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Saale ia APELLIDOS GUARANIES por Lebn Cadogan, I a ar a al Bee Letina a gan MIL APELLIDOS GUARANIES Aporte para el estudio de la onomastica paraguaye * Homenaje a la If Semana Folklérica Paraguaya 13/22 de Agosto de 1960 * Serie Estudios Antropolégicos Ne 2 | SDITORIAL TOLEDO 18 y 3 (Sajonia) "Peléfono 3657 Asuneién-Paragnay El autor acompanado del cacique Lambaré y los hijos de éste. (ote Bejarano). Leon Cadogan nacié en Asuncién en 1899, eridndose en Cuel, Oviedo y Villarrics. Verdadero autodidacto, fué adquiriendo una s6- lida cultura a fuerza de grandes sacrificios y en medio de difieul- fades econdmicas. Habla. perfeciamente el inglés, el francés, el por tugués, el alemén y el mbié, ademis del espanol y el guirani, Es um antropdlogo m&s conocido en el exterior que en su pro- “pio pais, por sus asiduns colaboraciones en revistas cientificas ex- amjeras. Jn la prensa nacional dié a publicidad muchas de sus pro- Gueciones relacionadas con distintas parcialidades, indigenas. Hl Centro de Hstudios Antropolégicos del Paraguay, entidad a la que pertenece el seitor Cadogan, edité en 1957 su trabajo ‘*Apua- tes de Medicina Popular Guairefia’’ muy interesante desde el pun- Pee Ce to de vista folklérico. Tiene publicado ademas, GUAT RATAYPY (Polislore), CAROVENY (Toponimia), COMO INTERPRETAN LOS CHIRIPA LA DANZA RITUAL (Folklore) ete. Ultimamente 1a Facultad de Pilosofia, Ciencias y Letras de la Universidad de Sio Paulo, edité su libro AYVG RAPYTA, : ue con- tiene los textos miticos de los Mbié. Guarani del Guaitt.: Bl hecho de que la wniversidad paulistana Raya editado gratuitamente este libro de 220 paginas en papel Obra 1%, demuestra la calidad de la * obra. Ta Casa Editoria! Toledo, se honra en editar esta obra del ami- go Cadogan como Tomo N° 2 de la Serie Estudios Antropolégicos, én homenaje de la Il Semana Folkidriea Paragnaya, con la sequri- dad de que enoontraré eco favorable en todas las c ¥ en especial-en los centros cientificos y estudiantile 8 sociales, Los editores, co S El Cacique Pablo Vera de Yroysa (Paso Yo- i vai), fallecido en 1958, el altimo gran diri- “a gente de los Yeguacava Tenondé (Mbié- Gua- yani), intimo amigo e informante del autor, a + INDICE I.—Breves anotaciones sobre onomastica guarani ......-. IL—Los nombres personales Apapokuva .. IM— Los nombres personales Mbié TV.—Los nombres personales Chirip’ .. V.— Los nombres personales Pii o Taviterd . VI—Nombres de dioses y figuras prominentes de la mitolo gia guarani Vil. Nombres y apellidos expaigles guaranizados VIIT— Los apellidos guaranies de las misiones del Oirus redueciones ....+- IX.— Apellidos por orden alfabético ... X.— Los nombres personales guayakies - Bibliografia Tarumi + I. — BREVES ANOTACIONES SOBRE ONOMASTICA -GUARANI Después de eserito “Las Reducciones del Taruma y la destruccién de la organizacién social _de los Mbyd- quarant del Guard” para Estudios Antropolégicos publi- cado en honor del Dr. Manuel Mamio (Méjico, 1956) pu- acias_a la gentileza del conocido guaranidlogo P. Antonio Guasch, consultar “Vida _y obra de seis huma- mistas” de Manuel J. Peramas, S.J. y otras obras de los eronistas dé Ia Compania, conteniendo referencias a cer- le los Ka’ygua o Monteses (Mbya-guarani), lo cual meé impulse a estudiar con mayor detenimiento Ja histo- ria del grupo. Presenté el resultado de mis investigacio- nes, titulado “Los Mbyd-guarani del Guaird — bosquejo histérico” al U1 congreso de la lengua tupi-guarani rea- lizado en Asuncién a mediados de 1956, pero el trabajo permanece_inédito, a excepcién de algunos ejemplares Taimeografiados, mal impresos, en los que se publicd si multéneamente un importante poema épico religioso gua- rani recopilado por el General Marcial Samaniego entire los Tavytera (guaranies) del Alto Ypané. - Entre las tareas que me impuse en busca de datos, iué el revisar unos 1200 apellidos guaranies conservados en los registros parroquiales de los pueblos situados den- tro del habitat de los Monteses rebeldes y de sus descen- dientes los Mbyd-guarani, y los de Santa Maria de Fé (Misiones) y otros pueblos circunvecinos, adonde fue- ron llevados los Monteses y de donde, como es sabido, se fugaron para volver al Tarumé. Utilicé los datos que lo- gré reunir acerca de uno de estos apellidos: Yasued pa- ra una comunicacién titulada “Aporte para la interpre- tacién de un apellido guarant”, publicada en “Revista de Antropologia”, Sio Paulo, Dic. 1957, transeripta, en pa te, mas adelante, siendo los conceptos que le merecié es- @ te trabajo a un amigo especialista_en ciencias onom4s- jicas, los que me impulsa a presentar la presente reco- pilacion, Los registros de San Joaquin que revisé son frag. mentarios; los de Nuestra Sefiora del Rosario de los Ajos (hey Coronel Oviedo), son: los Libros de Bautismo, de Confirmaciones y de Defunciones correspondientes al p2- riodo 1806-1850; los de Villarrica: el Libro de Defun- ciones y el de Bautismos correspondientes al periodo 1807-1848; los registros de CaazapA y Yuty contienen asientos fechados desde 1793 hasta comienzos del presen- te siglo; los apellidos correspondientes a Misiones fuc- ton obtenidos en una “Lista de los Naturales de Santa Maria de Fé, de San Ignacio Guazi, de Santa Rosa y de Santiago en 1812”, conservada en el Vol. N° 406 del Ar- chive General de la Nacién, con datos suplementarios obtenidos en el mismo archivo en un documento titulado “Lista de los Naturales del Pueblo de Santiago’, hecha en 1842 y 1843, y otros datos obtenidos en los registros de Santa Rosa, gentilmente puestos a mi disposicién por el hoy finado Padre Vericat. Hn cuanto a los apellidos utilizados en San Estanislao (Santani), pueblo que, con San Joaquin constituian las “Misiones del Taruma”, ob- tuve una lista en el Vol. 374 del Archivo General y otra en los Libros del Registro Civil de aquel pueblo corres- pondiente a los primeros afios de este siglo. Entre otras personas, han colaborado desinteresadamente en la ob- tencion de los datos contenidos en esta recopilacién, don Hipélito Vera y el R.P. Wilfrido Rivas (Caazapé), don Dionisio Cadogan (Yuty), R.P. Juan Carlos Prieto (Vi- llarrica) y ol R.P. Petronio Florentin (Coronel Oviedo), y aprovecho esta ocasidn para expresarles mis sinceros agradecimientos. Nadie que haya tratado con indios guaranies admi- tira que apellidos como Abaquid (hombre sucio) ; Cheait (soy ruin, de mal agiiero); Depa (eres ti?); Dachei (no soy yo); Cuiiamingi (mujer floja), y otros por él estilo que figuran en esta recopilacién, sean de origen autéetono o sea, patronimicos empleados por los indios libres. Porque para el Guarani prehispanico el nombre 8 ve ree Pee era, y sigue siendo para los restos Mbyd, Chiripa yv Pai o Tavyter’ que ain sobreviven en la Regién Orien- tal y hablan dialectos puros, conservando también sus creencias religiosas, una parte integrante del ser huma- no; 0, como lo expresara Nimuendajti, escribiendo en 1914: “... el nombre es un pedazo del alma de su po- -seedor, mejor: se identifican, formando un todo insepa- rable... Cuando se han agotado todos los recursos para salvar la vida de un enfermo, se apela al ultimo de cam- biarle el nombre... El enfermo dotado de un nuevo nombre, hasta cierto punto se vuelve wna persona dife- rente”. Cuarenta afios después, Emilio Carrillo, dirigen- te de un pequefio grupo chiripé (guarani) radicado en Mareelina, (Itakyry), me informé que cuando lo bauti- zaron por primera vez, le aplicaron el nombre de Tupi Yvyra (arbel de Tupi, dios de la Huvia y del trueno). A raiz de una enfermedad grave, tuvo que cambiar de nom- bre, dandole el oporaiva (cantor, dirigente espiritual de latribu) el de Tupé Yvi Ya (tierra sagrada de Tupi). ‘Nuevamente enfermé, y para salvarle la vida, le aplica- yon el nombre de Kunumi Suréi Miri (mozo — suréi — ave — pequefio) y este nombre lo entonaria en la tierra hasta el fin de sus dias: afengarat vard ma ko yvy re == (destinado a entonarlo yo en esta tierra). En la mis- ma creencia de que el nombre es parte integrante del ser se basa la costumbre, citada por Montoya y subsistente hasta hoy entre los Mby4, de cambiar e] Guarani de nom- bre cuando cometia un homicidio: “Pero yeerog, mudan- ga comin de nombre cuando matan alguno”’; y en cuya costumbre hay que busear e! origen del empleo, en gua- rani paraguay, de la palabra yerd (yeerog, yeherd = ‘cambiar de nombre) con el significado de temible, terri- ble: es yeré (terrible) porque cambié de nombre (oye- her6) por haber muerto a un semejante! Se deduce, por consiguiente, que apellidos como Abaquid (hombre su- cio) y otros por el estilo —relativamente poco numero- sog— hayan sido aplicados a los neéfitos en son de bur- la al dotarsele de un nombre de pila espafiol y un apelli- do guarani (en algunos contadisimos casos, como el de -Asamé, de apellidos espafioles guaranizados). Y estudia- 9 Fee) el dos el total de apellidos recopilados a la luz de lo que sa~ bemos acerca de patroniniia y mitologia guaranies, s+ deduce que por regla general era el mismo neéfito, o qui- zs el dirigente del grupo al que pertenecia, a quien co- rrespondia la eleccién de nombre, o mejor dicho, de ape- Nido. A fin de que el lector pueda formarse juicio pro. pio al respecto, transeribo mds adelante una lista de | nombres personales ‘“‘sagrados’” de varios subgrupos gua- ranies y los nombres de sus dioses principales. ~ Entre lcs patronimicos que encierran reminiscer- cias de religién y mitologia guaranies que fueron adop~ tados como apellidos de indios cristianizados en las M siones y Reducciones, se destaca un ntimero considere- ble que llevan el sufijo yz (ju, dju). Acerca de este suf: jo, que al célebre Nimuendaja le tuvo algo perplejo, di- ce su traductor Juan Francisco Recalde (en 1944): “La voz ya pertenece a la mitologia y ha desapare-~ cido de la mitologia vulgar. E's posible que ni los mismoz payé (hechiceros) sepan ya lo que esa palabra significa. y que aparece vematando un nombre personal... Ten mos la coincidencia de que yu significa también amari- lo, pero ese color no tiene valor mitolégico...” Entre los Mby4, no solamente los dirigentes, sing cualquier indio medianamente versado en las tradicie- nes religiosas guaranies sabe perfectamente bien lo que significa yu; y en “Tradiciones religiosas de los Yegua- kéva Tenondé o Mbyd’, publicado en 1946, dije que “la definicién que de esta voz yu dan nuestros mburuvicha, (dirigentes) es: 0 mari’e¥ rij ohupity ma va’é (el que. ya no puede sufrir dafio, el que ya ha aleanzado el estado de indestructibilidad, 0 sea: indestructible, eterno). Y las mismas creencies religiosas de estos indios nos brindan, ereo, una explicacién bastante légica del porqué del em- pleo de esta voz con la acepcién indicada: en el hecho de considerar ellos como sagrados, divinos los colores ama. rillos (yu) y azul (ovy)”. Hgon Schaden Ilegé a la misma conclusién realizan- do trabajos de campo entre restos guaranies del Brasil, como lo dice en sus notas a “Apontamentos sobre os Gua~ rant’, por Curt Nimuendaji, Revista do Museu Paulis, 10 © ta, Vol. VIII, Néva Série, 1954. “Na opiniao de Recalde, cor amarela, que em guarant se diz ju o dju (yu), rao tem “valor mitolégico”, em que se possa fundar outra. interpretacio. Mas na realidade € esse 0 sentido que 4 maioria dos Guarani da ao final ju (yu), nao na tradu- vio vulgar de amarelo, mas como termo religioso em que 0 amarelo equivale a “awreo” como a luz do sol e, de mo- do geral ao celeste, sublime ow sagrado”. Sintetizando, puede afirmarse que los apellidos c nembres con el sufijo yu, denotan que en las personas que los Mevan se consideraba que habia reencarnado el alma “eterna, milagrosa” de otra ya desaparecida, dog- ma de Ja religion guarani tratado minuciosamente por Nimuendajti; y en ciertos casos, como el de Guyraya (Pa- jaro Eterno), que en la persona que lo lleva ha encarna- do la palabra (palabra y alma de origen divino son sind- nimos en guarani castizo) enviada a la tierra por el dics © figura mitolégica que lleva dicho nombre. a elevada proporcién de apellidos consistentes en nombres de animales, aves, reptiles e insectos —casi la euarta parte del total recopilado— trae a la memoria el hecho de que los Guayaki, el grupo mas primitivo del troneo lingiiistico tupi-guarani, utilizan exclusivamente nombres de esta naturaleza—. Ademas, los trabajos de campo practicados hasta ahora entre este grupo huidizo demuestran que nombre y cuerpo provienen de la misma radical: “The root of the words for name and for body are the same”. También, creen que el cuerpo del feto a nacer esta formado de la carne de un animal consumida por la futura madre hallandose embarazada, animal (ave, reptil o insecto) cuyo nombre llevara también el nifio euando nazca. Los Chirip4 contempordneos utilizan toda- via algunos de estos “nombres animales” como patroni- micos sagrados. Y aunque entre los nombres “‘sagrados” mbya y pili que he logrado recoger, no figuran nombres de esta naturaleza, aquellos conservan en sus tradiciones memoria de dos caciques llamados Mberi Ava (Hombre- Mosca) y Randuchiya (Libélula Eterna). Un ntimere considerable de los apellidos recopilados, son nombres de animales que ocupan lugar destacado en los textos miti- cos guaranies (Aguard, Aracf, Caba, etc.), dedicandose unas observaciones a cada uno de ellos en el lugar co- rrespondiente. Los apellidos Araca, Araracé, Araraya, Canindé, Gua- cani, Guyrar6é, Guyrayaé y Paracéu constituyen prueba de la importancia que tienen las aves de esta familia (los loros) en Ja mitologia nativa. En el mito mbyé, fué un oro de los Wamados paracdu el que revelé a Sol y Luna que su madre habia sido devorada por la anciana a quie- nes ellos llamaban abuela, permitiendo a los Gemelos ven- garse de ella y de sus hijos. Por temor a que Paracau re- velase los secretos del destino a los hombres (ombo-ara- euad = impartir conocimientos del universo), Sol deste- rré a Paracdéu, pero corifidndole la custodia de la mare- ma que conduce a Yvy Mara’ L¥, el paraiso guaran, sien- do su obligacién ensefiar esta maroma a aquellas almas que merecen ingresar en la Tierra Sin Mal, a fin de aue puedan cruzar el mar que separa la tierra del paraiso. En jos textos de los Tavy-terd o Pai, las aves que ensefian el camino a! paraiso a las almas, se designan con el nom- bre de Guyrayi (Pajaro Eterno), nombre que figura en nuestra recopilacion, y estos Guyraya son los loros: Pa- racau y Canindé: papagayos, figurando ambos como ape- llidos. En el Nengareté o poema épico religioso de esta parcialidad al que ya se ha hecho referencia, se cita a Guyrayi o pajaro eterno: Ofendi catéi ri ma, Guirayi acati-ré nembo-aivt fandé: ya se escucha nitida- . mente, que el Pajaro Eterno nos dirige la palabra. Los Chiripa conservan una versién del mito similar al de los Mbyé, sus vecinos. Los datos de que disponemos acerca de uno de los apellidos utilizados en las Misiones demuestran que tam- bien algunos de los nombres de los dioses principales del panteén guarani provienen de nombres de animales; en otras palabras, encierran reminiscencias de un pretérito totemismo. Se trata de Yasucd (Yazuca, Vasucari), ape- Hido conservado en los registros parroquiales de Nues- tra Sefiora del Rosario de los Ajos y también en los de los pueblos de Misiones. En mby, yachucd (la s no se utiliza en este dialecto) pertenece al voeabulario religio- 12 so, siendo el nombre de un adorno ritual de la mujer, v el significado que encierra para el Mbyda, es el de: em- blema de la feminidad. Yachucé Chy Eté (la verdadera Madre Yachuca, o de las Yachucd), es la esposa del Dios del Sol, figura central de su teogoni: yachucd vyap% (tronar de yachucd) es el nombre religioso del himno 0 canto ritual de la mujer; y Yachueé, seguido de un cali- ficativo, es el nombre de aquellas personas cuyas pala- bras o almas (fie’eng) fueron enviadas por esta diosa a ja tierra para que se encarnaran. Entre los Apapokw’ segin Nimuendaji, yosued es una vara adornada uti! vada por la mujer al repartir la chicha en la danza ri, tual; y entre los Chiripa he oido citar una yerba medici- nal utilizada en enfermedades de la mujer, llamada ka- pit asukd. En la mitologia de otro subgrupo guarani, los. Pai o Tavyteri del Ypané, yasucd (jasuka) es el elemen- to primigenio, el origen de todo, atin de los mismos dio- ses. Esta definicion, de Marcial Samaniego, de la que di- je que era “dificil de aceptar sin investigaciones mas prolijas’, ha sido plenamente correborada por Egon Scha- den mediante investigaciones practicadas entre un gru- po de la misma parcialidad que habia migrado al Brasi!. El nombre Djasuca-rayvi fué hallado también por el Rdo. P. Franz Miller, quien lo cita en su conocido “Bei- trige...”, y se pregunta si no proviene del nombre gua- yaki de una especie de cerdo montés: djasucadju = “Rot- Kopgschwein”. Los elementos de juicio que he reunido prestan visos de probabilidad a esta hipétesis. Tayast, palabra euya afinidad lingiiistica con yasucd es evidente para quien conozea el guarani, significa puer- co montés, segiin Montoya, y bacoro en el VOCABULA- RIO NA LINGUA BRASILICA; tayasd eté, segin Mon- toya, es el nombre del jabali o cerdo montés grande. El nombre genérico de este cerdo montés grande, en varios dialectos, es cochi; (en “guarani-paraguayo” se llama tafiykati, nombre que va siendo sustituido por jabalin, del espajiol jabali) ; y ultimamente Ilegué a saber que el nombre guayaki es chachi. En la mitologia guarani ocu- pa un lugar destacado: en Yvy Pyti, el dirigente Bligio Vargas me recité unos versos de un canto ritual que: 13 tiene por tema este cochi o tayast; y posteriormente el cantor chiripé Faustino Barrios, deplorando la falta de religiosidad de la actual generacién, dijo que “en vez de cantar nosotros los dirigentes, debemos trabajar para, ‘comprar carne, porque Tayasi Yari (el duefio de los cer- dos), hace que ios tayasié y otros animales no se acerquen a nuestras trampas, por mas que dance y cante yo al sa- ber que un paisano las ha armado”. Chiripa y Pai con- servan el mito de “Nuestro paisano que se prendd (oye- potd) de la cerda (tayasi)”, el que tiene por tema la odisea de un indio que, juntandose con una marrana, se traslada al “Pais del duento de los cerdos’, una isla en medio del mar, para morir en forma trégica al abando- narla y volver a su tierra. Para los Mbyd, como el mito lo da a entender, este cerdo es mymbd por (animal pri- vilegiado), pertenece al Dios Carai Ru Eté (verdadero padre Carai, o de los Carai), y las piaras hasta se tras- Jadan a su paraiso, vna isla situada en medio del mar, segin algunos dirigentes; segtin otros, “Para Guacht rovét”: allende el Gran’ Mar. También _es mymbdé por para los Chiripé, como lo demuestra el canto ritual de Eligio Vargas al que he hecho referencia; mientras pa- ya el Tavyteri, es mymbd veté (animal verdadero, ge- nuino) y so’6 recé catt, nombre que podria traducirse por: animal comestible de vida privilegiada. Admitiendo la hipdtesis del P. Miiller acerea de la etimologia del patronimico Yasued (reforzada por el nom- bre Chachi que he halado posteriormente entre los Gua- yaki) y, lo que es igualmente razonablemente, el nexo entre Yasuca y tayasa, es tarea fAcil explicar porqué, en él vocabulario religioso de los Mby4, Vachuka o Jachuka ‘sea un nombre sagrado femenino, en apapokuva, un ador- no ritual de la mujer, y en chiripd, con una modifica- cién muy caracteristica del guarani, una hierba emplea- da para curar enfermedades de la mujer. Es cierto que Montoya da la traduccién tayasé: puerco, tayasti eté: Jabali, etc., pero en mbyd, una de las ramas puras de la lengua que menos modificaciones ha sufrido por contae- “tos con paraguayos, tayachi es el nombre que se apliec w la hembra del cochi, nombre genérico, éste, de estos % animales. El macho de la misma especie se Nama cava- revé, nombre empleado también por los Chiripa para designar el jabali grande que dirige lz manada. En el guarani de los Tavyteri, la hembra de la especie también se llama tayast (tajasti), y el macho, guaraci. Llama la atencién el que caraveré y guaract no figuren ni en el “Tesoro” de Montoya ni en el “Vocabulario na lingua brasilica”; pero Guaraci es apellido guarani y ha sido ineluido en esta recopilacién por figurar en los ‘docu- mentos examinados. En cuanto a la etimologia de Carai Ru Eté (verda- dero padre Garai, 0 padre de los Carai), una de las fi. guras mdximas del olimpo mby4-guarani, “duefio del rui- do de crepitar de llamas” (tataendy ryapt yd), y “due- fio de los cerdos monteses grandes” (kocht yd), podemos atenernos a lo que nos dice al respecto el insigne Mon- toya: “Karat, compuesto da card, destreza, astucia, ma- fia; e i de perseverancia: astuto, mafioso. Vocablo con. que honraron a sus hechiceros universalmente, y asi lo aplicaron a los Espafioles, y muy impropiamente al nom- bre Christiano y a cosas benditas, y asi no usamos déi en este sentido”. (A pesar de los esfuerzos del gran gua- yanidlogo, la palabra se generalizé con el nombre de ben- dito, sagrado, empledndose con este significado tanto en Brasil como Paraguay y Corrientes. Salta a la vista la similitud entre Carai y Caraveré. siendo el significado de esta tiltima palabra, el de: el superlativamente diestro, astuto 0 mafioso. A mi pare- cer, no admite de otra traduccién; lingiiisticamente, por lo tanto, existe estrecha relacién entre Carai Ru Eté, uno de los cuatro grandes dioses de la mitologia mbyé-gua- rani, considerado como duefio de los jabalies, y Caraveré, el macho o marrano de la ‘misma especie. También me parece evidente el nexo entre Caravié Guasti, uno de los dioses del panteén tavyteri o pi, y Carai, Caraveré, sien- do una de las tareas de este dios, segin varios informan- tes de esta parcialidad con quienes he hablado, vigilar el lugar de Yasucd: onangareké Yasukd vendd re. Es cierto que Carai, como Yasuea (jachuka) es nombre per- sonal sagrado, y que mientras Yasucd es un apellido gua- Yani relativamente comin en los documentos que han servido de base para esta recopilacién, en los mismos praécticamente no aparecen apellidos derivados de Karai (Carai) : en ellos he hallado un solo asiento con el ape- llido Caraibache (llegada del Sefior). Este hecho, sin em- bargo, puede explicarse facilmente: comp lo dice Mon- toya y lo repite el Vocabulario na lingua brasilica, la palabra se utilizaba primeramente para designar a los europeos (una raza superior!) y después las cosas sa- gradas; no se veria por consiguiente con agrado que wa indio lo llevara como apellido, por mas “cristiano” que fuese. (En guarani paraguayo, llamar “Carai’ o sefior a un indio equivale a blasfomar). Tan sugestivas como los nexos Hingtiisticos entre Yasucé y tayast; Carai, Caraveré y Caravié Guasi, son ciertas practicas relacionadas con, este animal: en Paso Yovai he visto clavada a la puerta de una choza indige- na la glindula odorifera del animal, o parte de ella, con los pelos adheridos, explicandome el indio Alberto Me-~ dina que es costumbre adornar asi las puertas cada vez que se caza un Chochi. Otro informante merecedor de confianza, Paulino Castelli, Mbyd oriumdo de Puerto Ber- toni, me describié una fiesta a la que asistié en Coroni- ta, poblacién indigena situada entre Presidente Franco (Alto Parana) y Pa’i, o ex Misién del Verbo Divino, con motivo de haberse cazado dos de estos animales. Las mujeres con sus tacuapi (varas de bambu), y los hom-~ bres con sus mbaracé (sonajeras) celebraron una corta danza ritual; se convocé a los de la poblacién con anguw’a- pt (tambor) ; fueron preparados panes de maiz para ca- da uno de los concurrentes; pronuncié una arenga el di- rigente diciéndoles que el cerdo montés grande es mym- bd poré (animal privilegiado) perteneciente al dios Karat Ru Eté e instando a todos a vivir en paz a fin de que el Duefio de los Cerdos les permitiera vivir muchos afios y participar de muchas fiestas como las que celebraban; luego se repartié la carne equitativamente entre los con- eurrentes juntamente con los panes. Con el mechén de pelos de la glandula odorifera se adorné la casa del di- rigente, y mintiseulas porciones de la glandula misma 16. . : fueron repartidos a los nifios para ser utilizados comu amuletos. Me aseguré también Paulino que no se utilizo sal para condimentar la carne, hecho que refuerza el caracter ritual de la fiesta que, en cierto modo rememo- ‘ra una “comida totémica” reconstruida por Freud. No conozco muy a fondo la lengua y mitologia de los Pai o Tavyteri, pero a lo anctado debo agregar que me parecié muy sugestivo, y relacionado con el tema de un posible totemismo prehistérico, el que varios indige- nas de esta parcialidad me aseguraran, de motu propic, que al surgir Nane Raméi Yusi Papa (nuestro Abuelo grande primigenio, figura central de su teogonia), ma- m6 o chupé la leche de las flores de Yasuka (el origen de todo, de donde él, mismo surgia): ocambi Yasuké poty rejhe = chupo las flores de Yasuka. A Caravié Guasti y la evidente relacion entre este dios tavyterii y Carat (sefior) y Caraveré (jabali), ya he hecho referencia. Acerca de otro nombre de dios guarani empleado co- mo apellido por los-indios de las Misiones y Reduccio- nes: Namandi, uno de los contadisimos apellidos guara- nies utilizados en nuestros dias, me limitaré a trascri- bir lo que al respecto, dije en una carta dirigida al Prof. 5 Dr. Herbert Baldus, organizador de XXXI Congreso de ‘Americanistas a reunirse en Sao Paulo en 1954, carta qué motivo la Mocién VI-de dicho Congreso referente a lu urgente necesidad de que se recepilaran -metilicamente los textos miticos guaranies en los distintos dialettos pu- ros en que ain son conservados, e instando a las univer~ sidades de los paises interesados a emprender inmedia- tamente esta tarea (huelga decir que nosotros, que de- bemos nuestra existencia como nacién a la raza guarani, prestamos oidos de mercader a esta invitacion). Entre otras cosas, dije a Baldus: “Ya,en MITOLOGIA EN LA ZONA GUARANE (América Indigena, México, 1951), signifiqué que los conocimientos que poseiamos acerca de la religién y mi- tologia de las distintas parcialidades tupi-guaranies eran en extremo superficiales. Lo poco que he leido, y algo a que he aprendido de los Indios en el lapso transcurrido desde aquel entonces, refuerzan esta opinién; hasta pue- de afirmarse que los vocabularios religiosos de los gru- pos guaranies, quizis la parte mas rica e interesante de Jos dialectos vivos y desaparecidos, son practicamente desconocidos. Y pretender obtener del Indio una defini- cién medianamente exacta de sus conceptos de la Divi- nidad, ete. en la lingua franca guarani contempordnea —burda caricatura occidentalizada del guarani primiti- vo— seria pecar de ingenuo... El significado que atri- buimos a los nombres de los dioses guaranies demuestra n igual o quizas mayor grado nuestra ignorancia. De Namandu, p. ej., he dicho (en 4 Rapyta, textos mi- ticos de los Mbyd-guarani del Guaird, RWVISTA DE ANTROPOLOGIA, Dic. 1953), que probablemente sig- nifique: el verdadero padre de los que se yerguen cons- cientemente ; 0 el verdadero padre de los dioses. Un Chi- ripé, sin embargo, Eligio Vargas, de Yvy Pyta’, me di- jo que “los Mbya invocan también a faguandi”. Como Flagui es sindnimo de jagud (yagu4) = tigre (Monto- ya), salta.a la vista que puedo haber errado crasamen- te en mis deducciones. Y el P. Franz Muller opina E THROPOS, Vol. XXX, 1935), que la palabra proviene o de arafia o de avestruz: fiandi. Mediante informes que me facilitaron el General Marcial Samaniego y el Prof. Dr. Egon Schaden, de la Universidad de Sao Paulo, pue- do decir que Nandué es uno de los dioses principales de jos Pai o Tavyteri... En vista de la similitud entre am- bos nombres y el rol que desempefian tanto Namandt co- mo Nandud en los textos miticos guaranies, no necesito subrayar la importancia que tendria el poder descifrar su etimologia”. Del nimero relativamente escaso de nombres de plantas utilizados como apellidos en las Misiones, dos. ‘Tacua (guadua, bambi) y Yeya (una palma) figuran en- tre los nombres personales sagrados que he logrado reu- nir entre Mbia, Chiripa y El nombre Tacud Rendi Yu Guasi (Bambi Mameante eterna grande) aplicado por los Tavitera a la consorte de Nane Raméi Yusa Papa, fi- gura central de su teogonia, demuestra la importancia que atribuye el Guarani a esta planta, utilizada, como se sabe por la mujer en la danza ritual para marear el com- 18 . “pds. En los textos miticos mby4, a la mujer se le desig- na con el nombre de tacud-ivd’i-cigé, nombre que po- dria traducirse por: huesos de la que dirige la danza cox el bambi. En los textos tavitera, el bambti es designa- do con un nombre secreto o religioso: kamafty-ti, el que figura en el poema épico religioso recopilado por Sama- niego al que ya se ha hecho referencia: “Ko Jasukava rero-kamafiyti ny ma: a Jasukd(va) se le ha provisto (adornado con) de kamary blanco”, y sigue enumerando a los dioses del olimpo taviterii, a ca- da uno de los cuales se le provee de camaniti o bambi. El canto termina con las palabras: “‘Ne’é rero-kamafyti ndeté ny ma: a la palabra (alma) se le ha provisto ya d2 camafi blanco (bambi) verdadero o genuino. Esta pa- labra camani figura en e] Vocabulario na lingua b lica: eambajy, cambajigba ana q. tem nos. No figu- ra en el Tesoro de Montoya ni la he oido emplear en otros dialectos; tampoco en el guarani de los Taviteri se em- plea en el lenguaje comin o cotidiano, limitandose su empleo a los textos miticos, y no son todos los Taviteri que conocen su significado. Uno de ellos me habl6é de un bambt legendario: cambayi, vigilado por un dragén (Te- yt yagud), utilizado exclusivamente por los Tupi (ha- bitantes del paraiso). En los textos chiripa, fué Tayas%. el cerdo montés grande (mejor dicho, la hembra de la especie) que trajo la tacwd (bambi) de Oriente para uso de la humanidad: Tayasi oguert tacué fiande revéi gui == Tayast trajo el bambi de Oriente; y cuando Nande Ru Vust, el Creador, necesité de semilla para sembrar su rozado, lé basté con rajar una tacuara, la que hallé. Nlena de maiz desgranado. z La importancia de la palma pindé (Arecastrum Ro- manzoffianum) en la economia tupi-guarani, explica el lugar destacado que ocupa en la mitologia de la raza, co- mo también, el empleo del nombre como apellido; tam- bién se explica el empleo de nombres como Arary, Arasa- xy, Caaya, Congoi, Cumbay, Curuguadé, Curupay, Chapyi, Manduyu, Ybabiyu, Ybandi, Tayaoba, Vara, YVbyrayz. Explicar el empleo como apellidos de nombres de otras plantas ya es tarea dificil, pudiendo citarse entre éstos: Ambay, Piri, Tari, Taruma, Ybaroguy. Con respecto a! apellido Yeyu, nombre segiin Montoya de un “arbo! fuer- te”, varios Mbié me aseguraron que los Guayaki utili- zam su madera para fabricar sus arcos, y que a menudo erece adherida a su tronco una orquidea llamada mbara- cé moi (remedio de la sonajera) utilizada para fabri- ear cola con la que se asegura el asa de este instrumen- to ritual. Es probablemente debido a este hecho el que se utilice Yeyi como patronimico sagrado mbia, figure como apellido guarani en los registros de las Misiones, y Jo incluyan los indigenas entre las plantas privilegiadas que erecen en Yui Mari los Campos Eliseos guara- nies. Una veintena de los apellidos consistentes en nom- bres de animales y plantas que no han podido ser desei- frados con ayuda del clasico Tesoro de Montoya, figuran en el Vocabulario na lingua bresilica; los siguientes no figuran en ninguna de estas dos obras: Arapi, Cayd, Chi- ipi, Chapsi, Guaract, Guaird, Guart, Guayd, Guiri, Guy- Guyrayti, Numbairé, Pacht, Sariguai. He podido descifrar su significado gracias a informes suministra- dos por el General Marcial Samaniego, ampliados y co- rroborados por indios Taviteri. Es de esperar que los vocabularios de otros subgru- pos guaranies, recopilados en forma metédica, permiti- rian descifrar el significado de aquellos apellidos conte- nidos en _esta recopilacion acerca de cuya etimologia no me siento autorizado a emitir una opinién. Quizds él principal —o tinico— mérito de este trabajo sea, el-de demostrar Ta necesidad que existe de un diccionario de la Iengua en e] que se agregue al clasico “Tesoro” de2 Montoya Tas voces empleadas por Mbid, Chiripa v S tera_(y otras parcialidades) no incluidas en él. Seria ef juejor homenaje que Tos paises de habla guarani pudie. Yan rendir al celebérrimo guaraniologo, y una. obra de inealeulable valor para el estudioso, a a comienzos de siglo era escaso el ntimero de ape- didos guaranfes empleados en el Paraguay porque, al eoncedérseles a los habitantes de los pueblos de indios y ex Misiones Jesuiticas a mediados del siglo pasado los Cd mismos derechos de gue gozaban los demas naturales de la reptblica, se les permitié cambiar de apellido. Fué una medida indispensable, porque al Indio Guarani, 1 pesar de los ditirambos de nuestros intelectuales, en el Paraguay se le considera como un animal, como lo dice Bertoni en su CIVILIZACION GUARANI y l6gicamen- te, al ser emancipados los indios de las Redueciones poy don Carlos Antonio, optaron éstos por cambiar sus ape- llidos guaranies por apellidos espafioles. El] Registro Ci- vil de las Personas, implantado en 1899, demuestra gr4- ficamente lo ocurrido con los apellidos autéctonos en aquellos pueblos -que habian sido Reducciones o Pueblos de Indios 0 Misiones. En Yuty, cuya poblacién era pre- dominantemente indigena, segtin consta en los Registros Parroquiales antiguos, de 77 asientos anotados en el Li- bro de Nacimientos N° 1 del Registro Civil, correspon- diente al periodo 1899 — 1900, hay inscriptos solamen- te cuatro apellidos guaranies: Mbayraru (Mbayrayu?), Guaricuyu (repetido), y Nduré, siendo éste indudable- mente, una versi6n guaranizada de Duré. En Caazapa otro pueblo de Indios, durante el mismo lapso fueron ins- eriptos 211 nacimientos, figurando un solo asiento de apellido guarani: Tamay. En San Joaquin, durante el pe- vio de 1899-1900, se registraron 80 nacimientos, de los cuales seis son de personas que llevan apellidos guara- nies: Cureta, Aberayai, Yandua, Cuarepi y Cuarepy, Ya- zucé. En Itapé, de 124 asientos, hay tres apellidos gua- ranies: Cuyé, Arandi y Guaracai. En el Registro de Na- cimientos de Santani (San Estanislao), Libro N° 1 fi- guran los siguientes apellidos guaranies: Arami, Aragu- yé, Cuyuri, Guiraha, Guaica, Namandu (repetido), y Piri- po. Los apellidos guaranies que se utilizan hoy son rari- simos: he hallado Cuyari y Guaracdi en Caaguazt, y Na-~ mandu en San José de los Arroyos, y por referencias sé que se utilizan Lambaré y algunos pocos mas. Advertencia: se ha respetado en general, la grafia empleada en las fuentes. En otros casos, usamos la i como en espafiol; i soni- do nasal; i sonido gutural: (agua en guarani) ; i sonido futuro-nasal (ausencia en guarani). 2 ee T— LOS NOMBRES PERSONALES SAGRADOS APAPOKUVA (SEGUN NIMUENDAJU) Masculinos: Av Poty: hombre recio (podria también ser: flor de hom: bre). Ava Jupié: lo que utiliza el hombre para ascender. Jiguakaé Pofiy Ju: corona divina que se arrastra: Mbaraka Mbei: sonajera ritual chata. Nimuendaja: el que se coloca divino (el divino reencarnado) Poy Ju: collar divino. Tupé Ju: alma divina (reencarnada), habitante del parai- 80 reencarnado. Femeninos: Rapyké: kufia apyki = asiento de mujer, encarnacién do mujer. Taknd: bambi, guadua. Takua Pu: sonido o musica del bambi. Takné Vera: bambi reluciente. Takué Yva: bambi del paraiso. IIl.— LOS NOMBRES PERSONALES SAGRADOS MBIA — Masculinos: Atachi: humo (tatachi, tatati). Karai Atachi: humo de Karai, “duefio del ruido de crepi tar de llamas”, Tataendy Ryapi Ja. Karai Ne’engij&é: duefio de las palabras (almas) de Karai, Karai Ne’ery: el fluir de la palabra (alma) de Karai. Karai Rataé: que posee fuego de Karai. Karai Tataendy: llamas de Karai. Kuaray Endy J@: lamas divinas de Sol. Kuaray Mimby: flauta del Sol. Kuaray Miri: Sol pequefio. 22 Feel Fee) Ruaray Ratad: que. —pose jaro de Tupé fuego del Sol. Femeninos: Ara'i: espacio, dia. firmamento (la * 41 denota continuidad) Ara Jera; firmamonto, ete. que sirge, brota, se abre. Ara Miri: id. pequeio. Ara Poty: flor del firmamento. _Kerecha: keré = cosa distinta, ehu?. Kerechi Poty: flor de Kerecht. Kerecht Rata&: que —tiene— fuego de Kerechi. Para Jachuka: cofia florida ritual de Para (Mar). Para Miri: Mar pequefio. 4 : cuerpo de mar. Tatachi; humo. Yva: paraiso, cielo. IV.— LOS NOMBRES PERSONALES SAGRADOS CHIRIPA Los nombres femeninos van seguidos de una F. Ava Mainé: hombre col Ava Mamang4: hombre abejorro. Ava Yvyra'i Poty: hombre ilor de la vara — insignia (em- blema del poder masculino). Jiguaki Pofiy: corona (de plumas) que se arrastra. Jiguaké Rayvi: lovizna de la corona de plumas. Karai Ju: sefior divino (mago, hechicero, en guarani cla- sico). Kunumi Suréi Miri: mozo suréi (un pajaro) pequefio. Kufié Jeasaja: mujer con franja divina (jeasaa = franja, adorno ritual). F. 23 Eufa Rokary Ju: mujer de los alrededores de la casa di- vina (la casa o paraiso de Nande Ru Vusi, el Creador). F. Kui4 Ryapa: mujer (del) trueno, F. Mbaraka Poiy: sonajera ritual que se arrastra. = Ne’é Potty: palabra que se arrastra. Qjo-Kuarasy Ju: sol divino (Kuarasy, nombre de-un heroe divinizado, reencarnado), Ojo = mutuamente (oyo). Oké Poty: flor de la puerta. 2 Okey Ju: puerta divina o reenearnada (la y se ha interca- ‘ lado por eufonia). ; Ofioendy: Hamas del uno. y del otio. Oyvypei: que barre la tierra. : Takua Yvy Vera: bambi de la tierra reluciente, F Takué Ryapa: bambi tronante, F. Tapé Ju: camino divino (Tapé = camino, reencarnado). Tupi. Kavy Ju: avispa reenearnada de Tupi. Tupi Yvoty: flor de Tupi. Tupé Miri: Tupé pequefio. Tendyyy Ja: llama divina o reencar: Vera Yvoty: flor de relampago. V.— LOS NOMBRES PERSONALES SAGRADOS PAi O TAVITERA : Apyka Poty: flor de apyké (asiento, encarnecié Apyka Rendy: llamas de la enearnacié Apyké Vera Ju: apyké brillante reencarnado (brillo de apyké reencarnado). 2 Ava Poty: hombre recio. (Podria también traducirse por: hombre florido). ‘ Ava Ratapy: hombre interior — de fuego. : E Ava Rendy Ju: llama divina de hombre; hombre lameants reencarnado. Ava Rova Ju: hombre de cara divina. j Chi Ryvy Poty: flor de mi hermano menor (se refiere « & Yasy o Luna, el menor de los Gemelos divinos). 24 : . Kuai Avii: hermanito de eabeiios negros. Kuai Miri Potyry: flor del hermanito. Kudi Rova Ju: hermanito de cara divina. Kuai Vera Ju: hermanito brillante reencarnado o divino. Kuiii denota que en la persona que leva este nombre, ha enearnado unapalabra (alma) enviada por Yasy (Luna) el menor de los gemelos. Comp. con qua, quant: “dimime tivo, el tiernecito, y lo dizen los mayores a los nifios” (Mou- toya) VI NOMBRES DE DIOSES Y FIGURAS PROMINENTES DE LA MITOLOGIA GUARANI, Algunos nombres de dioses y figuras prominentes de la mitologia guarani empleados como apellidos en los Re- gistros de las Misiones y Reduceiones: Araci, Chapa, Chapji, Chavaré, Chici, Chiripi, Guyra- yu, Kaja’a (v. Caya), Kavasi (v. Caba), Kuaé-ra-ri (v. Cuarara), Kuarachy (vy. Quarasy), Mandyji (v. Manduyu), Mbaracayi, Namanda, Nandué, Paracau, Para’y Piri, Ta- pari, Tupa, Urutau, Yagua, Yasucd. Las notas respectivas siguen a los nombres. V. también las notas preliminares. VIE NOMBRES Y APELLIDOS ESPANOLES GUARANIZADOS Nombres y apellidos espaiioles guaranizados que apa- reeen on los Registros y otros documentos consultados: Asame Gonza. Caro (Card) Giiei Manora Chica. Chimei Republicana VUI LOS APELLIDOS GUARANIES DE LAS MISIONES, DEL TARUMA Y OTRAS REDUCCIONES Ababe, Avave: nadie. Abaigue: trozo (carente de ramas y hojas) de hombre: hombre estéril, sin famili ‘i: es un tronco seco, varenté de ramas y hojas, locucién empleada por los Mbys para designar al hombre o la mujer estéril. a Abandusi: hombre grande. La nd se intercala por enfonia, como la n en Ananuzti, la r en ibaruzu, ete. | Abapara: hombre moteado. Abapey: version modificada de Aguapey, agua de los ea~ malotes. Aparece a menudo en la toponimia. : sacerdote cristiano (M.); significa literalmente: ex Abayere: hombre tornadizo. Abayero: hombre que cambié de nombre, hombre feroz. V. \ notas: preliminares Abvayiba, Abayiva: brazo de hombre, Abayui: hombre-rana. Tanto la rana como el sapo oeupan lugar destacado en el corpus mythorum guarani, pero ku. po) no aparece como apellido ni como nombre per- Abasica, Abazica: el hombre mas cercano, v. ci, Cieape tristemente “ted af, te’d ai = muerte triste, muerte triste”. También citan los textos mbya un avecilla legendaria Pi- ri’y-riki que vivié entre las hojas del pindé a cuyo pié vi- via Nande Jaryi (Nuestra Abuela). Piris: espatiolismo. Piriyu: Piri reencarnado. Pirobe: probablemente hoja de junco (piri rogiié). Piroy: fresco. Pochi: enojo, maldad. Pofier4: generoso, dadivoso. ‘ 60 ‘ai ge Sea el Porangari: ornato, decorado. Porera: ? Porara = sufrir; porord: basto, burdo. Potipa; Potypa: todo florido. Potipara: de flores abigarradas. . Poti, Pothy, Potu: recio, firme, M. Poy: collar. Poyu; mano amarilla. Pucn: largo, alto. ae Quaraca: v. Guaraca. Quarasypucu: sol largo. Quarasiyn: Sol-Hterno, nombre de un héroe divinizado mb; Quarepi: ? Quarepoti: hierro u otro metal. Flecha con punta de acero. Quary: v. Guary. Querata: de dormir profundo. Quireri: callado (kiriri). Quiriquiri: cernicalo. Quiyu: grillo. Rab beza pelada, afeitada, v. a, N° 1. M. Reupa: ;lo comiste? Rori: version guaranizada de Rodriguez, conservado en la toponimia de Coronel Oviedo, en Rori Estero (estero de..) Sabay: ojos feos. Sabedua: ? Sabi: bizco: Sacu: lagafia (sayka) fiorar (chaga’t, hechaga’t). y. Saguari. ojos ariscos, inerédulos, M. V. Saguari. samba o tamb& pequefio, esp. de mejillén. Una Sambar’ yersion modificada se conserya en la toponimia de Villarri- ea, en Sambori. V. Tamani Sambrana: 7 Samuque ‘Sandi: ojos Hameantes (sa endy) Sandiyu: Sandi reencarnado. Sandurie: probablemente fandurié, una esp. de vibora pe- quefia. Ce ry Sandy: v. Sandi. Sandyyu: vy. Sandiyu. Sangui, Sanguy: llorén. (Changui, coati en guayaki)- ‘Satio: ? Sao: hormiga grande (tad), M. Sapa: v> Tapari. Sapi, Sapi: rocio (ysapy). Saqui: ojos tiernos. Sarana: semejante a sari, una planta. Saroba: ojos inquietos. V. Ayesaeroba. Savay: v. Sabay. Savi: vy. Sabi. We Say: ojos chi (sa’); lagrimas: say, tesay. Hasta haee poco, un suburbio de Villarrica Nevaba el nombre de An- to Say (Antonio Say). Sayabe: ojos grandes, parejos. Sayra: futuro Say. Sefioriya: ? Sica; Sica: barreta, pia para flechas, M. Sy de craaley dues Ue ie Laden, etfeeamuplomcntne ; barreta 0 madre (sy) chica. yry amarillo o eterno; de yryba, una palma, M. ? So = herir, moler. Sobi: quebrarse, M. Soy: probablemente Soguy, Ysoguy, un drbol, Luchea di- varicata. Suive: ? Suma, Sumba: medicina de heehiceros que ehupan, M. (su- va). Suruba: ave citada en la mitologia guarani. Syva: frent Syyu: v. Siyu. Ta-a, Taa: hormiga grande, v. a, N° 7, M. En guarani pa- Heeusyo, tahyi (hormiga); en guarani clasico, tasy; mby y chiripé: tay. Ta-rapapa, una hormiga grande (chiripa) ; taracuti, otra especie, mby4 y chiripd; tarara’é, una hor- miga muy grande en varios dialectos. é Tabapi: cl fin del pachlo, M. Ta o tava ypy: primer pueblo. & 262 ry Sandy: v. Sandi. Sandyyu: vy. Sandiyu. Sangui, Sanguy: llorén. (Changui, coati en guayaki)- ‘Satio: ? Sao: hormiga grande (tad), M. Sapa: v> Tapari. Sapi, Sapi: rocio (ysapy). Saqui: ojos tiernos. Sarana: semejante a sari, una planta. Saroba: ojos inquietos. V. Ayesaeroba. Savay: v. Sabay. Savi: vy. Sabi. We Say: ojos chi (sa’); lagrimas: say, tesay. Hasta haee poco, un suburbio de Villarrica Nevaba el nombre de An- to Say (Antonio Say). Sayabe: ojos grandes, parejos. Sayra: futuro Say. Sefioriya: ? Sica; Sica: barreta, pia para flechas, M. Sy de craaley dues Ue ie Laden, etfeeamuplomcntne ; barreta 0 madre (sy) chica. yry amarillo o eterno; de yryba, una palma, M. ? So = herir, moler. Sobi: quebrarse, M. Soy: probablemente Soguy, Ysoguy, un drbol, Luchea di- varicata. Suive: ? Suma, Sumba: medicina de heehiceros que ehupan, M. (su- va). Suruba: ave citada en la mitologia guarani. Syva: frent Syyu: v. Siyu. Ta-a, Taa: hormiga grande, v. a, N° 7, M. En guarani pa- Heeusyo, tahyi (hormiga); en guarani clasico, tasy; mby y chiripé: tay. Ta-rapapa, una hormiga grande (chiripa) ; taracuti, otra especie, mby4 y chiripd; tarara’é, una hor- miga muy grande en varios dialectos. é Tabapi: cl fin del pachlo, M. Ta o tava ypy: primer pueblo. & 262 abari: curso de agua del pueblo. Una yersién hibrida de este apellido se conserva en la toponimia de Villarrica, en Tava Arroyo. Tabe, Tavé, probablemente tay vevé (hormiga voladora). ‘Taberacua: habitante del pueblo reluciente (taveragua). Taberayu: Taberd reencarnado. Planta (ta) de hojas gemelas. La radical ta (plan- ta) aparece en Ta-kué: ta hueco (bambi); Ta-ro-pé: ta de hojas anchas (mma Dorstenid); Ta-ngy: ta tierno, nombre guayaki del cogollo de la palma pindé. Tabora: Ta con sefial (bo, bora: sefial, M.) Tacua: bambu, guadua; literalmente, ta hueco. Nombre per- sonal sagrado guarani. Utilizada por la mujer para marear el compas en la danza ritual; oeupa Ingar destacado en la mitologia autéetona. Tacuati: bambi blanco. acurari: ? literalmente: caliente — inquieto. ‘dagua: i. Barro amarelo com q.se dar cor a louea, Voe. 2 Pero en el caso de estos apellidos, evidente- 8 mente se trata de un nombre de planta, pro- 4 bablemente la tacnéra ritual guarani. Una a 6 7 8 9 compaiia de Yaguarén se llama Taguarin- dy: paraje donde abundan los Tagna peque- ios, y el sufijo ty, ndy, generalmente deno- ta abundancia de plantas. 1) la planta; 2} que vuela, 0 distinta; 3) quemada; 4) vy. 10 5) ex—; 6) pequefia; 7) pueblo de fantdstiea, 0 posiblemente versién adultera- da de Taguay (agua de Tagua); 9) agua de —; 10) dueno de —; la mayor entre las — Tai, Tay: acre (tai); hormiga (tay); diente (tii). Taichi: hormiga negra, o posiblemente: diente negro. Taipiri: dientes ralos, M. i: mejillén pequeho. També: mejillén; iti rambé: lo que contiene la concha mejillén. También: quod est intra pudenda muliebris. En Ia vernéeula aparece en tamanacuna (semejante a clitoris) Arbol cuyos frutos se utilizan para ha- cer cola o goma. Sambaqui, timulo de conchas, proviene de 63 et Ja misma palabra; también el Apellido Sambari, conserva- do, en forma modifieada (Sambori) evi la toponimia guairefia. * Tamai: agua del mejillén. Tamay: agua del mejillén. mejillén chico (tama o tamba miri). : Tamary: agua del mejillén. Tambeyua: chinche del campo, M. Ha desaparecido del gua rani paraguayo, (‘Tambeji): duefo del fuego en la mitolo- ei tavyterd. Tambopu: hagalo yo sonar. Tambora: ? Tamboroi, Tamboroy: refrésquele yo. Tamabi: mariposa (tanambi), mbyé. Tanacure: ? Tandi: esp. de pez, M. (tandei). Tandiucu: Tandi largo. Tanogua: ? Taochu: hormiga negra grande, M. Tapacu: ligas, M. (tapacura). Tapari: citado por el P. M. J. Peramas, en su “Vida y obra de seis humanistas” como cacique con cuya gente se fund4- ron las Redueciones del Tarumé (San Joaquin y San Es- tanislao). Como apellido aparece en los Registros de Nues- tra Sefiora del Rosario de los Ajos, Villa Rica del Espiritu Santo y Misiones. En guarani contempordneo (Gmuairé) se emplea en la frase so’6 tapari, carne de una res que se ha ficado para evitar que muriera de flaco. En los textos miticos mbya, nombre del héroe del Mito del Diluvio, y co- mentando este mito y otros con Santiago Centurion, mbyA de Caaguazt, cité a Karai Rechapari, Karai Chapa epy (Se- fior Todo-lo-ve, HMamado Sefior Chap&); Tupa Rechapari, Tapari epy (Tupi todo-lo-ve, llamado Tapari). De que efee- tivamente Tapari sea una version de Tupi Rechapari (alma, dios menor que lo ve todo), constituyen pruebas los apelli- dos Chapari y Chapai. La relacién entre Chapari, Tapari, Sepa, Tapayu, Zapariyu es evidente, también la relacién en- tre los citados y Chaparu, aunque éste. podria quizis con- siderarse como una versién guaranizada de Chaparro. Debo agregar que en el exordio a la danza ritual, el que dirige 64 ‘Repubticana la eeremonia emplea la palabra Chapa al divigirse a los participantes, palabra que segiin mis informantes chiripA, mifica: che ray-upé (mis hijos queridos). Tapayu: Tapa divino. Taperobi: gavilén azul (tapé: un gavilan en mby4, chiripa y tavyteri. Ovy (azul) también encierra el concepto divine. Tapiyu: tapir reenearnado. Tapora: una gaviota, mbya. Tarabe; Tarave: cucaracha. V. Arabe. Taragui, Taraguy: lagartija, Tagartija listada peque- fia, en las tres ramas puras de la lengua. Nombre guarani de Corrientes, empleado todavia por algunos ancianos. Taraya: ? Mimby tarara: trompeta, M. Tava ya: duefio del pueblo. Tarey: un pez, la tararira. Tarecai es el dltimo apellido guarani que fi- marecai; 1 | Sut# en los Registros de Santa Rosa, emplean- Tarecaya: 2 | Woe, hasta el afio 1881. Tarema (manojo de Tarecayn: 3 taré) imduce a creer que provenga de um Taregua: 1 | 20mbre de planta. 1) Taré quemado; 2) Due- Parena: 5 | 20 de Taré quemado; 3) Taré quemado reen- : carmado; 4) Oriundo de Taré; 5) Manojo de Taré. Tari: planta de la fam. de las Picramnias (tariri). Tariba: planta de tari (tariva, tari’yva). Tarici: hilera de tari (tari syi, hysyi). Tariguacu: Tari grande. Tariuma: manojo de Tari negros. : YTaropi: interior del pueblo. Tarua: dafosa cosa, M. Taruma: un Arbol, Vytex eymosa, y antiguamente, el olivo Nombre de las Misiones de San Joaquin y Sanu Estanislao. Tarupi: lit., por el pueblo. Tata: fuego, Tatu: armadillo. Tavacui: pueblo que se desprende y cae. Tavapi: v. Tabapy. Tayaoba: col de la tierra, M.; en guarani conterhporaneo, tayaé (tajaé). Esta forma aparece en la toponimia de Co- : ronel Oviedo. 65 Tayepo: ¢ Payeca: diente rajado (tdi yecd, jekA). Tayero: pueblo fiero (ye heré: cambiar de nombre por ha- ber matado) Tayguacu: diente grande (guasu). Tayo: v. Tayaoba. Tayoapi: generacién de Tayé. Tayuay, Tayubay: nervios o mi relacionado eon Tayo, Tayad. Tayucai: nervios quemados. Tayucu: ? : Tayucui: nervios desprendidos. Tebobo: murmullo, M. y mbié Tebora: 4 Tecu: Terebe, Tereve: ? Tei: nombre personal guayaki que significa tapir (tevu, tebai) Teva: y. cl anterior. Ti, Ti: blanco; avergonzarse; nariz. Tia: forma caracteristica de la protuberancia de los miiseu: los del pecho; py-ti’é; de los érganos genitales de la mu- jer: tama-ti’4, M.; del fruto de Ja Jacaratia dodecaphylla: karati culos feos. Posiblemente cosa que cuelea, M. Tise: propenso a avergonzarse. iyni: espuma. Tope: vaina de legumbre, parpado. Toube: que se acerque. Tuahy; Tuay: ? Tuapi: ? : ex langosta o saltamontes. itamontes Nameante. Tuepi: pata de tortga (chué py). La mutacién ch: t es comit Tuguai, Tuguay: cola. Tuma: ? 66 ra ‘Republicana Tumbi: nalgas. Tupabe: Tupi (alma divina) volador. Tupanday: hijo de Tupa (tupa ra’y). En los textos tavy- teri se emplea a menudo la forma tup’ ‘ Tupapiri: junco de Tupa. V. Piri. Tupara: futuro Tupi. Tupave: vy. Tupabe. Tupa, nombre adoptado por los misio- © neros para designar al Creador, es alma de origen divino en tavyteri; en los textos mbié, Tupa Ru Bté (el verdadero padre de los tupi) es el dios de las Huvias y el trueno; en chiripé, Tupi es duefio del trueno y las aguas. Tupavera: Tupa reluciente. Tupe: cesto en forma de plato, M. En cl Guaira, a veces eseucha econ el significado de “chiquito”: Tupi: grupo emparentado étnica y lingitisticamente con los Guarani. En guarani paraguayo, se emplea para designar una especie de maiz duro. Turama: ? Tuvichapota: ser grande, tiene intencién de ser grands. Upeante: eso, no mas. S Urugua: un caracol de agua, M. Urnguasd: casa del Urugua : Urutan: ave, Nyctibius griseus cornutus. Bn los textos mi- : ticos tavyterii y chirip4, es hermana (o pariente) de los femelos Sol y Lima. Estos, al aseender al paraiso, la aban- donan; ella se econvierte en ave nocturna que hasta ahora, con sus gritos lastimeros lamenta el haber sido dejada en la tierra. En cl mito mbya, es wna anciana que, faltando a su obligacién, fué también abandonada por los de su fami- lia al ascender éstos al paraiso, y hasta ahora Hora la desa- paricién del Sol. Este mito explica el nombre de Guaimin- giié (ex anciana) aplicado también a esta ave. Consigno es- tos datos porque ninguno de los tres mitos citados figura en “El escenario de un mito”, de Manuel de Ugarriza Araoz, o “Ayes M&gicas”, de Ismael Moya, obras que tratan de los imitos y leyendas relacionados con esta ave. Vaira: probablemente Guaira. Varo: fruta amarga (yvaré). La omisién de la primera si- Jaba en nombres de Arboles frutales es frecuente: Guaviré por Yvavird, Pacuri por Yvacuri, ete. Verabete: verdadero Vera; Vera resplandeciente. Verapeyu: resplandor que ilumina, reencarnado. V. pe, M. Verapoti: flor de Vera (resplandor). Veratu: tu = interjeceién que traduce admiracién, M. Verayu: Vera eterno, reencarnado. bravo, terrible, M., Voe., mbyé y chiripé. En ta- vyteri, agente de destruccién de los dioses. Bn guarani pa- raguayo no se emplea. V. avaeté, M., y la etimologia de la palabra en AYVU RAPYTA. Yaborai: maleza, brefial. - Yaci: luna. Yacica: v. Yasuea. Yacare: caiman. Ocupa Ingar destacado-en el “Mito del qua se prendé de la cerda”, comin a todos los grupos guaranties, Yacuri: agua del faisin (-ry).’ Yaguague: pelos de jaguar (o perro) Yaguani: jaguar pequefio. Vaguapi: pata de jaguar. Yaguareti: jaguar de pelos blancos. Yaguarendi: jacuar llameante. Yaguarete: jaguar (perro verdadero). Yaguary: curso de agua del jaguar (0 perro). Yaguay: agua del jaguar. Yaguayu: jaguar reencarnado. Yahari Yai, Yay: brefias, maleza. Esquivo, M. Yaijhu: amado. Vail tmaleza rala, M. Yaipa: cubierta de costras, Iagas. Yaipini: Yai de piel arrngada. Yairu: un pajaro de plumaje vistoso que oeupa lugar des- taeado en el Mito de los Gemelos, llamado Guyré Toro en Ja vernacula. (Yayrt, Jayri). Yandué: vy. Nandua. Yani: correr (fiani). Yapari: v. Tapari. Una de las figuras prominentes de la mi- tologia tavyteri Meva el nombre de Yaparié Quasi. Eviden: temente los tres nombres tienen un comtn origen. Yapi: fin, extremidad (apy, iyapy). 68 Ce Yapoay: v. Yapuguai. Yapuguai, Yapuguay: trueno que hiere (y-apti guai). La traduccion de Yapuguai (ye, j inglesa) seria: mentira que hiere. Yara: fruto de una palmera, Voc. V. Jaraigba. Yarabai: Yara feo, o carente de plumas (yaravi, jaravi) VYaraeu: v. Cu. Yaracui: Yard caido, desprendido. Yaranda: lugar de Yara. Yarandu: sabio (arandii). Yarei: literalmente, pequefio mugriento. Yarepo: yaré = mugre; po = mano. Yari: largo; yaricharé: lombriz del eieno; Varigua: guad: tolondrén, abolladura por de fuera, M. Yariguaa Gua’é, muy poco usado ya en la vernacula, Varigua-a: | conserva sin embargo, en mitd ryé gua’é (cria tura de vienire abultado). Yaripuy: ? Yaruca: costilla (fiaruei). y. Notas preliminares. airso de agua de Yasucd. Yatei: abeja pequefia, de miel muy apreciada. Yaura: bagres daguoa doce, Voc. Yazuca: v. Yasuea. Yba: v. [ba. Ybabiyu: v. Ibabiyu. Ybagai: v. Ibagai. Tbaguira; v. Ibaguira. Ybafiezi: v. Ibafiezu. Ybapari: v. Ibapari. Ybarogiii: Arbol de la fruta amarga (yvaro-guy). El mis. mo drbol ha dado su nombre a uno de los barrios de la ciu- dad de Villarrica: Yvaroty. Ybati: vy. Tbati. Yberayu: Yverd (agua reluciente) reenearnado. Ybirapari: Arbol de los arcos, o para los arcos. Ybybebe: y. Ibibebe. 69 Feel Ybyti: cerro (ybyty); neblina (yvyti). Ysahu: hormiga cortadora. V. Isa. Yvyrayu: Arbol amarillo, Pytheloeobium Hassleri. Yeeuy ‘Yeeu: nasa larga para pescar (yequei), M. *y = planta, Yeguaca, Yeguacd: adorno para la cabeza (del hombre), emblema de la masculinidad. En los textos tavytera, tam- bién puede significar esposa Yepiagua: evidentemente nombre de un arma. Yepi (jepy): vengar; agua: redondo y chato (akambagua: martillo). YVepopici: apretén de manos; tomarse las manos. Yeporard: padecer. Yeporué: dedicado a uso impropio. Yepu: ? Yequei: v. Yecui. Yeraey: que no ha sido absuelto. V. ra, M. Yeyu: “Arbol fuerte”, M. Palmito. mbre de uno de los caciques con cuya gente, segiin Peramés, se fundaron las Misiones del Taruma. Viba: brazo. Yrama: y. Irama. Yuhi, Yui, Yuy: rana. Yuri: cuello delgado. Yurie 2 distinto, M. : boca distinta. Yurupi: boca apretada, tapada. boca desfigurada, M. Yuty: lugar donde abundan las espinas. Yyba: v. Yiba. Zapariyu; Zaparuyu: v. Tapari. Zaura: caranguejo, Voc, Zeraca: mi cabeza (che (1) aki), Zuiriri: un pajaro, alas i aN i ee aia el x. — LOS NOMBRES PERSONALES GUAYAKIES Después de escrito este trabajo —publicado en parte en BOLETIN DE FILOLOGIA (Montevideo)— aparecié ex Ava'i, Departamento del Guairé, un grupo de indios gua- yakfes, hecho del que se ocuparon la prensa nacional y ex- tranjera. Volvieron al monte antes de poderse realizar un proyectado estudio de su eultura, tarea en el que partici- parian varios especialisias, pero pude obtener alzunos da tos interesantes acerea de algunos aspecios de su cultura espiritual y material, entre otros, informes que complemen. tan lo que ya se sabia acerca de la manera en que se les do- ta de nombres (v. “The Guayaki”, por Alfred Métraux y Herbert Baldus, publicacion N® 143 de la Smithsonian Ins- titution, afio 1947, trabajo en que se pasa revista a toda la bibliografia existente acerca de este grupo étnico). Son es- tos datos los que, por su relacién con el tema dé la onomas tica guarani, deseo agregar a estos apuntos, pnes sabido es que los Guayaki constituyen ol grupo mas primitive del tronco lingiifstico tupi-guarani, y los datos que logré reco- pilar entre ellos me permiten anticipar también, que varios clementos fundamentales de la mitologia, religién y culto de los Guaranies se hallan también en sus textos. En lo que a nombres propios se refiere, dicen, Métrat y Baldus: “Al nifio se le aplica el nombre de cualquier ani- mal utilizado como alimento, no solamente los de vert dos, sino también de larvas de avispas, abejas y escaraba- jos, a excepeién de aquellos cuyo consumo le es vedado a Ja mujer, como p. el pato. La madre escoze el nombre de un animal cuya carne ha comido en los tltimos dias del embarazo...” Entre los Guayakt por mi estudiados, el acto de impar- tir al nifio, atin sin nacer, la naturaleza (y nombre) de un animal se designa con el vocablo by-kwa, y se realiza asan- do y comiendo la futura madre, ya en estado avanzado de prefiez, carne de dicho animal. El animal al que el Guaya- Iki debe su nombre es su jyranga, pudiendo decirse que #1 significado que encierra la palabra es: “lo que (Ie) sostie- ne erguido” (jy: su asta, mastil; ré: para; nga: el que eje- cuta la aceién). Refiriéndoseme la historia de un famoso di- rigente indigena Hamado Terygi, nombre también de un carnivore aewético grande Hamado jaguarii (yaguari) en guarani clasico, y “lobo marin” en la yerndcula, me conté Kandégi (Cerdo Montés Chico) : Teryi pe jyvé pié jyrangé. A Teryai le arrancé- un troao del brazo su jyranga. dyrangé chu’s ro pwi moedé A su jyranga, por haberle yy-pé. mordido, lo solté y arrojé al agua. Ayrangé chu'u ro Terygi Por haberle mordido su jy- gaipara mané ranga, Terygi enflaquecié y murié. Puede decirse que jyranga es el nombre genérico dei animalmombre de un Guayaki, pero al referirse un Guaya- ki a sm propio animal, dice también ché-gi 0 cho-ngi, pala- bra. que podria traducirse por “el yo”, “mi yo”. Un Guaya Iki puede tener mas de un animal-nombre, on euyo caso 3° habla de by-kwé tara (by-kwa niuchos), diciédose tam-. bién by-kw4 miré (by-kw mezclado, o con compafiero) Transeribo fo que al respecto me dicté ¢l mismo Kandégi: Cho ai burné pe ro vechy _Estando mi madre embaraza- chapyndgi, duvéro kandé kai da as6 un syryeé (chiricote), ‘ua duyéro kyrajé kai ‘wi, también cerdo asado en pa- gopero cho-ngi Chapynégi, rrilla comié, también karajé chéngi Kandégi, chéngi _asado comié, por consiguien- Kyrajagi. te mi yo es Syryc6, mi yo es Cerdo Chico, mi yo es Kara- ja (mono anllador). Agregé Kandégi que “ya antes de Ievar yo el adorno labial (beta, tembeta) habia yo cazado a mi yo el cerdo chi- co, a mi yo el mono aullador también he flechado”. Lo ano- tado demuestra la identidad existente entre el Guayaki y su animal-nombre, y de que esta identidad es absoluta lo con- firma el nombre aplicado a la anciana que asiste a la mu- jer en el parto, vai-chy. Vai es animal comestible, chy, ma- dre; y una ceremonia que se ejecnté con motivo de haber- w fe # _ nn se cazado un tapir (brevi), confirma plenamente esta iden- tidad entre el selvicola y el animal cuyo nombre Meva: Chyvaeté brevi t0 mbiri, El anciano estrujé la cabeza puré chengé vwa: “Cho jy- del tapir, la cogié para ende- ra’y baipa krapi ma”. char: “A mi hijo le destripé : el tigre” explicandoseme que a un hijo de Kyrypyragi Hamado Bre- vi Purangi (Tapir Nonato) “le royé los huesos un jaguar”; que al cazar el tapir en un pozo, Kyrypyragi separé la ca- beza del animal, ejecuté wna especie de danza sencilla al compas de la endecha transcripta: Desgarrado por el tigre fué Brevi Purangi, el hijo de Kyrypyragi; a Purangi le de- vor el tigre, le roy6 los huesos. El hijo de Kyrypyragi con by-kwé de tapir ha muerto, Al ver a su hijo, Kyrypyrigi le asié la cabeza y Horé grandemente: jyra’y mai, pura chen- g& macht. En lo fundamental, esta ereencia guayaki concuerda con lo que el gran Nimuendajit descubrié entre los Apapo- kuya, el grupo anarani cuya enliura estudi6 a fondo: en el capitulo “Alma y Nombre” de su clasica obra dice que el ser humano en que ha enearnado el alma de un animal no es simplemente comparable con tal animal, es, por su natura- Jeza, tal animal en forma humana! En el resumen de la bibliografia sobre cultura guaya- Ji a la que he hecho referencia, se cita el pato como ani- mal ewya earne le es vedado comer a la mujer, no pudién- dose por consiguiente Uamarse Pato (Chimbégi) ningin Guayaki pertenecionte al grupo o los grupos estudiados por los investigadores euyos trabajos sirvieron como base para la monografia citada. Entre los textos que me dictaron mis informantes, sin embargo, hay uno que dice: “Al hijo de Chimbégi (Pato), a Machijagi, le mordié una jararé (vibo- ya muy venenosa). La jararA le mordié debido a pajé (he- chieeria), por eso Terygi fleché a Tattigi (Armadillo) ; Ta- tigi corrié volando, entonces Terygi lo maté a flechazas”. Fisie incidente demuestra que el pato no es taba para las mujeres del grupo que me sirvieron de informantes; en cam- bio, otros animales lo son, como consta en mi recopilacion de tabtes: Kuja burna tayvwa * Ta mujer embarazada no co~ meby ra curt ja me acuti: su lujy naceria hin chado. También me llamé la atencién, el no haber hallado nin- guna “encarnacién” de animal tan abundante y preferido. eomo Jo es la Paca (Coleogenys paca, I...), Mamado akutéi- pay en guarani paraguayo y byva en guayaki, entre los nombres que logré recopilar, informéndoseme que “Terygi hablé de (un) Byvangi extrafio (perteneciente a otro gru- po); nosoiros no tenemos by-kwé de byva; del by-kwa de los extrafios hablé el anciano’”. ;Ser4 que los cuatro distin- tos subgrupos en que los Guayaki estén actualmente divi didos consideren como vedados o “tabi” para la mujer a distintos animales? Unicamente una recopilacién metédica de los nombres personales empleados por los cuatro “ela- nes” permitiria dilucidar este problema. Los Guayaki con quienes estuve en contacto no sola~ mente Hevan nombres de animales sino también, y a menu- do, nombres que rememoran alguna caracteristica de los animales que consideran como sus jyrangd. El jyrangé de Kyrypyragi (Trasero Peludo) p. ej., es un pajaro Hamado kyratyty que segin mis informantes, posee esta caracteris- tica; Papigi (corto, petiso), es “encarnacién” de un arma- dillo, ete. Otro detalle interesante relacionado con el pro- blema que me comunicaron espontaneamente mis informan- tes es que, ademas de tener como jyrangé a un animal, pue- de también el Guayaki recibir by-kwa de un Arbol frutal 0 otro vegetal comestible, como la kara-ti (Dioscorea, Nama- da krachi-if por ellos), citandoseme entre otros casos, el siguiente: \ Primeramente, Urigi (Odontophorus ¢. capueira) asd kybwéia (frutas'de Chrysophyllum lueumifolium) para by- kw4 de Kyjapéeui, estando ella cmbarazada. Mafiana (el dia siguiente) Terygi fué a cazar por cl agua, golped y ma- t6 un japegi (yacaré) para su by-kwé. Al nacer el hijo se le aplicé el nombre de Kyjapégi (Hl Yacaré), y cuentan de 61 que “Jaewachtigi (su esposa) asé frutas de aguaf y las dié a su esposo, Kyjapégi; se las did diciéndole: Toma tu jyranga, toma frutas de aguai, cémelas porque te las he asa- si i i aie sa do”. Citaron mis informantes los siguientes casos de jyran- g& doble, pero todos Mamados por su nombre animal: Kyjapéei (Yacaré) jyrangé Kychangi hiebre) ” Paivaei (Carpincho) Dokégi (Garza) Los nombres enumerados miré (compafiero de su nom- bre es) kybwé-id (aguat) krachi-ié (Dioscorea sp.) kyché-id (Jacaratia do- decaphylla) pypd-ia (Bugenia sp.) a contimiacién son los que ¢i- taron mis informantes en los textos y relatos que me dic. taron: Airagi: el Murén Baipi Eté Pirangi: el rojo que ronca fuertemente (Ti- gre) Beta Kytangi: Petiso (que eva) adorno labial (Arma- dillo) Bujagi: Rata Bujamiarangi: Raia? Buta-terégi: Bigotes tiesos (venado) Buté-wachiigi: Bigotes Gran- des (mono anllador) Byké-vangi: Melena? (hijo de mono = kypwé ipé) Chachi: Cerdo Grande Chachi Butdgi: Bigotes de Oerdo Chakramagi: un roedor Chambégi: un pajaro Chapynégi: syrycé, chiricote Chimbégi: Pato Embégi: troneo, cuerpo, nom bre de nifios que gatean Jaktigi: Faisan Jakwachiigi: ? Japégi, Kyjapégi: Yacaré Rigwagi: (nbigua) Biriktgi: Buitre Kandézi: Cerdo Chico Karajagi (Kyarajigi): Mono. Aullador) imiragi: Haleén Rojo gi: Lechuza Kychangt: Liebre Kymakambégi: Pierna Chate (oso hormiguero grande) Kyrumbygi: ? (el coati ma- cho grande; chyvapeti) Kyrypyragi: trasero peludo, Kyratyty. Kyvat Machijag can (tokii) Onégi: Carne Hedionda (ta- pir) Paivégi: Carpincho Papigi: Petiso (Armadillo) Pikygi: pececillo Purangi: Nonato. General- mente va precedido del nom- bre del animal: Brevigi (ta- pir), Chacht (Cerdo), ete. aye somorgujadora : Martin Pescador fuerte, recio. Tu-. ‘ “— oq Jurupurangi: Boca Linda? Pyteragi: Dorso Peludo, Oso Jygi: esp. de rana hormignero Grande Jyvukigi: sobrenombre del Tatugi: Armadillo ‘tigre. Teré: esp. de haleén Terygi: carnivoro acuatico grande, el jaguarii Uriigi: Odontophorus ec. ca- pueira. BIBLIOGRAFIA P. Antonio Ruiz de Montoya, S.J.: TESORO DE LA LENGUA GUARANI (1639), ed. Platzmann, Leipzig, 1876. Plinio Ayrosa y H. Drumond (Universidad de Sao Paulo): VOCABULARIO NA LINGUA BRASILICA, 1938, nueva edicién, 1952. Marcial Samaniego: NANE RAMOI JUSU PAPA NENGARETE (Mimeografiado), Asuncién, 1956, poe ma épico religioso de los Tavyteri del Ypané. Egon Schaden: ASPECTOS FUNDAMENTAIS DA CULTURA GUARANI, Universidad de Sio Paulo, 1954. Leén Cadogan: AYVU RAPYTA (Textos miticos de los mbyé-guarani del Guaird), Universidad de Sao. Paulo, 1959; y COMO INTERPRETAN LOS CHIRIPA Ce GUARANI) LA DANZA RITUAL, Sio Paulo, 1959. Se ha utilizado, ademas, datos lingtiisticos recogidos por el General Samaniego, Egon Schaden y el que sus- eribe, y atm inéditos. Abreviaturas: M. = Antonio Ruiz de Montoya (“Te- -soro de la lengua guarani’”); Voc. = “Vocabulario na lingua brasflica’”’. TE .

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