Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Capítulo 2
Límites
o6
Sociedad Argentina de Pediatría • Secretaría de Educación Continua
51
Límites
52
PRONAP 2006 • Módulo No 3
Límites
PRONAP ´06
Ángela Nakab
Médica, especialista en pediatría. Secretaria del Comité de Familia y Salud Mental, SAP. Médica asistente
Hospital de Niños Pedro de Elizalde. Maestría en Familia, salud, derecho y educación (Tesis en curso).
Objetivos
Identificar las características deseables de la puesta de límites.
Recordar las principales características del desarrollo evolutivo del niño.
Orientar a los padres en algunas situaciones normales pero de difícil manejo: berrinches,
agresión, mentiras y robo.
Describir los métodos disciplinarios utilizados con más frecuencia.
Prevenir el castigo físico desaconsejando su uso como mecanismo de puesta de límites.
Incluir el tema de la enseñanza de los límites en la consulta con la familia.
53
Límites
Esquema de contenidos
Crianza
Q
LÍMITES
Organización familiar
Q
Semiología familiar
- Adecuados a la etapa
evolutiva.
Q - Pensados y
Características consensuados por
deseables de la
Q
ambos padres.
puesta de límites - Coherentes.
- Firmes.
- Adecuados al
contexto cultural.
Q
Manejo de:
- Agresión.
- Berrinches.
- Mentiras y robo.
- El niño que
"se porta mal".
- Incorporación
El aprendizaje de límites.
Q
Q
ROL DEL
Q
PEDIATRA
54
PRONAP 2006 • Módulo No 2
Ejercicio Inicial
Antes de comenzar la lectura le proponemos que reflexione acerca del tema en relación
con su práctica profesional. Este ejercicio no tiene clave. Puede revisar sus notas cuando
termine el trabajo con el capítulo.
A B C D
Enuncie por lo menos 5 razones que le da a los padres para explicarles por qué es bueno
poner límites:
................................................................................................................................................
................................................................................................................................................
................................................................................................................................................
................................................................................................................................................
................................................................................................................................................
55
Límites
Recuerde su infancia: ¿Cuál era el “método disciplinario” preferido por sus padres?
...............................................................................................................................................
...............................................................................................................................................
...............................................................................................................................................
...............................................................................................................................................
...............................................................................................................................................
Describa por lo menos 3 estrategias que recomienda a los padres de sus pacientes para la
puesta de límites.
...............................................................................................................................................
...............................................................................................................................................
...............................................................................................................................................
...............................................................................................................................................
...............................................................................................................................................
Identifique cuáles son las bases que usted tiene para orientar a los padres en la puesta de
límites como parte del proceso de crianza. ¿En qué se basa lo que usted recomienda?
...............................................................................................................................................
...............................................................................................................................................
...............................................................................................................................................
...............................................................................................................................................
...............................................................................................................................................
56
PRONAP 2006 • Módulo No 3
Introducción
¿Por qué hablamos tanto de límites? ¿Por qué a los padres les cuesta tanto implementarlos
aún cuando los tengan claros? ¿Cuál es la meta en la educación de los niños? ¿Los hijos
saben qué es lo que los padres quieren para ellos? ¿Los padres lo tienen claro? ¿Cómo
lograr la confianza en las personas? ¿Es perjudicial la frustración? ¿Cuál es el papel del
medio? ¿Son necesarias las normas? ¿Por qué algunos chicos llevan a los padres al límite
de su paciencia?
Considero valioso en nuestro rol pediátrico ocuparnos de temas de crianza, ya que cada
vez más, las familias buscan en la consulta un espacio de reflexión conjunta. En esta tarea
es importante ayudar a los padres a identificar sus fortalezas y generar confianza en sí
mismos en su rol parental.
La puesta de límites está basada en las relaciones, por lo que no debemos centrar el foco
exclusivamente en el niño, sino tener una mirada más amplia y ver qué sucede dentro de
la familia, cómo se relacionan con los abuelos, cómo influye el medio externo y cómo cada
uno de estos factores intervienen en la crianza.
En ocasiones, los adultos bajo situaciones de estrés, exceso de trabajo o desocupación, en
un mundo donde se idealiza el consumo y lo material, no tenemos claro qué está bien y
qué está mal.
Los pediatras tendríamos que encontrar un espacio para brindar a las familias y en con-
junto, ir resolviendo las dificultades que se presenten a lo largo del camino tratando de
esclarecer el valor positivo del límite. No se trata que los padres sean perfectos, sino de
tener coherencia entre lo que se dice y lo que se hace, poner límites cuando sea necesario
y expresarles a los hijos lo que sienten por ellos. Es nuestra tarea acompañar a la familia
en este desafío.
1. En este artículo cada vez que digamos “niño” nos estaremos refiriendo a los niños y las niñas.
57
Límites
Organización familiar
Para comprender y analizar el tema de los límites tenemos que conocer acerca del funcio-
namiento familiar.
El lenguaje y la familia hacen humano al humano. La familia es la que abraza la promesa
de lo que es un niño y a través de sus cuidados, guía y acompañamiento permite, o no, el
desarrollo humano en su más alto potencial.
La importancia de la familia es trascendental, y desde nuestro rol podemos observar cómo
es su crecimiento y desarrollo, actuar como agente de prevención y cumplir con nuestro
papel de acompañante del proyecto familiar, tratando de conocer el código y las reglas
con las que se desenvuelven.
Los límites o frontera, en referencia a las reglas formales e informales que rigen las
relaciones intrafamiliares y con el afuera. Estos límites deben modificarse a lo largo del
tiempo de acuerdo a las necesidades del desarrollo.
Dentro de la familia hay grupos o subsistemas que se diferencian entre sí, es decir, que
existen distintas funciones y roles (subsistema parental, subsistema filial, subsistema fra-
terno).
También es importante la frontera con el afuera y la permeabilidad que tiene esa familia
para aceptar las novedades y las normas externas.
Desde nuestro lugar pediátrico es importante conocer si las familias son permeables, sien-
do esta característica lo que les permita incorporar la cultura, la salida de los hijos al
mundo social y la aceptación de las indicaciones profesionales que hacemos cuando son
necesarias.
Por otro lado es necesario conocer el significado de las funciones dentro de la familia,
independientemente de quien las cumpla.
La “función nutricia o materna”, se refiere a las actitudes que tienen que ver con lo
58
PRONAP 2006 • Módulo No 3
Los límites,
la libertad y la crianza
"Por buena que sea la cuna, mejor es la buena crianza”.
Proverbio escocés
Cuando hablamos de límites nos remitimos al concepto de libertad. “Las personas deben
vivir en libertad y con la posibilidad de vivir con imaginación. Es un elemento esencial,
que permite sacar lo mejor de uno. Sin duda es un signo de crecimiento saludable que los
niños comiencen a disfrutar de la libertad que se les va otorgando gradualmente. Para
ello es importante generar un sentimiento de confianza en las personas, que se adquiere
en la temprana infancia y que lleva posteriormente a la autoconfianza” (Winnicott).
También durante la crianza tratamos de enseñar el respeto hacia los demás. Debemos
partir de la idea de que si un niño se siente respetado, aprende a respetarse a sí mismo,
que es de donde deriva el respeto a los demás.
59
Límites
adulto, poner fronteras. Esta actividad, realizada por los adultos, permite al niño alcanzar
la organización mental de lo temporoespacial, así como ubicarse como sujeto en el mun-
do familiar y extrafamiliar, encontrar su lugar de niño y así poder adecuar su conducta. La
falta de límites genera desorden, desorganización y caos a nivel mental.
Este modelo de crianza afectiva y humanizada es la que el niño con el tiempo toma como
propia, para llevar adelante todas las relaciones y acciones futuras.
Un adulto confiable ofrece seguridad ante lo inesperado y ante un mundo que todavía no
comprende y además se lo protege de sus propios impulsos y de los efectos de esos impul-
sos (Winnicott).
Con intervenciones de este estilo se lo ayuda a controlar sus impulsos destructivos que le
puedan causar dolor posterior. En la primera situación el adulto actúa “visceralmente” y
tratando al niño como si fuese mayor, en la segunda opción ocupa su rol de padre empático
y educador.
Los adultos pueden hacer un uso adecuado de la autoridad o pueden abusar de ella por la
relación asimétrica que existe con los hijos. Si los niños responden a las órdenes por temor
a perder la figura de apego, no pueden internalizarlas. Nuestro objetivo es que los chicos
puedan internalizar las normas pensando y reflexionando y no sometiéndose.
Nuestra tarea es estimular el desarrollo de la autonomía y por eso las acciones se tendrán
que dirigir al aprendizaje de la elaboración de normas, en forma gradual y adecuadas a
las posibilidades y limitaciones de cada edad y a los recursos con que cuenten los padres.
60
PRONAP 2006 • Módulo No 3
El método es el mensaje
Tomando a Piaget, sabemos que la moralidad de la pri-
mera infancia se caracteriza por la heteronomía, esto es la aceptación unilateral del adul-
to-autoridad, portador de normas, respecto del cual el niño siente una mezcla de respeto
y temor. Nuestro desafío es lograr la búsqueda de los medios adecuados para facilitar al
niño su tránsito desde la obediencia a la orden recibida, hacia la internalización del con-
tenido de la norma válida y la capacidad de generarla (Kantor, D)
Sería bueno preguntarse, ¿nos interesa, que los chicos obedezcan ciegamente o que va-
yan con el tiempo aprendiendo las razones de las normas, que las incorporen a su vida
cotidiana, que las practiquen y las vayan modificando si se requiere?
Pero además los límites ayudan a estimular el desarrollo de la iniciativa, aprender a com-
partir y ponerse en el lugar del otro, aprender a tomar decisiones, resolver situaciones
conflictivas, desarrollar el sentido de responsabilidad sobre sus actos, aprender a manejar
sus impulsos y las consecuencias de los mismos, tolerar la frustración, lograr capacidad de
espera, dar una referencia.
61
Límites
Características deseables
de la puesta de límites
1. Adecuados a la etapa evolutiva por la que transcurre el niño.
2. Pensados y consensuados por ambos padres.
3. Coherentes. Basados en el modelo de comportamiento de los padres.
4. Firmes y a la vez con plasticidad para repensarlos.
5. Adecuados al contexto cultural.
Voy a tomar conceptos de diferentes autores que estudiaron en profundidad las etapas del
desarrollo emocional evolutivo (Erikson, Anna Freud, Spitz, Winnicot, Stern, Dolto, Piaget)
para comprender como el niño adquiere su individualidad y se adapta al medio social.
Al conocer las distintas etapas por la que pasa el niño podemos adecuar las normas que
consideramos necesarias para su seguridad y su vida social.
Para poder cumplirlas tiene que haber adquirido capacidades para su comprensión (evo-
lución del pensamiento, lenguaje, ponerse en el lugar del otro).
Desarrollo evolutivo
El primer año.
El mundo de la acción, la percepción y la confianza. Organizadores del
psiquismo.
Erikson afirma que el establecimiento de la confianza básica en el niño se constituye muy
62
PRONAP 2006 • Módulo No 3
tempranamente, en las primeras relaciones del bebé con su madre o cuidador primario.
El primer logro social es su disposición a permitir que la madre se aleje de su lado sin expe-
rimentar excesiva ansiedad o rabia, porque ella se ha convertido en una certeza interior.
Los cuidados que plantea la crianza deben cubrir además otros objetivos como el de pro-
porcionar al bebé un sentimiento de seguridad básica, que sólo la atención de sus deman-
das y la regularidad de los cuidados proporciona.
Según Spitz la evolución normal viene dirigida por lo que llama los organizadores del
psiquismo.
El primer organizador (2 a 3 meses) es la aparición de la sonrisa social, que necesita del
estímulo externo para desarrollarse. Se asocia con el cuidado, afecto, atención y la expe-
riencia de satisfacción.
63
Límites
importante que los padres puedan aceptar la expresión de emociones tanto positivas
como negativas.
Una de las observaciones más importante es ver la conexión que se produce en la díada y
en el sostén de ambos, base de la confianza que permitirá con el tiempo salir al mundo. La
semiología sistemática permitirá la anticipación y la intervención precoz, previniendo así
dificultades en el comportamiento y en las competencias sociales.
El niño de 1 a 3 años.
El mundo del poder. El camino a la autonomía
Superado el primer año se va desarrollando la autonomía, con el interés por explorar el mun-
do, con sensación de ambivalencia entre los sentimientos de dependencia- independencia.
Cuando adquiere la locomoción el niño se esfuerza por alcanzar la autonomía y logra salir
del alcance materno. No puede eludir su voz. Trata de satisfacer su curiosidad, su necesi-
dad de actividad. La intervención de los padres se hace muy necesaria, están obligados a
frenar las iniciativas de su hijo en un período donde el ímpetu infantil aumenta.
A partir de la locomoción, el diálogo (el canturreo) entre madre e hijo cambiará; es com-
plementado por la incorporación de la prohibición, la orden. La palabra más usada por la
madre es el NO, con movimiento de cabeza, que el niño imitará y adoptará hasta cuando
haya crecido.
Prueba y desafía las prohibiciones paternas para afirmar su propia independencia. Los
padres que estaban encantados con los primeros logros de su bebé ahora no saben qué
hacer con su pequeño tornado que tiene su propia mente y quiere hacer todas las cosas a
su manera. La reacción paterna ante el comportamiento recién adquirido influye sobre el
grado y la intensidad de las respuestas del niño.
64
PRONAP 2006 • Módulo No 3
Los niños necesitan una serie de fronteras seguras, aprendidas del modelo y la conducta
de los padres. En esta etapa la disciplina se convierte en una tarea importante para los
padres. Significa enseñanza, no castigo.
Julieta de 22 meses fue traída a la consulta para un control de salud. Durante la entrevista
intentó captar la atención de su madre sin éxito. Comenzó a sacar los objetos de la cartera
de su mamá en forma desafiante y finalmente se tiró al piso en un berrinche. Ante esta
situación la mamá comprendió que Julieta necesitaba de ella y la tomó en brazos. Por
otro lado, el pediatra comenzó a explicarle por qué estaba ahí y cómo iba a ser la consul-
ta. Esto la tranquilizó.
Situaciones como estas son cotidianas. La actitud adulta de no tomar el desafío como una
batalla personal permitirá resolver la situación.
Las conductas agresivas, los berrinches y las expresiones de enojo se basan en la inmadu-
rez del niño para expresar sus emociones, sumado a veces a la falta de recursos de los
padres para ayudarlos a resolver situaciones.
Resumiendo, las características de los niños en esta etapa son: oposicionismo, desafío,
lucha por el poder, negativismo, egocentrismo, baja tolerancia a la frustración, omnipo-
tencia. Es una etapa particularmente difícil respecto de los límites. Los niños luchan por
imponer sus deseos y suelen presentarse dificultades vinculares por eso motivo.
65
Límites
En esta etapa los padres comienzan a tener más libertad, el niño comienza a resolver
situaciones en forma más independiente, ya puede esperar y reflexiona al observar a sus
padres. Adquiere dos nociones importantes: la noción del tiempo y el interés por apren-
der. Antes el niño actuaba según sus pulsiones inmediatas y el placer por satisfacerlas. No
podía ni sabía diferirlas. Tenía el recurso del “capricho”. Ahora aprende que el capricho es
inútil, y que el bienestar afectivo que proporciona la comunicación por otros medios, la
expectativa del “enseguida”, del “esperá un ratito” enseña la noción del tiempo.
El niño aprende a observar los numerosos motivos de los movimientos y actos de los adul-
tos. Pregunta “para qué es esto”. Se despega del interés en las cosas en relación con sí
mismo. Por ejemplo, antes el fuego quemaba, ahora sirve para calentar. Comienza a en-
tender los riesgos, los enchufes antes tan atractivos, que resultaban un desafío ahora
sirven para enchufar el televisor.
La presencia del adulto sigue siendo imprescindible para reconocer cuáles decisiones el
niño está en condiciones de tomar y ayudarlo en aquellas que aún no está preparado.
Esto no significa coartarlos, sino darles el marco (los límites) y la contención, sobre situa-
ciones que siguen siendo responsabilidad de los adultos.
Las habilidades sociales adquiridas en esta etapa le permitirá desarrollar actitudes de so-
lidaridad, responsabilidad y lo llevará a internalizar normas y valores culturales.
66
PRONAP 2006 • Módulo No 3
El niño de 6 a 12 años.
Período de latencia. Productividad. Concepto de amistad.
En esta etapa evolutiva los niños han incorporado e internalizado las normas y pautas de
conducta que la familia estimuló; es además cuando los niños comprenden la causalidad
lógica de los hechos y son más razonables. La escolaridad es un eje a partir del cual se
organizan las rutinas de la vida del niño y sus contactos sociales y es ahí donde pueden
aparecer los conflictos, donde asume un rol. La escuela y los padres deberían mantener
una coherencia en los discursos acerca de lo permitido y lo prohibido. El desarrollo del
niño se puede complicar cuando la vida familiar no logró prepararlo para la vida escolar o
cuando la escuela no cubre sus expectativas.
Según Piaget, alrededor de los 8 años aparecen los “sentimientos de moral”, pero la exis-
tencia de estos no depende de la presencia física de los padres, o sea adquieren una
“moralidad autónoma”. La posibilidad de adquirir esta autonomía implica que ha desa-
rrollado un sentido interno de valores y no requiere de la “moralidad de la obediencia”,
es decir de la presencia física de los padres o de otros adultos significativos. Ya conoce las
normas, diferencia lo que está bien de lo que está mal y toma la decisión de atenerse a
ellas o no.
Si todo va bien, como consecuencia de esta moralidad, entre los 8 y 10 años se desarrollan
los sentimientos de “juego limpio” y “justicia” entre los pares.
En las familias que vemos con conflictos, el enojo y la hostilidad del niño hacia sus padres,
se desplazan generalmente al ámbito escolar y es donde vemos dificultades para adecuarse
ingeniosamente a las normas y cumplir con sus proyectos.
De los 12 a 18 años.
De la individuación a la emancipación. Pubertad y adolescencia.
En esta etapa se presentan cambios significativos en la conducta. Es una etapa de gran
ansiedad originada a partir de los cambios corporales, la separación marcada de sus pa-
dres y el cambio en el entorno. En el caso de los varones, aparecen características de
comportamiento como desorden, tendencia a rechazar las normas de higiene.
Los límites deben ser manejados desde una actitud empática y de comprensión por parte
de los adultos de la etapa evolutiva que atraviesan. En general se establecen discusiones
en relación con la vestimenta, orden, horarios y salidas, libertades y permisos.
Por ejemplo, los padres piden que apague el televisor, la música, la PC, mientras está
estudiando (porque no pueden comprender la atención simultánea) y el joven no puede
67
Límites
estudiar sin sus “conexiones”. Si los padres insisten comienza una batalla. Aparece la opo-
sición. Este tipo de situaciones no deben resolverse en batallas de voluntades.
También los padres tienen dificultades para aceptar el crecimiento y los cambios. Esta
incomprensión a veces se oculta en el otorgamiento de una excesiva libertad, que el ado-
lescente no puede manejar y puede vivir como un abandono (Aberastury). Por eso el
modo en que se otorgue la libertad es crucial para el logro de la independencia y la
emancipación. Desde nuestro rol pediátrico es importante observar y comprender cómo
los padres llevan adelante este proceso, ya que muchas veces las dificultades arrastradas a
lo largo de la crianza, los llevan a encerrarse en una actitud de resentimiento y refuerzo
de la autoridad, o de impotencia, que hace más difícil este proceso.
Mientras transcurre esta crisis, el adolescente exige y necesita vigilancia y dependencia,
pero a la vez surge un rechazo al contacto con sus padres o buscan una nueva manera de
relacionarse.
Tengamos en cuenta nuevamente el tema de la comunicación, el diálogo con el joven no
puede iniciarse en este período, debe ser algo que se fue tejiendo desde el nacimiento.
Sino, no es posible que el adolescente se acerque.
“Es necesario dar libertad, y para ello hay dos caminos: dar una libertad sin límites, que es
lo mismo que abandonar al hijo; o dar una libertad con límites, que impone cuidados,
cautela, observación, contacto afectivo permanente, diálogo, para ir siguiendo paso a
paso la evolución de las necesidades y de los cambios en el hijo” (Aberastury, Knobel).
Los adolescentes ponen a prueba todas las medidas de seguridad y todas las reglas y
reglamentos. Es una forma de estar seguros que los controles externos no han desapare-
cido y al mismo tiempo demostrarse que pueden liberarse de esos controles y afirmarse
como individuos.
En esta etapa conviene fijar reglas claras de convivencia, tratando de evitar largos sermones.
Necesitan de personas que sigan conservando el control, hacia las que puedan experi-
mentar amor y bronca, rebeldía y dependencia (Winnicott).
68
PRONAP 2006 • Módulo No 3
Coherentes
El aprendizaje de conductas se realiza fundamentalmente por imitación e identificación
con los adultos; esto debe ser acompañado por un discurso coherente con ese comporta-
miento. El niño necesita saber qué se espera de él y él de los padres.
Es recomendable cuando se pone una regla cumplirla y dentro de lo posible que los pa-
dres no se desautoricen entre sí. Sabemos que los padres sufren contradicciones y no
siempre pueden cumplir, pero cuanto más flexibles, coherentes y consistentes pueden ser,
más libres, responsables y seguros van a ser sus hijos.
Firmes
La actitud firme del adulto es percibida por el niño y favorece la aceptación del límite. Por
otro lado es importante que el adulto pueda repensar su límite, ser plástico para ver si ese
niño puede realizar lo que se le pide en ese momento o se debe esperar.
Es conveniente que ambos padres tengan una actitud positiva frente al niño explicando
por qué se espera determinada conducta, dialogando con él, valorizando sus logros, acom-
pañándolo dentro de un ambiente positivo. Si el vínculo con el niño es bueno, se genera
un terreno facilitador para la aceptación de los límites, se construye autoridad, imprescin-
dible en la relación entre padres e hijos.
69
Límites
El niño no acepta todo pasivamente, los contenidos sociales los reinterpreta y los recons-
truye. El adulto que respeta, que es tolerante y muestra responsabilidad sobre sus actos,
muestra el camino.
Por otro lado pequeñas transgresiones pueden resultar útiles en la búsqueda y como adultos
hay que poder aceptarlas si no producen daño.
Como pediatras podemos ver cómo las familias van resolviendo las situaciones, cómo res-
petan el afuera. Por ejemplo, hay padres que piden turno para la consulta y sistemática-
mente llegan fuera de horario. Ante esta situación podemos semiologizar: no están cum-
pliendo las normas y el pacto preestablecido. Este niño lo va aprendiendo y entonces los
padres no están en condiciones de marcarles pautas, ya que ellos no pueden cumplirlas.
70
PRONAP 2006 • Módulo No 3
Es importante también que los adultos muestren diferencias. No todo tiene la misma
importancia. Así se va jerarquizando y esto permitirá al niño reflexionar sobre sus accio-
nes. Esta actitud, como modelo, enseña a ser más flexibles, adaptables ante distintas si-
tuaciones y a comprender el sentimiento del otro.
Las siguientes son situaciones en que los padres deben especialmente transmitir pautas
claras y firmes para ser cumplidas y se vayan adoptando con el tiempo:
❑ Conductas vinculadas con el cuidado de la salud (asistencia al médico, odontólogo,
vacunas, etc.)
❑ Prohibir acciones que puedan ser peligrosas para la salud del niño (seguridad).
❑ Marcar el lugar donde el niño duerme (habitación, cama) y horarios para el descanso
necesario.
❑ Sostener las conductas que ayudan al cuidado de la salud diariamente: higiene, baño,
cepillado de dientes.
❑ Establecer qué lugares y objetos puede compartir el niño con los adultos y cuáles no,
así como lugares y objetos de juego.
❑ Establecer rutinas para las actividades escolares.
❑ Marcar normas de conducta en la relación con los otros.
Fuera de estas situaciones, nuestro mayor logro sería que los chicos aprendan a pensar
qué actitudes son más convenientes, y puedan elegir libremente en relación con sus gus-
tos personales, ya que los niños rígidamente pautados son luego adultos inseguros y débi-
les para realizar elecciones por sí mismo.
71
Límites
Gracias, Frato!
Berrinches
Entre el año y los tres años, cuando el niño está enojado o frustrado puede manifestarlo
con los berrinches que todos conocemos. Se considera que alrededor del 20% de los niños
de dos años tiene al menos un berrinche diario.
Muchas veces el niño se enfrenta ante la realidad exterior que no coincide con su mundo
interno. Se encuentra con situaciones que lo desilusionan y no puede satisfacer todos sus
deseos. Ante una realidad que lo decepciona y la imposibilidad de expresar ese terremoto
interno que siente, estalla en el berrinche.
El tiempo y la manera de conducirse de los padres le van permitiendo postergar su deseo
y se va adaptando a la espera y a los límites que la realidad impone.
Como adultos es importante comprenderlos; siempre la frustración trae aparejado una
cuota de angustia.
Julián estaba jugando con sus muñecos, cuando vio a su hermano y los amigos jugando,
imitando a los personajes de su programa favorito. Julián se acercó y sin preguntar exigió
participar del juego, imponiendo él las reglas. Los chicos no aceptaron, ya que estaban
organizados y no tenían planes de cambio. Julián comenzó a gritar y pegar a su hermano
en el medio de un berrinche.
Ante esta situación intervino el papá, intentando tran-
quilizarlo y explicando que tenía que encontrar otra for-
Cuando un niño adquiere la ma, sin imponer sólo sus deseos. Después de llorar un
capacidad de tolerar la rato, se acercó más tranquilo, preguntando si podía ju-
frustración, podrá aceptar los gar con ellos aceptando lo establecido y dando algunas
otras ideas.
límites necesarios que la
realidad impone. En esta situación vemos como Julián tuvo y pudo tole-
rar la frustración, para poder integrarse y así lograr un
72
PRONAP 2006 • Módulo No 3
placer seguro, que le daría el juego con otros chicos (principio de realidad y de placer). A
la vez el padre le ofrece un modelo de resolución de un conflicto.
De todas formas, hay diferencias personales y los niños tienen distintos grados de tolerancia.
No siempre es fácil postergar sus deseos y adaptarse a situaciones cotidianas. Algunos
necesitan más tiempo que otros y muchas veces es necesario ofrecer alternativas para
aceptar la no satisfacción de sus deseos. En algunas personas no se logra nunca.
Gracias, Frato!
Mentiras y robo
Mentir y robar son comportamientos típicos de los niños de alrededor de 3, 4 años.
La mentira puede reflejar el deseo de estar a la altura de las ilusiones que la mentira
representa. Algunas veces los chicos inventan historias para captar la atención. Es habi-
tual que lo hagan, y es parte de la fantasía de situaciones que imaginan vivir. Pero si esto
se mantiene en el tiempo hay que indagar sobre su realidad, si se siente valorado o no y si
requiere de la mentira para sentirse querido.
Otras veces utilizan el recurso de la mentira cuando saben que decir la verdad puede
traerles consecuencias. Lo hacen como protección, u ocultamiento. Ante esta circuns-
tancia hay que demostrar que es mejor la sinceridad, ofreciendo las condiciones para
decir la verdad.
El robo es parte del deseo del niño de ser "como" la persona a la cual roba (Brazelton, T).
Por otro lado el concepto de propiedad se adquiere alrededor de los cuatro años, antes es
habitual que el niño se sienta con derecho de tomar cualquier objeto que le interese.
Después de los 4 años, cuándo un niño toma algo de otro hay qué preguntarse por qué.
Algo le está pasando.
73
Límites
El adulto tiene que ir mostrando cómo resolver las situaciones de otra manera, actuando
de mediador sin condenarlo, con el tiempo se va adquiriendo el sentido moral.
Por eso al comprender el significado de sus conductas y las causas que le dan origen pode-
mos actuar de otra manera.
Según Rudolf Dreikurs, que elaboró su teoría sobre el comportamiento, el niño desarro-
llará conductas negativas basadas en metas equivocadas, o sea logros que espera obtener
con su “portarse mal”.
74
PRONAP 2006 • Módulo No 3
4. Conducta: Desaliento
Meta equivocada del niño: "No sirvo. Es mejor que no intente nada porqué todo me sale
mal." El niño no se siente valorado, trata de no exponerse, no asume desafíos. Ante esta
situación es muy importante estar atentos, el niño necesita de un reconocimiento que
cree no tener. Desde nuestro lugar pediátrico es importante observar qué lugar tiene el
niño en la dinámica familiar.
En todos los casos, hay que comprender cuáles son las emociones que le dan origen. Brin-
dar una seguridad afectiva, cambiar la actitud del adulto cuando le sea posible, demostrar
reconocimiento y expresar los sentimientos permitirá al niño no buscar beneficios en el
mal comportamiento.
Para los padres no es fácil. Desde nuestro lugar pediátrico, tendríamos que ayudarlos a
verse a sí mismos y desculpabilizarlos si hay situaciones que le son difíciles de manejar.
Por ejemplo, es muy común la consulta por chicos en edad escolar que permanentemente
perturban en clase, se tornan agresivos con sus compañeros y desafían a las maestras.
Estos chicos reciben casi diariamente sanciones, y respuesta casi automática por parte del
adulto que ya no sabe qué hacer. Muchas veces se toma una actitud no comprensiva.
Juan cambió de escuela por problemas de conducta. Cuando la mamá le pregunta cómo
fueron sus primeros días, él dice que volvió a “portarse mal”. La madre le pregunta: ¿te
castigaron? No, la maestra me explicó porqué estaba mal lo que hice.
75
Límites
Es nuestra función diferenciar entre sus actos y sus sentimientos. Lo que se limita es la
conducta pero no sus sentimientos. Y esto se le debe comunicar, porque implica respeto
hacia su persona y a la vez un modelo de conducta.
No decirle: ”sos un destructivo”; sino, “no me gusta cuando rompés las cosas”
76
PRONAP 2006 • Módulo No 3
77
Límites
ni tiempo para el juego, la lectura, cantar una canción. Muchas veces se atienden sólo
las necesidades básicas y se descuidan otras áreas, imprescindibles para los chicos.
❑ Marcando fronteras, qué cosas son de él, qué de sus hermanos, qué son comunes, cuál
es su lugar, cuál el de los otros, qué cosas son de grandes y qué de chicos.
❑ Encontrando un equilibrio en la tolerancia. No es
posible permitir todo, ni satisfacer todos los deseos.
Encontrando un equilibrio en En palabras de Dolto: “El deseo siempre satisfecho
implica la muerte del deseo”.
la tolerancia. No es posible
Al ser tolerantes, podemos poner un límite que
permitir todo, ni satisfacer consideramos necesario, con firmeza y decisión, pero
todos los deseos. a la vez tenemos que esperar una respuesta de
desagrado ante esa limitación y tener la posibilidad
de tolerarla.
Si se logró esto durante la infancia, en la adolescencia se podrán tolerar las conductas
desafiantes casi permanentes y a la vez lograr un equilibrio entre permisos y
prohibiciones que esta etapa requiere.
Los métodos disciplinarios tienen que ser coherentes a lo largo del tiempo y consensuados
entre ambos padres. A la vez es necesario jerarquizar las faltas, no todo tiene el mismo
significado.
A continuación describiremos los que aparecen con más frecuencia en la bibliografía.
Premios: La utilización reiterada de premios lleva a tomar decisiones para obtener algo a
cambio y favorece la especulación y la competencia. Es útil hacerlo cuando se consiguen
logros, pero no ante cualquier acción que se espera del niño.
78
PRONAP 2006 • Módulo No 3
los resultados son poco eficaces. En cambio, si se le explica que se lo retira un rato, para
que pueda cambiar su comportamiento, calmarse y tomar una decisión acerca de lo que
tiene que hacer puede ser un método útil. Se recomienda utilizarla ante determinadas
conductas (berrinches, agresiones). Debe llevarse a cabo de inmediato, para que el niño
pueda comprender la disconformidad con su acción y no hay que discutir con él.
Puede ser útil en niños mayores de 2 años y menores de 12.
El tiempo nunca debe ser mayor a quince minutos, se hace referencia a 1 minuto por año
de vida. Terminada la exclusión es conveniente que el niño retome sus actividades tratán-
dolo bien y con respeto.
Castigo físico: es importante recalcar que pegar a los niños sólo muestra impotencia,
descontrol y mal manejo del poder de parte del adulto. Y a la vez expone al niño a un
maltrato que no está en condiciones de manejar y que lo pone muchas veces en riesgo.
El castigo físico no enseña nada, si aprende algo, sólo aprende a reprimir sus senti-
mientos y esconder su ira. Vivimos en una sociedad violenta. Cuando les enseñamos a los
chicos que resolvemos nuestros desacuerdos con violencia, nosotros, como adultos, esta-
mos fomentando la violencia como forma de vida.
En relación con las pautas que se les van dando a los chicos, es importante que los padres
las hagan cumplir. Es factible proponer transacciones, proponer algo a cambio. El planteo
debe ser sereno, en forma neutra y, en lo posible, sin gritar. Hay órdenes que el niño debe
cumplir por obligación, ya que no habrá posibilidad de negociación.
Es bueno elogiarlo luego por su buen comportamiento. Valorizar los logros. Tratar de
crear un ambiente positivo.
Muchas veces, el enojo excesivo, culparlo o la exigencia desmedida resultan francamente
agresivos hacia el niño.
79
Límites
este conocimiento nos permitirá prevenir abusos y a ayudar a resolver conflictos de mane-
ra controlada.
A modo de resumen presentamos los métodos disciplinarios aconsejados en la literatura,
adecuados a cada etapa:
1a3 Consignas breves (no son útiles las largas explicaciones) y con decisión.
Adaptar el ambiente al niño para reducir riesgos y ser indiferente ante
conductas desafiantes (método del retiro de la atención).
Es conveniente hablar con los padres sobre sus ideas acerca de la educación, a qué consi-
deran indisciplina y cuáles son los métodos que utilizan ante una actitud no deseada de
sus hijos.
Es difícil para los padres después de muchas horas de trabajo, de estar ausentes o ago-
biados por el peso de la desocupación, poner límites. Muchos padres no se sienten en
condiciones de establecer y sostener límites firmes, por lo que algunas veces prefieren
evitar la confrontación que surge. La disciplina es especialmente difícil cuando los pa-
dres están estresados.
El pediatra puede tener incorporado lo que sería deseable desde el punto de vista teórico,
pero no conviene transmitirlo como una obligación o una lección a aprender, sino tratar
de buscar con los padres la mejor forma para esa familia, de acuerdo a las costumbres y
valores socioculturales que cada padre o madre traiga. Un breve recorrido por la propia
historia puede aliviar y dar a luz a los padres acerca de las razones de porqué reaccionan
de una manera y no de otra (como desearían). Observar durante la consulta cómo se
relacionan con los chicos, desde permitir o no contestar una pregunta, hasta cómo se
manejan ante un berrinche o una pelea entre hermanos. Esto nos permitirá conocer sus
actitudes e intervenir en caso que sea necesario. Permitir el espacio y tiempo de reflexión
conjunta ya es una manera de pautar normas.
80
PRONAP 2006 • Módulo No 3
Así como es bueno para los niños hablar, es bueno para los padres hablar sobre las dificul-
tades y sensaciones que tienen cuando ponen límites. Si logramos ofrecer este espacio en
la consulta, probablemente, los padres se irán más aliviados. En cada situación particular
el pediatra deberá evaluar la necesidad de realizar una consulta con los padres, sin la
presencia del niño para tratar este tipo de problemáticas.
81
Límites
Ejercicio de
integración y cierre
A Analice y resuelva las siguientes situaciones clínicas.
1. Durante el control pediátrico de 2 hermanitos que usted atiende hace un par de meses,
Juliana de 2 años y medio, estaba jugando en un rincón mientras se hacía el control de
Martín de 4 meses. Juliana en un momento comenzó a solicitar a los padres jugar con
ellos, algo que en ese momento no podían ni estaban dispuestos a hacer. Comenzó a
tirar los juguetes, a pegar al hermanito y a gritar cada vez más alto. Los padres seguían
en su postura y la madre advirtió: “al Dr. no le gusta atender a nenas gritonas”. A los
pocos minutos Juliana se tira al piso llorando y pateando al papá, que motivó la
respuesta del padre a los gritos y sosteniéndola del brazo.
¿Qué piensa de esta escena? ¿Qué le puede estar pasando a Juliana? ¿Qué le puede estar
pasando a los padres?
................................................................................................................................................
................................................................................................................................................
................................................................................................................................................
................................................................................................................................................
................................................................................................................................................
................................................................................................................................................
................................................................................................................................................
................................................................................................................................................
2. Consultan en el Centro de Salud por Joaquín de 8 años, que está con dificultades en la
escuela. En las últimas semanas tuvo varias notificaciones en el cuaderno por problemas
de conducta, molestar a sus compañeros y agresiones en los recreos. En la escuela
aplicaron sanciones de diversos tipos sin éxito.
Al investigar sobre la situación familiar, el papá está desocupado hace un tiempo y la
mamá está cuidando a su madre por una enfermedad terminal. Los padres están
teniendo muchas dificultades de relación.
82
PRONAP 2006 • Módulo No 3
3. La madre de Lucas, de 8 años, le dice que está muy desobediente y le cuenta la siguiente
situación. “Todos los días cuando vuelve de la escuela va a su cuarto tirando sus cosas
por el camino a ver TV. Nunca toma la merienda ni se fija si tiene tarea hasta que yo
llego dos horas más tarde que él”.
5. Tomás de 4 años está en los juegos. Sus padres se tienen que ir. Empieza a protestar y
no querer irse. Los padres dicen: “bueno, nos quedamos un rato más”. Al rato prueban
otra vez y se repite la escena pero Tomás se enoja más. Las demás madres y padres
miran la escena.
6. Usted es una pediatra que trabaja habitualmente con el Jardín Maternal de su zona.
Las maestras, esta vez, le piden que de una charla a las mamás de los nenes más
chiquitos (de 1, 2 y 3 años) y que incluya en la charla orientaciones sobre “poner
límites”. Explique cuáles son a su criterio las cosas más importantes que deberá decirle
sobre el tema.
................................................................................................................................................
................................................................................................................................................
................................................................................................................................................
................................................................................................................................................
83
Límites
Conclusiones
Tengamos en cuenta que la exploración y el aprendizaje son partes importantes de la
niñez. Pero además hay muchos otros elementos que tenemos que estimular en el trans-
curso de la infancia, para que lleguen a la adolescencia y estén en condiciones de afron-
tarla sin sumar otros conflictos Los adultos tendrían que guiar para que los chicos logren
la capacidad de solucionar problemas, desplieguen creatividad, desarrollen valor y opti-
mismo (esperanza).
Los niños pequeños necesitan muchas experiencias para intentar hacer cosas nuevas. Los
adolescentes se encuentran en un período de búsqueda. Para eso necesitan apoyo y no
crítica. Aprender a manejar frustraciones es una tarea difícil, los niños tienen que apren-
der a luchar contra decepciones y errores. Los padres con el tiempo se irán adaptando al
crecimiento de sus hijos para adecuar los límites y la libertad.
El poner límites implica renuncia y por otro lado la posibilidad de elegir. El mensaje tiene
que ser el cuidado y la confianza. Si las pautas que se imparten son acompañadas de una
postura coherente, podrán ser apropiadas por los chicos a lo largo de su vida. Por lo tanto
la actitud firme de los padres acompañada siempre del apoyo afectivo permitirá su incor-
poración.
Hay algunos puntos que se deben mantener para lograr la adquisición de límites: hablar
claro, respaldar las palabras con hechos, establecer reglas de juego, brindar amor
y tener sentido del humor.
Reflexión final
Después de realizar todo este recorrido para conocer la evolución emocional del niño,
joven y su familia, creo que es el modelo adulto el que muestra sus valores.
Y a la vez me pregunto ¿cómo podemos estimular el interés por el aprendizaje, cuando
en muchos hogares no hay relación con los libros?
¿Cómo defender la necesidad del juego en la infancia cuando hay tantos chicos en situa-
ción de trabajo?
¿Cómo promover la esperanza, cuando muchas veces los adultos abandonamos la bús-
queda?
¿Cómo podemos enseñar el valor del trabajo cuando muchos chicos conviven con sus
padres desocupados?
¿Cómo difundir que todos tenemos los mismos derechos, cuando la calle nos muestra
otra realidad?
Mas dudas que respuestas, tal vez manteniendo ese desafío adolescente de querer cam-
biar para tener una realidad más propicia y en la búsqueda ética.
En esta búsqueda no tenemos que ponernos límites y quizás mejoremos el presente.
84
PRONAP 2006 • Módulo No 3
En palabras de Borges:
“El hombre es la larga sombra que el niño proyectará en el tiempo”.
Bibliografía sugerida
- Winnicott D. La familia y el desarrollo del individuo. Hormé, 1980.
- Gerstenhaber C. Los límites, un mensaje de cuidado. A. Z editora, 1997.
- Oliver M, Nakab A. Guías para la supervisión de la salud de niños y adolescentes. Ediciones SAP.
2002; 333-336.
- Christophersen E. Disciplina. Clínicas Ped. de Norteamérica 1992; 39(3): 399-419.
Bibliografía utilizada
- Shafii M. Desarrollo humano. El Ateneo, 1982; 12-113.
- Freud A. Normalidad y patología en la niñez. Ed. Paidós, 1971.
- Spitz R. El primer año de vida. Fondo de la Cultura Económica, 1969.
- Kantor D. Jardín de Infantes: el autoritarismo que se filtra. En: Revista La Obra para la educación
inicial. Ed. La Obra. Buenos Aires, Año 3 N° 10.
- Erikson E. Infancia y Sociedad. Hormé. 1966; 223-247.
- Aberastury A, Knobel M. La adolescencia normal. Paidós, 1970; pag15-34.
- Blum N, Williams G, Friman P, Christophersen R. Disciplining young children: the role of verbal
instruction and reasoning. Pediatrics, 1995; 96:336-341.
- Vázquez H. Familia. PRONAP, 2001; 1:13-43.
- Dolto F. La causa de los niños. Paidós, 1985.
- Kaine M. El dilema de los límites. 2003. www.luventicus.org/articulos/03N012/index.html
85
Límites
Clave de respuestas
3. Dar pautas claras al niño, no hacer las tareas por él. Aclararle cuáles son sus obligaciones.
Estimular la autonomía. Fijar en conjunto horarios y tiempo de TV. Comprometerlo en
la toma de decisiones.
4. Si es la primera vez que sucede sería conveniente ayudarla a resolverlo para que pueda
cumplir con la prueba, aclarando que la próxima vez tiene que cumplir con sus
obligaciones. Si se repite sería conveniente que pueda asumir las consecuencias. Se
tendría que pautar previamente cuándo y cómo se debe cumplir con las tareas y pedidos
escolares. La niña tendría que sentir la presencia colaboradora de sus padres.
86
PRONAP 2006 • Módulo No 3
5. Ante esta situación los padres mostraron inicialmente flexibilidad. En segunda instancia
se necesita firmeza explicando brevemente al niño que ya se terminó por hoy el tiempo
de juego en la plaza. En este momento no se pueden dar largas explicaciones ni se
puede pretender la reflexión. Una vez tomada la decisión es conveniente cumplirla
para mostrar un modelo. Siempre conservando el control y sin avergonzar al niño.
En la mayoría de las situaciones en que somos consultados por un tema de “conducta
o comportamiento y puesta de límites” es conveniente, pensando en que no siempre
hacemos lo que queremos sino lo que podemos, preguntar a los padres
- ¿Cómo lo resuelven habitualmente?
- ¿Cómo lo resolverían sus padres?
- ¿Cómo les gustaría resolverlo?
87