berac¡ón. El
lll Reidr 3e ha derrumbado, las
t.opas noÉeañedcanas han en-
trado en M¿uthausen. Otro
retrato de Bo¡x, con 25 años,
lras la l¡beÉc¡ón. Se ha querido
presentar con ¡ns¡gnia sov¡ét¡ca
en la goÍa, y la ciimara al hom-
bro, como arma. Boix folo"
gÉfía a un gn¡po de ¡óvenes es-
pañoles presos en Mauthausen
y que han tomado las armas
que hasta un dia anles llevaban
sus vigilantes, Mu¡erés en s¡.
luac¡ón exl.ema que habían lle.
gado en los últ¡mos ñeses a
Mauthausen, ptoc6d€ntes de
otaos campos, ante el avance de
las lropas alladas,
La casa de Concepción Bahamonde,
número 5, de la que se ocupaba ur matri-
monio milita¡te, María -r X4anolo -{.. fue el
primer piso franco que el aparolo del PCE
puso a mi disposición. Bueno, no sólo a 1a
mÍa: a disposición de los dirigentes que
necesitara¡ cobijo y apo]'o en Madrid. El
piso fue comprado para Simón Sánchez
l{ontero. que no pudo ocuparlo por razo
np- quF !a hp lplatado. .¡e pat-écp. en
algún otro iugar. -v que, de todas formas,
no vienen al caso. Yo dispuse de esa casa
vario: años. hasLa quc Carrüo. ¿ co"¡ien
zos de los sesenta. me quitó dei trabajo

operativo de dirección en NIadrid. dado
el sesgo adquirido por la discusión ini,
cjada por Fernando alaúdjn y Fpderjco
Sánchez en eL Buró Político del PCE.
Luego. la casa de Concepción Baha,
monde fue ocupada por Julián Grimau.
Cuando éste fue detenido en Nlanuel Be-
cerra. muv cerca de aili demasiado cer-
ca de alli. cieltamente-, Ia policia de la
dictadura consiguió seguir el hilo que al-
guna ligereza o impfudencia habrlan
puesto en evidencia. y descubrió la casa
cla¡dc. ina. dél"n iFndo tambiFn a Nlaria
y Nlanolo A.
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Sea como sea. Nlanolo A. me habló de
Francisco Boix en Concepción Baha
monde. me atrevo a afirma¡lo.
De Boix. Jio conservaba u¡ recuerdo
nÍtido. preclso. Sigo conser-vándolo. por
cierto: me parece estar viéndole. como
suele decirse. Me parece que iue a,ver.
como también suele decfse.
Aunque los rasgos de su cara se ha-
yan \,-uelto borrosos, en la memoria con
5er\o un recuerdo mul nirido de 5u si-
lueta, de sus andares. de la vivacidad de
su palabra. la viveza de su gestualidad:
era r]¡ hombre de una extraordinaria vi- >
 [03I El fotógrafo del horror nazi

EI preso s€ ha convertido en leportero, Todo lo que capta tendrá un valoa crucial para
comprender qué pasó. El 7 de mayo de 1945, los norteañericanos reconst.uyen cómo fue la e¡trada de la primera
patiul¡a en el campo. [Jna pancarta de los españoles ant¡fasc¡stás saluda a las fue]zas llbe€doras. Día 5 de
mayo. Una de las imágenes tomadas por FÉndsco Bo¡x en los p¡iñeros momentos de ¡a liberac¡ón, con una mu-
chedumbro de genle aleglo y oxpectante. lóve¡es presos españoles .etratados por Bo¡x en Mautha¡¡señ, en
f944. Boix, con un evidenie gesto de satisfacc¡ón, se ret.ata con un fusil en la mano, junto a abu¡dañte maleraal
mil¡lar abandonado por los soldados nazis, que huyeron o se entrcgaron ¡nmediatamente como prisioneros.

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talidad. Y no sólo por ser joven. Sin duda.
l,' anie todo. porque un largo frecuentar la
Guando la voz y ¡a memoria de los testi-
muerte le había dado un agudísimo senti' gos se hayan ext¡ngu¡do, las fotogtaiías
do de1 vaior de la vida. de cada momento
de vivencia- de supervir-encia.
de Boix segu¡lán alumbrando el recuerdo
Otro deportado de Nllauthausen. en
aquel glorioso verso de 1945. manifestaba Pero ]a vitalidad de Lalo era muy dife- flejaba sobre todo en un afán cuasi obsesi
u¡ idéntido espíritu \,ital, \italista. Era éste rente a la de BoL\, aunque ambas fuesen vo de conquista y de castigo mujeriego.
Lalo \Ilr¡oz. valenciano, pintor. que estu!.o notables. Como nos decía a Emilio Gómez Nadal
durante nuesfa guerra en el Estado \Ia,ror La de Lalo. durante aquellos primeros -\'a mi. compinches los tres a menudo de
de la división de El Campesino. y que nos tiempos del regreso a la vida. antes de que largas tardes de soi y de sal discursiva:
contaba anécdotas sabrosisimas -algunas ésta se encarrilara por los cauces habi" '\Iientras no se me hayan ¡odas abierto
espehunantes- de dichojefe de barda o de tuales de1 emparejamiento y de la mono' de piernas. no tend¡é la certidumbre de es-
guerrilla metido a militar profesiona-i. gamia sucesiva, la vitalidad de Laio se re tar vivo..- '.
 n:
Rotunda declaración que corregía de
inmecliato con una risotada. \.a sabia éi
qua pr¿ i-usoria sérlejante amb;cion.
que lodas no se le abririan de piernas.
''Aho'a b'en . anadra p6ncar:\o. ;llegaié
algún dÍa a estar nueramente seguro de
estar rilio?' . como testigo en el proceso de Núremberg.
Enrilio,F -pia de aqueüa orulrpr¡ia.
Yo no tenia ganas de reirme. Y es que
complendía lo que Lalo pretendia decrr-
Tanpoco a mi me era fácii saber si esta
ba lir,o. convencerme de que era algo
Inás que la ensoñación de alguien qrie
hubiese muerto en Buchenwald.
La vitalidad de Francisco Boix era
mu! diferente. Supongo que tend¡ia. como
todos nosotros. sus asuntos amorosos o
eróticos. Pero nunca le he \.isto aconpa-
ñado. ni durante aquellos primeros lne
ses. ni más tarde. después que apareciera
lo cual hizo de Boú una persona-lidad en-
tre nosotros. un personaje públlco.
La única novia que le he conocido a
Boñ dentro de los limites. claro está, de
nuestras relaciones. que fueron frecuen
r"- flutdac. !"ro <uperli 'al"- . la unica.
tue su cámara fotográfica.
 Las imágenes que captó, más las fotos tomadas por las SS de Mauthausen y que Bo¡x fue háb¡lmente robando y es"
condienalo hasta él ñomento de la libetac¡ón, fo.maron un ¡nate.¡al fundamental para procesai a los criñinales nazis, Aquí, el re-
Portero en su con¡paÉcenc¡a ante el Tr¡bunal Mil¡tar Internac¡onal, El f¡scal f.anqás Charles Dúbost, durante el interogaior¡o,
@ñ una de las fotós pt€sentadas coño ptueba en su mano. Bo¡x, coño tést¡go contra el horor nazi. S¡enpre fiel a sus ¡deas
de izqu¡erdas. Años después, Boix (¡dent¡f¡cado en la foto con las inic¡ales F, B.) cr¡bre una manifgstación ant¡frarquista en País,

Como Karmen. como Capa. repor-
reros >obradamel. re conocidos. mereci
damente famosos. Francisco Boi¡ era
un fotógraio nato. un apasionado de la
captación de imágenes sig ficati\¡as.
De su obra cle periodista ]' reporte'
ro fotográfico. dispersa en los a.rchi\'-os
de di\,ersas publicaciones gráficas del
entorno del partido comunista francés.
cabe destacar las fotos de Nlauthausen.
En aque- lejani¡Lmo \erano do I9.l;.
cuando Boix nos enseñaba algunas de
esas folos -las que bjlló astuta ! valien
temente en el laboratorio fotografico de
Nlauthausen: las que hizo éi mÍsmo. so
bre todo en los momentos de ia libera
ción del campo por las tropas arnerica
nas . confreso que !_o las mifaba apenas.
Todo aquello me era qonocido, era
reflejo de un pasado mortifero que me
esforzaba por oh.idar.
Ho¡'. pasados los años. llegado ei
l .l\ jdo o dé la decmemorja.
émpo del
todaría peor . aquellas iotograñas ad-
qureren un valor prácticamente inesti-
mable.
Todo aquello fue verdad. ! Boi\ lo
i]]mortalúó. Cuando los testigos ha!a-
Tnos muaflo. cuando sp ha\-a pxrin€rui
do nuestra \,o2. apagado nuestra mY
moria. las fotograflas que Francisco
Boix, joven catalán militante y apaslo-
nado. conservó o realizó segLrirán ha-
ciendo posible ia lucecita del recuerdo.
Asi fue. I'Boú lo rescató de La nada.
con su visión de fotógrafo. o
El ¡¡bro Francisco Boi\. El lotógrqfo de
iI.luthausen . escríta par Benito Eer,te
] publicado po la editariol RBA.
.ja
estará a la ljet1ír a portir de mediúdas
de la próxima senlana.

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