A veces pienso que hay seres malvados en los cielos esperando la inoportuna conjuncin de algunos astros para que en el sorteo de las almas que mandan al mundo haya quienes tengan el sino de la contrariedad, de la mala suerte o del sufrimiento. Pero despus de leer este libro, querido lector, puede que conmigo acuerdes que tambin los debe haber ms benvolos; otros que intentan reparar el dao de los primeros. Esos que te digo deben ser los responsables de enviarnos la fuerza frgil.
La fuerza frgil Sientes la presencia, aunque te acobarde, de aquellas brujas en el aquelarre; de ngeles y druidas, demonios andantes. Por los arrabales. vienen a buscarte. Saben que ests viva, que agoniza el aire. Vienen con la noche, de los matorrales. Llegan en silencio; quieren acecharte. Pero no se atreven, tan amenazantes, a irrumpir de pronto, porque tienen miedo de tu fuerza frgil. Tibio susurro, etrea esperanza que viene y va, que entra y sale; ella es la que fluye, la que se interpone y as no te arrastren. Es fuerza que dicta que eres hmeda tierra, agua fresca burbujeante, que eres aire que regresa, llama que no se extingue, polvo de estrellas. Eres Iria de luz que no cesa.