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Reglas Generales

Reglas generales Delante de "p" y "b" siempre se escribe m y nunca n.


Se escribe "d" al final de palabra cuando el plural lo hace dedes. Ejemplo: bondad, bondades.
Se escribe "y" al final de palabra cuando no sean agudas terminadas en esta vocal. Ejemplo: rey, ley,
hoy, doy, voy, soy, doy. Excepciones: colibrí, manatí, hurí.
Se escribe "z" al final de palabra cuando el plural lo hace en ces. Ejemplo: juez, jueces.
Después de las consonantes l, n, s y al principio de palabra se escribe"r" aunque se lea como "rr".
Ejemplo: enroque, Ramón, enredo
. Se escriben con mayúsculas los nombres propios, al empezar un escrito o después de punto. Ejemplo:
José, Córdoba, Ebro.
Las palabras derivadas se escriben con la misma ortografía que las primitivas de donde proceden, menos
las siguientes: De hueco, oquedad. De huérfano, orfandad. De hueso, óseo, osario, osamenta. De huevo,
oval, ovoide, ovíparo. De Huelva, onubense. De Huesca, oscense.

Uso de la B, V y W

Se escribe B antes de L y R (BLA y BRA) Ejemplos: doble, brazo, abrigo, broma, bruja, amable, broche,
brillante, descubrir.

Llevan B los verbos terminados en BIR, menos hervir, servir y vivir. Ejemplos: escribir, subir, prohibir,
recibir, descubrir y suscribir.

Se escriben con B los tiempos de los verbos BEBER, DEBER, CABER, SABER Y HABER. Ejemplos: bebimos,
deberás, cabía, sabremos, había, ha habido.

Llevan B las terminaciones -ABA, -ABAS, -ÁBAMOS, -ABAIS, -ABAN de los verbos de la primera
conjugación. Ejemplos: cantaba, jugabas, amaban, saltabas.

Se escriben con V los adjetivos terminados en -AVO, -AVA, -EVO, -EVA, -EVE, -IVO, IVA. Ejemplos: esclavo,
octava, longevo, nueva, decisivo, activa.

Se escribe B cuando va seguida de consonante o está al final de palabra. Ejemplos: obsequio, club,
objeto, obstáculo, obtener, Job. Excepto ovni.

Llevan B las palabras que empiezan por las sílabas BU-, BUR- y BUS-. Ejemplos: bueno, Burgos, buscar,
burla, buque, bulla, burgalés y buñuelo.

Se escriben con V las formas de los verbos acabados en -OLVER. Ejemplos: absolver, disolver, y volver.

Se escriben con V las formas de los verbos que en infinitivo no tienen B ni V. Ejemplos: de ir, voy, vamos;
de estar, estuve; de andar, anduve.

Llevan V las palabras que empiezan por VICE-, VIZ- o VI- ("en lugar de"). Ejemplos: vicealmirante,
vizconde, virrey y vicepresidente.

Se escribe con B el pretérito imperfecto de indicativo del verbo IR: iba, ibas, íbamos, ibais e iban.

Uso de la C, Z, QU y K

Se escribe C en las sílabas CA, CO, CU, como casa, Paco y cuaderno. Con las vocales E, I, se escribe QUE,
QUI, como queso, quitar, quemar.

Se escribe C en las sílabas CE, CI, como ceja, ciervo, cielo. Con las letras A, O, U, se escribe Z, como
Zaragoza, zoquete y zumo.

Se escribe Z al final de las palabras cuyo plurales CES, como andaluz, andaluces; perdiz, perdices; luz,
luces; lombriz, lombrices; disfraz, disfraces.

Se escribe -CC- cuando en alguna palabra de la familia léxica aparezca el grupo -CT-. Ejemplos: adicción
(adicto), reducción (reducto).

Uso de la G, J, GU y GÜ
El sonido G suave con A, O, U, se escribe GA, GO, GU y con E, I, se escribe GUE, GUI. Ejemplos: goma,
galleta, guapa, Miguel, guitarra, gorro, guerra.

El sonido J fuerte, con A, O, U se escribe JA, JO, JU y con E, I se puede escribir G o J. Ejemplos: caja, rojo,
Juan, gemelo, gitano, jefe y jirafa.

Cuando la G y la U han de tener sonido independiente ante E, I es forzoso que la U lleve diéresis.
Ejemplos: antigüedad, desagüe, vergüenza y cigüeña.

Se escriben con J las palabras que terminan en -AJE, -EJE. Ejemplos: coraje, garaje, hereje y equipaje.

Se escriben con G las palabras que tienen ese sonido de G suave ante una consonante. Ejemplos: grito,
gladiador, globo, gracioso, gnomo y maligno.

Se escriben con G los verbos terminados en -IGERAR, -GER y -GIR, como aligerar, coger y fingir.
Excepciones: tejer y crujir.

Llevan G las palabras que empiezan por GEO- (tierra). Ejemplos: geografía, geometría y geología.

Se escriben con G las palabras que terminan en -GÉLICO, -GENARIO, -GÉNEO, -GÉNICO, -GENIO,
-GÉNITO,-GESIMAL, -GÉSIMO y -GÉTICO: angélico e ingenio.

Llevan J las formas de los verbos que no tienen G ni J en el infinitivo. Ejemplos: de decir, dije, dijeron; de
traer, trajimos, trajeron.

Uso de la H

Se escriben con H todos los tiempos del verbo HACER y no llevan H las formas del verbo ECHAR.
Ejemplos: hago, echaban, hacemos y echamos.

Se escriben con H los tiempos del verbo HABER. Se escribe HA y HE si van seguidos de Participio Pasivo:
ha salido, he contado, a jugar, a ver.

Llevan H las que empiezan por HIA-, HIE-, HUE- y HUI-. Ejemplos: hiato, hiena, huele, huidizo, hierba,
hierro, hueco, huevo. Excepción: iatrogénico.

Llevan H los compuestos y derivados de palabras que tengan esa letra, como honra, deshonra. Menos
oquedad, orfandad, osamenta, óvalo, oscense y oler.

Uso de Y, LL

Se escribe Y al final de palabra si va precedida de una vocal, como jersey, Paraguay. Excepciones:
saharaui y bonsái.

Llevan LL las palabras terminadas en -ILLA e -ILLO. Ejemplos: mesilla, cigarrillo, costilla, amarillo, colmillo
y parrilla.

Se escriben con Y los plurales de los nombres que terminan en Y en singular. Ejemplos: rey, reyes; ley,
leyes; buey, bueyes.

Se escribe con Y la conjunción copulativa Y. Ejemplos: tú y yo. Esa conjunción es E si la segunda palabra
empieza por I: tú e Inés. Excepciones: cinz y hierro.

Llevan Y las formas de los verbos que no tienen Y en su infinitivo. Ejemplos: de caer, cayeron; de leer,
leyendo; de poseer, poseyeron.

Uso de la M y N

Se escribe M antes de B y P. Ejemplos: tambor, cumpleaños. Pero se escribe N antes de V. Ejemplos:


envío, invitar y convivir.

Llevan M al final de palabra algunos extranjerismos y latinismos. Ejemplos: zum, álbum, currículum y
audotórium.
Se escribe M delante de N, como alumno, amnistía. Pero se escribirá N cuando la palabra está formada
con los prefijos CON, EN e IN: connatural, innoble.

Uso de la R y RR

El sonido R múltiple se escribe RR, como perro y turrón. El sonido simple se representa con R, como cara,
pared, amarillo y arcilla.

Se escriben con R las palabras con sonido simple después de B, C, D, F, G, K, P y T. Ejemplos: brazo,
cromo, dromedario, frase, gramo, prado y travieso.

Se escriben con R las palabras con sonido múltiple al principio de palabra. Ejemplos: ratón, regalo, rico,
rosa y rubio.

Se escribe R con sonido múltiple cuando va después de L, M, N y S. Ejemplos: alrededor, rumrum, honra,
israelita, Enrique y Conrado.

Uso de la S y X

Se escriben con X las palabras que empiezan por la sílaba EX- seguida del grupo -PR-. Ejemplos:
expresar, exprimir, exprés, expresamente y expreso.

Llevan X las que empiezan por la sílaba EX- seguida del grupo -PL-. Ejemplos: explanada, explicar,
exploración. Pero esplendor y espliego.

Se escriben con X las palabras que empiezan por los prefijos EX- (fuera, más allá) y EXTRA- (fuera de).
Ejemplos: excarcelar, extramuros y excursión.

Llevan X las palabras que empiezan por XENO- (extranjero), XERO- (seco, árido) y XILO- (madera).
Ejemplos: xenofobia, xerografía y xilófono.

Uso de los acentos

Las palabras AGUDAS llevan tilde o acento cuando terminan en VOCAL, N o S: aquí. Si termina en S
precedida de otra consonante no lleva: robots, tictacs.

Las palabras LLANAS llevan tilde cuando NO terminan en VOCAL, N ni S: ángel, árbol. Si acaba en S
precedida de consonante sí lleva: bíceps, cómics.

Las ESDRÚJULAS se acentúan siempre. Ejemplos: plátano, ángeles, lámpara, teléfono, Málaga, décimo,
águila, cántaro, sábana.

Hay diptongo cuando se juntan dos vocales cerradas I, U, entre sí o con otras abiertas A, O, E. Si lleva
tilde será en la abierta: acarició, después.

Llevarán acento las vocales I, U, cuando están en hiato, sin formar diptongo, como caloría, avemaría,
baúl, Andalucía, brío, María, día, caímos.

Las palabras SOBRESDRÚJULAS se acentúan siempre. Ejemplos: gánatela, llévatelo, dígamelo, cómetelo,
llévesemela.

Las palabras que tienen una sílaba (monosílabas) no llevan tilde. Ejemplos: pie, sol, gran, gris, fue, dio,
bien, mal.

En las oraciones interrogativas y exclamativas llevan tilde: qué, cuál, adónde, cómo, cuán, cuándo,
cuánto, dónde y quién. Ejemplo: ¿Qué quieres?
Uso de las mayúsculas
Se escribirá con letra inicial mayúscula todo nombre propio: Carlos, Platero, Madrid, Ramos, Luna. Los
nombres comunes llevan minúscula: niño, perro.

Lleva letra inicial mayúscula la primera palabra de un escrito y después de punto. Ejemplos: El ciclista
corre. Tú cantas. Santiago baila.
En las palabras que empiezan por LL y CH, sólo se escribirá con mayúscula la letra inicial. Ejemplos:
Chillida, Llorente, Chile.

Llevan mayúscula los nombres de divinidades, festividades religiosas y atributos divinos: Dios, Navidad,
Todopoderoso, Cristo, Inmaculada.

Usamos minúscula para escribir los días de la semana, los meses y las estaciones del año. Ejemplos:
lunes, marzo, primavera e invierno.

Se escriben con mayúscula los nombres de dignidad y organismos. Ejemplos: Rey, Papa, Presidente,
Ministro, Biblioteca Nacional, Tribunal Supremo.

Se escriben con mayúscula los números romanos. Ejemplos: Juan Pablo II, siglo XVI, Juan Carlos I, tomo
III, Felipe II.

Interrogación y exclamación

Los signos de interrogación (¿?) se escriben al principio (¿) y al final (?) de las preguntas: ¿Qué hora es?
¿vas a ir de excursión?

Los signos de exclamación (¡!) se escriben al principio (¡) y al final de la frase (!): ¡Eso es una injusticia!
¡Qué alegría verte! ¡Ay de mí!

Después de los signos que indican cierre de interrogación o exclamación (?!) no se escribe nunca punto.
¿Dónde has comprado ese vestido?

Guión y raya

Se emplea guión (-) para separar las sílabas de una palabra, especialmente cuando ésta no cabe en un
renglón. Ejemplos: in-sec-tos, or-to-gra-fía.

Las palabras que contengan la H precedida de consonante se dividirán de manera que la H comience en
el renglón siguiente. Ejemplo: in-hu-ma-no.

Se emplea raya o guión largo en diálogos, como en este ejemplo: -¿Cómo te llamas? -Andrés Pereda. -De
dónde eres? -De Castilla.

Punto

El punto y seguido separa enunciados que integran un párrafo. Se continúa escribiendo en la misma
línea: Dieron un paseo. La mañana era espléndida.

El punto y aparte separa dos párrafos distintos. La primera línea del nuevo párrafo debe tener un margen
mayor, es decir, ha de quedar sangrada. El punto y final es el que cierra un texto. El punto se utiliza
también después de las abreviaturas. Ejemplos: Sra., Excmo., a.C.

Coma

Se emplea coma (,) para separar dos o más palabras de una enumeración. Ejemplo: Acudió toda la
familia: abuelos, padres, hijos, cuñados, etc.

Se usa coma para separar las oraciones de un enunciado. Ejemplo: Antes de irte, corre las cortinas,
cierra las ventanas, apaga la luz y cierra.

Las comas separan estas expresiones: esto es, es decir, o sea, en fin, por último, por consiguiente, sin
embargo, no obstante, además, en tal caso, por lo tanto, en cambio, en primer lugar, etc.

Se escribe coma para aislar el vocativo: Julio, ven acá. Si el vocativo va en medio del enunciado se
escribe entre dos comas: Estoy alegre, Isabel, por el regalo.

Se usa coma para aislar una oración explicativa que se intercala en una frase. Ejemplo: Ella es, entre mis
amigas, la más querida.
Hay coma cuando se invierte el orden regular de las partes de un enunciado. Ejemplo: Dinero, ya no le
queda.

Puntos suspensivos

Se usan puntos suspensivos (...) al final de enumeraciones incompletas. Ejemplo: Puedes hacer lo que te
apetezca más: leer, ver la tele, oír música...

Cuando se quiere expresar duda, temor o vacilación. Ejemplo: Iré, no iré... Debo decidirme pronto.

Cuando se reproduce una cita textual o un refrán, omitiendo una parte. Ejemplo: Entonces pensé: "Más
vale pájaro en mano..." y acepté el dinero.

Dos puntos

Se usan dos puntos ( : para anunciar una enumeración. Ejemplo: Tres son las provincias aragonesas:
Huesca, Zaragoza y Teruel.

Los dos puntos preceden a las citas textuales. La primera palabra posterior lleva mayúscula. Ejemplo: Ya
lo dijo Descartes: "Pienso, luego existo".

Se emplean los dos puntos en el saludo de las cartas y otros documentos. Ejemplo: Querido amigo: Te
escribo esta carta para comunicarte que...

Usamos dos puntos cuando se enuncia una proposición general y enseguida se explica. Ejemplo: Dioses
eterno: no tiene principio ni fin.

Se usan dos puntos para señalar la relación causa-efecto. Ejemplo: Se ha quedado sin trabajo: no podrá
ir de vacaciones este verano.

En textos jurídicos y administrativos. Ejemplos: El Secretario de esta entidad CERTIFICA: Que D. José
Álvarez ha seguido el Curso de...

Punto y coma

Se usa punto y coma ( ; para dividir las diversas oraciones que ya llevan alguna coma: La chaqueta es
azul; los pantalones, grises; la camisa, blanca.

Para separar proposiciones yuxtapuestas, si ya se ha empleado coma: La muchacha gozosa, corría hacia
su casa; sus padres acababan de llegar.

Se suele colocar punto y coma antes de las conjunciones mas, pero, aunque, sin embargo, por tanto, por
consiguiente, en fin, etc. Se le avisó que cambiara; pero no quiso.

Paréntesis

Se usan los paréntesis () cuando se interrumpe el sentido del discurso con un inciso aclaratorio. El abuelo
Alberto (en su juventud fue un brillante cirujano) parecía una estatua sentado en el sillón.
Para intercalar algún dato o precisión como fechas o lugares: El año de su nacimiento (1616) es el mismo
en que murió Cervantes.

Se utiliza para evitar introducir una opción en el texto: En el documento se indicarán el (los) día (s) en
que haya tenido lugar la baja.

Uso de "POR" y "PARA"

En español se usa la preposición POR para expresar lo siguiente:

Causa

Ej: La fiesta no se celebró por la lluvia.=( La fiesta no se celebró porque llovió.)


Movimiento (en general)

Ej: Estaba paseando por la playa esta mañana.

Movimiento mediante un sistema físico

Ej: Envíame el documento por fax. Lo ha sabido por Ana.

Voz pasiva

Ej: Esta novela fue escrita por mi abuelo.

A cambio de

Ej: En esta librería te dan una rosa por comprar un libro.

En lugar de

Ej: No te preocupes, trabajaré por ti el domingo.

Precio

Ej: Se fue a Italia por muy poco dinero.

Finalidad

Ej: Estudio español para comunicarme con la gente.

Destino o destinatario

Ej: Ellos siempre van para el sur.

Ej: - ¿Para quién son estas flores? - Son para mi novia.

Opinión

Ej: Para ella todos somos iguales.

Reglas de los Verbos

Se escriben he, ha, has, han (con h), cuando la palabra siguiente termine en ado, ido, to, so, cho, y
cuando le sigue de. Ejemplo: he dado, ha sido, has roto, han dicho.

Se escriben con "j" los tiempos de los verbos que el infinitivo no llevan ni g ni j. Ejemplo: de decir,
dijimos.
Se escriben con "v" los tiempos de los verbos que en el infinitivo no llevan ni b ni v. Ejemplo: de tener,
tuvimos.

Se escriben con "y" los tiempos de los verbos que en infinitivo no llevan n i"ll" ni "y". Ejemplo: de oír,
oyendo.

Particularidades del acento

Casos particulares del acento

Los monosílabos no llevan acento, menos:

a.- Sí (adverbio de afirmación, nombre, pronombre), para no confundirlo con si (conjunción). Ejemplo: Si
me dices que sí, vendrás de paseo.

b.- Dé y sé (verbos), para no confundirlos con de (preposición) y se (pronombre). Ejemplo: Sé que debo
estudiar, pero no se puede.

c.- Él, tú, mí (pronombres) para no confundirlos con el (artículo) y tu, mi (adjetivos). Ejemplo: ¿Tú quieres
ir?. Eso es para mí.

d.- Más (adverbio), para no confundirlo con mas (conjunción). Ejemplo: Quiero más pan, mas no tostado.

e.- La conjunción llevará acento cuando esté colocada entre números para no confundirla con el cero.
Ejemplo: tengo 10 ó 12 millones de pesetas.

f.- Aún (adverbio de tiempo), llevará acento cuando sea sinónimo de todavía. Ejemplo: El avión no ha
venido aún al aeropuerto.

Los monosílabos verbales fue, fui, vio, dio se escribirán sin acento. Ejemplo: Juan fue al parque, vio los
leones y después se marchó.

Las palabras que, quien, cuan, cuando, cuanto, donde, como: llevarán acento siempre que se usen en
forma admirativa, interrogativa o dubitativa. Ejemplo: Cuánta gente en la calle!. ¿Quién llama?. No se
cómo decirlo. ¿Dónde vives?.

Cuando una palabra termina en io, ia, sobre la i colocaremos un acento, deshaciéndose el diptongo.
Ejemplo: alegría, caserío, gentío, María, sentía. Se exceptúan las palabras graves o llanas terminadas en
estas vocales. Ejemplo: guardia, garfio, media, radio, feria.

Sobre las letras mayúsculas colocaremos acento ortográfico siempre que por las reglas generales del
acento les corresponda llevarlo. Ejemplo: Álvaro. Árbol.

Cuando un vocablo siempre entre a formar parte de un compuesto como primer complemento del
mismo, se escribirá sin el acento que como simple le habría correspondido. Ejemplo:, asimismo,
piamadre. Se exceptúan de esta regla los adverbios terminados en mente. Ejemplo: ágilmente,
cortésmente.
Sujeto y Predicado

Los dos elementos fundamentales de la oración

Hacen falta, pues, dos palabras, como mínimo, para constituir la oración. Una de ellas ha de ser,
precisamente, un nombre, y la otra un verbo: Víctor nada; España triunfó.

En estas dos oraciones, Víctor y España son nombres (propios), y nada y triunfó son verbos. De esos dos
nombres se dice que son los sujetos de sus oraciones; los verbos son los predicados.

El sujeto y el predicado son los elementos fundamentales de la oración; sin ellos, no hay oración posible.

El nombre sujeto designa a la persona, animal o cosa que realiza o experimenta la acción expresada en
la oración. Así, en Víctor nada, el nombre Víctor designa a quien realiza la acción de nadar. En Su madre
sufre mucho, el nombre (común) Su madre designa a la persona que experimenta la acción expresada en
la oración (sufre).

El predicado, en cambio, es un verbo que expresa lo que hace o experimenta el sujeto: nadar, sufrir.

Estos dos elementos fundamentales, el sujeto y el predicado, pueden ir acompañados en la oración por
otras palabras, que, o bien se asocian al sujeto, o bien se asocian al predicado: La nueva bicicleta de
Luis... (grupo del sujeto) ...tiene unos frenos estupendos (grupo del predicado).

Como el pronombre es una palabra que funciona en lugar del nombre, el sujeto de la oración puede ser
también un pronombre: Yo no sé la verdad, ¿Estaban ustedes allí?, Éste vendrá conmigo, Cualquiera ha
podido hacerlo, Muchos se aburren con la música. O también puede ser un infinitivo (cantar, deber,
decir), es la forma que tiene el verbo para funcionar como nombre. Por eso, al hacerse nombre, puede
llevar determinantes (el cantar, mi deber, aquel decir), y hasta hacerse plural (los cantares, mis deberes,
aquellos decires). Al poder funcionar, pues, como nombre, el infinitivo puede ser también sujeto de la
oración: Jugar al baloncesto me gusta mucho, El pasear me aburre, Fumar perjudica la salud.

Importante es recordar e insistir en que aunque aparentemente, hay oraciones sin sujeto, ello es porque
se sobrentiende. Siguiendo con el ejemplo de antes: si ordeno a mi hermano: Ven, emito una oración que
mi hermano comprende porque el sujeto tú está sobrentendido. Otras veces parece faltar el predicado,
porque no se expresa. Así, en el siguiente ejemplo, hay dos oraciones, y la segunda carece de verbo que
pueda funcionar como predicado: --¿Quién ha traído este paquete? --Yo. El pronombre yo constituye una
oración, porque comunica algo con un sentido completo. Pero aunque no se expresa el verbo, se
sobrentiende: es el mismo de la oración anterior: Yo (he traído este paquete).

Así, pues, no hay oración que pueda carecer de sujeto o de predicado. Si a veces no se expresan, es
porque están sobrentendidos.

La Oración

La Oración

Qué es una oración: Si alguien nos dice Pablo ha tenido, no lo entenderemos: necesitamos saber qué es
lo que ha tenido. Pablo ha tenido es, pues, una serie de palabras que no producen un significado
completo. Pero si nos dicen Pablo ha tenido un catarro, el significado ya está completo. Y ese conjunto de
palabras es lo que se llama una oración gramatical (u oración, simplemente).

Oración gramatical es el conjunto de dos o más palabras que forman un significado completo, para que
el hablante comunique algo al oyente. Aparentemente puede haber oraciones con una sola palabra. Si
ordeno a mi hermano: Ven, esta palabra constituye una oración, porque tiene sentido completo, y
comunica a mi hermano algo que él entiende como una orden.Pero, en realidad, la oración "Ven" se
entiende gracias a que se sobrentiende otra palabra: Ven (tú). Una palabra aislada tiene sentido
completo, pero no comunica nada. Si, mientras comemos, digo: gato, nadie me entenderá, aunque todos
sepan qué es un gato. En cambio, si digo: Me gustaría tener un gato, será perfectamente comprendido,
porque habré formulado una oración.

Oración simple y oración compleja (o compuesta): En general, llamamos oración simple a la que posee
un solo verbo conjugado en forma personal (canto, cantaréis, habéis cantado, habría cantado, etc.).
Ejemplos: Nos montaremos en la montaña rusa. / ¿Has hablado con alguien esta tarde? / Iba silbando por
la calle.

Y oración compleja (o compuesta) a la que tiene dos o más verbos conjugados en forma personal.
Ejemplos: Aunque no quieras, vendrás. / Él puede ir, pero ¿podrá su hermano? / Ganarán porque juegan
mejor.

El subjuntivo en cláusulas nominales

El subjuntivo en cláusulas nominales

El subjuntivo y las frases de influencia

Contrario a la mayoría de los tiempos del modo indicativo, que expresan la acción como un hecho, los
tiempos del modo subjuntivo sirven en muchos casos para expresar una posibilidad o, de un modo
general, para expresar la realidad subjetivamente. También se emplea para expresar mandatos y
sentimientos o emociones.

Una peculiaridad del subjuntivo es que no puede ser expresado en oraciones simples que sólo presentan
un sujeto. Siempre se emplea en oraciones complejas con una o más oraciones subordinadas. En el caso
de los llamados mandatos directos (iHaga la tarea!), los libros de texto quieren hacer creer a los
estudiantes que se está utilizando el subjuntivo. Esto hasta cierto punto es verdad aunque no del todo.
Realmente se emplea el imperativo. Por eso siempre le dicen que solamente utilice la conjugación con
usted o ustedes. Esta conjugación es compartida por ambas conjugaciones verbales, pero realmente es
el imperativo el empleado pues éste no necesita una cláusula principal para ser expresado. Compare
ambas conjugaciones utilizando el comp-jugador. Por otra parte, en los llamados mandatos indirectos sí
se utiliza el subjuntivo y se puede hablar en este caso de la oración implícita de Yo quiero. Por ejemplo:
Que hagan la tarea. Que laves los platos. Que miréis el cielo.

En algunos casos no se utiliza un sujeto específico en la cláusula principal y se utiliza una frase
impersonal. Algunas de las más comunes son: Ser necesario Ser importante Ser imprescindible Ser
imperativo Ser vital Si el verbo 'ser' es conjugado en el presente, el verbo de la segunda cláusula
(cláusula nominal) se conjuga en el presente. Si está conjugado en el pasado, el verbo de la cláusula
nominal se conjuga en el imperfecto del modo subjuntivo.

Es necesario que ella obtenga buenas calificaciones en química.

Era necesario que ella obtuviera buenas calificaciones en química.

Otros ejemplos

Es mejor que Diana se prepare para el examen del viernes. Era mejor que Diana se preparara para el
examen del viernes.
El modo subjuntivo y los verbos de influencia

Existen muchos verbos de influencia que pueden aparecer en la cláusula principal. Dichos verbos
intentan influir sobre la acción del segundo verbo sin importar que la segunda acción se realice o no.

Por ejemplo: Emilio aconseja que hagas la tarea

Emilio aconseja que no hagas la tarea

Emilio no aconseja que hagas la tarea

Emilio no aconseja que no hagas la tarea

Si el verbo de la cláusula principal se encuentra expresado en el pasado, entonces se debe usar el


imperfecto del modo subjuntivo para mantener la concordancia temporal.

Emilio aconsejó/aconsejaba que hicieras/hicieses la tarea

Algunos de los verbos de influencia son: aconsejar desear decir* (iCuidado!: Este verbo puede ir seguido
de un verbo en indicativo.) insistir (en) mandar necesitar pedir permitir preferir prohibir querer
recomendar rogar sugerir suplicar

El modo subjuntivo y la duda: Los casos de 'creer' y 'dudar' Estos verbos siempre dan mucho trabajo para
explicar y que los estudiantes los entiendan. Son muy utilizados en el español. . Dudo que él pueda
hacerlo.. Dudaba que él pudiera hacerlo. No creo que ellos puedan hacerlo.. No creía que ellos pudieran
hacerlo. para indicar una posibilidad de que la acción ocurra ahora o en un futuro.

Creer Aunque el verbo "creer" expresa duda, no sigue el patrón de otros verbos o frases de duda que
requieren el subjuntivo en la segunda cláusula de la oración. La explicación que ofrezco sobre "creer"
también aplica al verbo "pensar." En enunciaciones Siempre es seguido de un verbo en modo indicativo.

Ejemplos Creo que corres mucho. Creen que José es muy inteligente. Creéis que somos tontos. En
preguntas Se pueden usar ambos modos (subjuntivo o indicativo). Depende de lo que se quiera decir.
Ejemplos Situación:

Usted está hablando sobre personas conocidas por usted (como unos amigos) y le pide opinión a otra
persona. ¿Crees que ellos son inteligentes? Situación: Usted está hablando sobre personas no conocidas
(como unos estudiantes que van a ingresar a su departamento en la universidad) y le pide su opinión a
otra persona. ¿Crees que ellos sean inteligentes? No creer En enunciaciones Aunque se puede usar el
indicativo en ciertos contextos, también se puede utilizar el subjuntivo en enunciaciones para mostrar
incredulidad (emoción).

Ejemplos No creo que corras mucho. No creía que corrieras mucho. No creen que José sea muy
inteligente. No creían que José fuera muy inteligente.

En preguntas Si usted no conoce a la persona, el evento o situación o cuándo va a ocurrir algo, es


preferible usar el subjuntivo. Por ejemplo: ¿No crees que ellos sean muy inteligentes? ¿No crees que la
empresa patrocine el evento?

Si usted conoce la persona, el evento o la situación, es preferible usar el indicativo.

Por ejemplo: ¿No crees que tus amigos son muy inteligentes? ¿No crees que la empresa patrocina el
evento?

Dudar Siempre se usa el subjuntivo tanto en enunciaciones como en preguntas.

Ejemplos Dudo que seas lento./Dudaba que fueras lento. Dudamos que vengan pronto./Dudábamos que
vinieran pronto. Dudan que vayamos al cine./Dudaban que fuéramos al cine. ¿Dudas que escribamos la
composición?/¿Dudabas que escribiéramos la composición?

No dudar Es preferible siempre el uso del subjuntivo aunque a veces, en ciertos contextos, se permite el
indicativo.

Ejemplos No dudo que seas lento./No dudaba que fueras lento. No dudamos que vengan pronto./No
dudábamos que vinieran pronto. No dudan que vayamos al cine./No dudaban que fuéramos al cine. ¿No
dudas que escribamos la composición?/¿No dudabas que escribiéramos la composición?

Acento ortográfico

Las palabras se caracterizan en la lengua española por un solo acento de intensidad, aunque poseen un
elevado índice de frecuencia en el uso, el cual afecta a una sílaba fija de cada palabra. La escritura utiliza
en determinados casos el signo ortográfico llamado tilde, que se coloca sobre el núcleo de la cima
silábica y se omite en otros, con arreglo al sistema siguiente

A. Palabras sin diptongos, triptongos ni hiatos.

1.° Palabras agudas de dos o más sílabas. Si terminan en vocal o en una de las consonantes -s o -n, no
agrupadas con otra consonante, se escriben con tilde sobre la última vocal: bacarrá (escrito también
bacará), parné, jabnalí, landó, ombú; alacrán, almacén, alevín, hurón, atún; barrabás, cortés, parchís,
intradós, obús. Si terminan en consonante que no sea n ni s, no se escribe la tilde: querub, fondac,
pared, rosbif, zigzag, herraj, volupuk, zascandil, harem (escrito también harén), galop, saber, cenit, cariz.
Si terminan en dos consonantes, aunque la última sea n o s (o en x, que es una suma de dos fonemas
/ks/, se escriben tambíen sin tilde: Almorox /-ks/, Mayans, Isern, Isbert

2.° Palabras graves de dos o más sílabas. La regla ortográfica es aquí inversa a la desarrollada en el
subapartado anterior. Si la palabra termina en vocal o en una de las consonantes -n o -s, no se escribe
tilde sobre la vocal de la penúltima sílaba: cota, deporte, casi, cobalto, chistu; Esteban, polen, mitin,
canon, Oyarzun; contabas, martes, iris, cosmos, humus. Si termina en otra consonante se escribe la tilde:
césped, álif, móvil, álbum, prócer, superávit, alférez. Si termina en dos consonantes, aunque la segunda
sea s, se escribe la tilde: bíceps, fénix /ks/.

3.° Palabras esdrújulas. Se escribe siempre la tilde sobre la vocal de la antepenúltima síalaba: ménsula,
cómitre, tílburi, árbitro, ímpetu; alhóndiga, mozárabe, intríngulis; matemáticas, efemérides,
esperpéntico, etc.

B. Palabras con diptongos o triptongos en los que entran una vocal de la serie /a, e, o/ y una (o dos, si se
trata de triptongos) de la serie /i, u/. La presencia de diptongos o triptongos no altera, en general, la
regulación anterior. Cuando la sílaba prosódicamente acentuada debe llevar tilde en los diptongos o
triptongos, se coloca sobre la vocal de la primera serie. En los ejemplos que siguen se imprime en
versalitas el diptongo o triptongo prosódicamente acentuado (escrito con tilde o sin ella) y el
inacentuado.

1.° Palabras agudas de dos o más sílabas.

a) con tilde (regla A1.° anterior): agravIÉ (como agravé), salIÓ (como saló del verbo salar), racIÓn (como
razón), estÁIs (estás), estÉIs (estés).
b) Sin tilde (regla A1.° anterior): remedIAd (como remedad), serIEdad (como heredad), casUAl (casal),
cUArtel (cartel), hidromIEl (tambíen hidromel), ujIEr, escrito también hujier (como mujer), ajUAr (ajar),
secUAz (sagaz).

2.° Palabras graves de dos o más sílabas.

a) sin tilde (regla A2.° anterior): cIElo (como celo), mIEra (mera), sUEña (seña), cUAsi (casi), cUOta (cota),
hacIA (haza), legUA (lega), ardUO (ardo), albAIda (albada), donAIre (como donare, de donar), cAUsa
(casa), .defIEnden (ofenden), parIAs (paras, de parar).

b) Con tilde (regla A2.° anterior). hUÉsped (como césped), acUÁtil (datil), réquIEm (tótem), albÉItar
(néctar), DIÉguez (Pérez).<

3.° Palabras estrújulas. Llevan siempre tilde (regla A3.°): carIÁtide, cIÉnaga, mirIÓpodo, gUÁramo,
cUÁdruple, mUÈrdago, cÁUstico, enfitÉUtico, etc.

4.° Excepciones. Las palabras agudas que terminan en uno de los diptongos /ái/, /éi/, /ói/, o en triptongos
de esta misma terminación, se apartan de la regla B1.° a y no llevan tilde en la sílaba final, que se
escribe -ay, -uay, -ey, -iey, -oy: guirigay, ayayay, Paraguay, carey, maguey, curiey, Araduey, Alcoy,
rentoy. Emplean la tilde, pero escribe -i en vez de -y, las voces paipái, samurái y acaso alguna más.
Deben asimilarse a las formas hispánicas con -y (no lo son las formas con -i) los nombres agudos,
generalmente patronímicos de origen catalán, terminados en los diptongos -decrescientes como los
anteriores- /áu/, /éu/, /óu/, voces que los catalanes o los descendientes de ellos, dentro y fuera de
Cataluña, emplean sin tilde: Monlau, Abreu, Palou.

C. Palabras con hiato en el que entran una vocal de la serie /a, e, o/ y otra de la serie /i, u/.

1.° La regulación ortográfica del hiato obedece a principios diferentes de los examinados hasta aquí. Es
certo que una letra vocálica marcada con tilde va unida, como siempre, a la condición prosódicamente
acentuada del fonema vocálico que representa. Pero la tilde marca, además, una frontera silábica entre
vocales que el lector, privado de ese indicio, podria interpretar como vocales agrupadas silábicamente
en diptongo. De aquí la distinción, y algunas veces oposición, entre vario /bá.rio/ y varío /ba.rí.o/. Las
reglas ortográficas del hiato no son, a pesar de todo, tan completas como lo son las que ayudan a
distinguir unas de otras las voces agudas, graves y esdrújulas, cuando estas voces están privadas de
diptongos y de hiatos, como ocurre con las del apartado A, que, por eso, hemos colocado
sistemáticamente en cabeza del § 1.8.3. El hiato lo señalamos con tilde, por ejemplo, en ra-í-da, pero no
en ri-a-da. Se señalan, por lo tanto, las vocales de la serie /i,u/, pero no las de la serie /a, e, o/38.

2.° En palabras agudas, la /i/ y la /u/ de los hiatos, decrescientes en este caso, llevan siempre tilde sin las
distinciones que establecen las reglas del subapartado A1.°. Escribimos, por consiguiente, -í, -ú, no solo
en las voces que según dicha regulación deben llevar tilde, como ca-í, le-í, mo-hín, sa-ín, a-ún, pa-ís,
sonre-ís, pro-ís; sino también en las que no llevarían tilde según las reglas de A1.°, como son: ca-íd, ra-íl
(se escribe también como monosílabo rail), ba-úl, Alta-ír, emba-ír, fre-ír, re-ír, fefa-út, ca-híz, ma-íz.

3.° En las palabras llanas escribimos también siempre í, ú, tanto en el reducido número de voces que,
por terminar en consonante, diferente de n o s (com hiato creciente o decreciente), coinciden con las
reglas del subapartado A2.°: crú-or, flú-or, Dí-az, Dí-ez, La-ínez, como en las que, por terminar en vocal, n
o s, se apartan de dichas reglas. Con hiato creciente: pedí-a, pedí-an, pedí-as, tí-a; lí-en, lí-es; poderí-o,
brí-o; actú-a, actú-an, grú-a, gradú-e, gradú-en, gradú-es; lú-e, insinú-o, bú-ho. Com hiato decresciente:
a-ína, a-híto, va-hído, le-ído, re-híce, o-ído, pro-híbido, o-íslo, Co-ímbra; bara-húnda, za-húrda, re-úno, re-
húso, transe-únte. Com hiato decresciente-creciente: ca-í-a, ca-í-an, ca-í-as, ba-hí-a; re-í-a, re-í-an, re-í-as;
o-í-a, o-í-an, o-i-as; boi-hí-a. No quedan exceptuadas del empleo de la tilde sobre i o u, como lo estaban
antes de la entrada en vigor de las Nuevas normas de Prosodia y Ortografia (1959), las palabras con
hiato en las que, entre i o u prosódicamente acentuadas y la vocal más abierta inacentuada, se interpone
en la escritura la letra h, como muestran los ejemplos pertinentes anteriores.
4.° En las palabras esdrújulas la i de la antepenúltima sílaba, en hiato decresciente o cresciente, se
escribe siempre con tilde, de acuerdo en todos los casos con la regla general del subapartado A3.°: ve-
hículo, de-ípara, ole-ífero; prí-amo, endí-adis, mirí-ada, cardí-aco, perí-odo (para el duplicado en alguna
de estas voces con diptongo: pe-rio-do, véase el § 1.4.7c).

D. Palabras con diptongo o hiato en los que entran solamente vocales de la serie [a, e, o].

1.° A diferencia de /i/ y de /u/ prosódicamente acentuadas, que llevan siempre tilde cuando forman hiato
con otra vocal más abierta, como acabamos de ver, la /e/ y la /o/ prosódicamente acentuadas no llevan
siempre tilde cuando forman hiato con vocal más abierta /a/. La regulación ortográfica se atiene, en
estos casos, a los principios generales establecidos en los subapartados A y B. Carecen, pues, de tilde
voces como ca-ed, Isma-el, tra-er, ra-hez, a-eda; le-a, le-an, le-as, mare-a; Ara-oz, ta-hona, ta-honas; lo-
a, lo-an, lo-as, Bidaso-a. Llevan tilde Ja-én, tra-éis, Ma-ón. Estas mismas normas generales se aplican
cuando es /a/ la vocal prosódicamente acentuada en el hiato, como en deca-e, deca-en, deca-es; cre-ad,
le-al, saque-ar; re-acto, cre-ado, pero: arrá-ez, de-án, cre-áis, y cuando entran solo en el hiato las dos
vocales /e/, /o/: le-ona, empe-ora, co-hete, ro-ed, ro-er, so-ez, pero pele-ón, lo-éis, etc.

2.° Si cualquiera de las tres vocales se halla en la antepenúltima sílaba, formando hiato decresciente o
creciente con cualquiera de las otras dos, se aplican las reglas de A sobre la acentuación ortográfica de
los esdrújulos, lo mismo que en C4.°: car-a-ota 'alubia' (Venezuela), océ-ano (escrito también oce-ano
como palabra llana), meté-oro (escrito también (mete-oro como voz llana), lauré-ola, tro´-ade; fre-ático,
co-águlo (articulado también sin hiato coá-gulo) ga-élico, po-ético, ge-ómetra, etc.

3.° A primera vista cabría preguntarse si una palabra como área podría haber sido tratada
ortográficamente lo mismo que aria, y óleo lo mismo que olio, es decir, como palabras llanas escritas sin
tilde: a-rea, o-leo. Pero area podría leerse entonces /a.ré.a/, como marea /ma.ré.a/, al paso que aria
necesitaría una tilde sobre la i para adoptar ese esquema prosódico. Por otra parte, -ia es siempre
diptongo inacentuado cuando aparece detrás de la sílaba prosódicamente acentuada de la palabra a que
pertenece: /á.ria/ (§ 1.4.9a), mientras que -ea, en esa misma posición, también sin acento prosódico,
puede funcionar como diptongo (la más veces lo es), pero también como hiato. La regulación ortográfica
ha tenido en cuenta la diferente condición fonológica de las dos series de vocales /i/, /u/ y /a/, /e/, /o/ (§
1.4.14b) y considera que los grupos -ea, -eo y otros semejantes constituyen hiato y cada una de sus
vocales se halla separada silábicamente de la contigua, con lo que han venido a ser ortográficamente,
aunque casi nunca prosódicamente, voces esdrújulas.

4.° En este caso están algún sustantivo en -ae, como Dá-nae, en -ao, como cálao (ave trepadora filipina),
Dá-nao; algunos sustantivos en -eo, -ea, como crá-neo, hó-rreo, brác-tea, lí-nea; vários adjeteivos en -eo,
-ea: espontáneo, -ea, deleté-reo -ea, ó-seo -ea, ní-veo -ea; algunos sustantivos en -oe: á-loe (escrito
también a-lo e con acentuación griega) hé-roe, á-zoe 37.

5.° Nombres de varia procedencia terminados en -ao, con acento prosódico en la /a/, vacilan entre la
articulación /áo/ con diptongo, que es la más frecuente, y la articulación /á.o/ con hiato: bacalao, Bilbao,
Callao, cacao, Menelao, parao 'embarcación filipina', sarao, etc., y con ellos la reducción -ao de los
participios en -ado, que no es siempre exclusivamente vulgar. Si hubiéramos de tratar -ao como hiato, la
falta de la tilde estaría dentro de las reglas ortográficas generales de las palabras llanas terminadas en
vocal. Si se trata como diptongo debería llevar tilde la a como las voces agudas que terminan en vocal o
en diptongo prosódicamente acentuados: llamará, paipái, samurái. El hecho es que el uso tradicional en
la lengua escrita omite con regularidad la tilde, con lo que se establece un paralelo entre estas formas y
las voces agudas que terminan en -ay, -ey, -oy y las que terminan en -au, -eu, -ou (v. § 1.8.3B,4.°).

E. Palabras con diptongo o hiato en los que entran solamente vocales de la serie /i,u/.

1.° Los grupos /u i/, /i u/ (§ 1.4.11), tanto si forman diptongo como si forman hiato, reciben el mismo
tratamiento ortográfico que los del apartado D anterior. Solo se emplea la tilde cuando lo exigem las
reglas generales enunciadas en A y B. Escribimos huid, huir; buitre, cauiista, circuito, cuido, fluido 38,
fortuito, fuimos, fuisteis, huimos, jesuita, juicio, pruina, ruido, ruina, pero con tilde: benjuí, cambuí,
mordihuí, huí, huís, huias; casuistica, huíamos.

2.° Algunos sustantivos, sobre todo topónimos, se diferencian de las palabras que acabamos de ver por
el hecho de que el acento prosódico no afecta a la /i/, sino a la /u/ del grupo /u i/, que vacila en su
articulación entre hiato /ú.i/, lo más probable en los topónimos, y diptongo /úi/. vacilación entre hiato y
diptongo de la que participan algunas de las voces anteriores, pero con acento prosódico en la /i/
generalmente. Las voces que vamos a examinar ahora se diferencian además de aquellas otras por
situarse siempre el grupo /u i/ en fin de palabra y escribirse -uy. No suele escribirse hoy la tilde sobre la
u, que se empleaba acaso para señalar el hiato, quizá para señalar la condición de palabra aguda
terminada en vocal. Pero la omisión de la tilde en estas voces que es ahora regla ortográfica 39, las
equipara a las terminadas en -ay, -ey, -oy de las que hemos tratado en el § 1.8.1A, 3.°: cocuy (también
cucuy y cocuyo 'especie de luciérnaga'; voz americana); Ardanuy, Beranuy, Bernuy, Espeluy, Montanuy,
Serraduy, etc.

3.° Una serie de onomásticos y patronímicos, de origen catalán, algunos muy extendidos en Castilla 40,
terminan en -iu o -ius )con acento prosódico en la vocal i), grafia que representa, según lo más probable
una articulación con hiato /i, u/: Arderius, Codorniu, Felu, Montoliu, Riu, Rius, Viu. Deben escribirse sin
tilde, por las mismas razones que han sido expuestas a propósito de los nombres Monlau, Masdeu,
Masnou (§ 1.8.3B, 4.°).

F. Palabras monosilábicas.

1.° Los monosílabos dotados do acento de intensidad (para los monosílabos inacentuados, véase el §
1.5.4), con algunas excepciones que veremos después, se escriben sin tilde: ¡ah!, ya, pian (en la locución
pian, piano), vais, guay; fe, pie, cien, diez, ley, buey, fue; ti, muy, ruin 41, Luis; ¡o! interjección (escrita
hoy normalmente oh), no, yo, boj, dos, dio, vio, Dios, voy; ¡uf!, cruz, mus.

2.° Algunas voces presentan dificultades en su delimitación silábica. Esto ocurre con caos (lat. cha.os, del
griego Khá-os), pero la articulación /cá.os/ no afectaria a la acentuación ortográfica (v. subapartado D)
42. Lo mismo ocurre con vaho. La cuestión es más problemática cuando se trata de nombres propios de
persona. Dí-ez, Sá-iz, Sá-inz se acomodan, en estas grafias, a las reglas generales de las palabras llanas.
Pero junto al bisílabo Dí-ez existe el monosílabo Diez, que es el mismo apellido que Dí-ez, pero con
dislocación del acento prosódico, y lo mismo es seguramente posible con Saiz, Sainz y otros nombres
propios de estructura análoga.

3.° Determinados monosílabos, prosódicamente acentuados, los escribimos con tilde para diferenciarlos
de homófonos suyos, también prosódicamente acentuados, que pertenecen a otra categoría o
subcategoría gramatical. Así, los demostrativos sustantivos éste, ése, aquél, y sus femeninos y plurales,
suelen escribirse con tilde, frente a los demostrativos adjetivos este (libro), esa (mujer), etc. Las formas
neutras de estos pronombres, que tienen exclusivamente categoría de pronombres sustantivos, se
escriben siempre sin tilde. Igualmente se suele escribir con tilde el adverbio sólo (= solamente), frente al
adjetivo solo 43. En los casos restantes de dos acentuaciones, la diferencia se establece entre dos voces
homófonas prosódicamente acentuada la una e inacentuada la otra. Así los interrogativos cómo, cuál(es),
cuán, cuándo, cuánto y cúyo (con sus femeninos e plurales), donde, que, quien(es). Además, dé de dar y
de preposición; mí, tú pronombres personales y mi(s), tu(s) pronombres posesivos; sé de saber y ser,
frente al pronombre personal se reflexivo y no reflexivo; si pronombre reflexivo y adverbio de afirmación,
frente a si conjunción, té sustantivo apelativo y te pronombre personal

G. Palabras compuestas.

1.° Los compuestos (exceptuados los que veremos después), cualquiera que sea el número y la
naturaleza prosódica originaria de sus componentes, acentuada o inacentuada, solo poseen un acento
prosódico que afecta al último de sus componentes. El compuesto puede ser agudo, llano o esdrújulo y el
uso de la tilde se ajusta a las reglas generales del acento ortográfico (subapartados A-E). Pero el último
componente lleva a veces una tilde que no es originariamente suya, sino que se explica por la índole
prosódica del compuesto: aguapié (pie, fuera del compuesto), altavoz (voz, fuera del compuesto),
amormío (mio), ganapán (pan), guardahúmo (humo), hazmerreír (reír), maestresala (sala), pisaúva (uva),
pleamar (mar), Piedrahíta (Hita), portaguión (guión), protohistórico (histórico), salvavidas (vidas), sinfin
(fin), sobrehílo (hilo), también (bien), trasdós (dos).

2.° Si el acento de intensidad afecta al penúltimo componente, se omite siempre la tilde que le
correspondería de haberse empleado fuera del compuesto: asimismo (así), penseque (pensé), Piamadre
(pía), Riofrío (río), tiovivo (tío).
3.° Los compuestos españoles formados sobre modelos griegos y latinos o introducidos directamente
como voces cultas, poseen frecuentemente el acento de intensidad en el primer componente (§ 1.5.5b,
3.° y). La tilde recae entonces sobre la sílaba prosódicamente acentuada del primer componente y la
palabra, en estos casos, es siempre esdrújula: írrito, decálogo (v. § 1.5.5b,2.°).

4.° En los compuestos de dos o más adjetivos que se separan unos de otros con guión (§ 1.8.8i), la
escritura mantiene la tilde en cada uno de sus componentes cuando la llevan fuera del compuesto
(Nuevas normas de Prosodia y Ortografia, regla 9.a), pero la presencia de la tilde no es indicio siempre de
que en la pronunciación se haga resaltar el acento prosódico. Hay, por lo menos, vacilación, si se
exceptúa el último componente, que conserva en todos los casos su prosodia normal: cántabro-astur,
histórico-crítico-bibliográfico.

5.° Para el empleo de la tilde en los adverbios en -mente, véanse los §§ 1.;5.6 y 2,4.10. Para los
compuestos con numerales, véanse los §§ 2.9.3e y 2.9.5c.

H. El acento ortográfico de las formas verbales con pronombres personales enclíticos

1.° Estas formaciones poseen un solo acento prosódico: el del verbo (los enclíticos son palabras
inacentuadas). Hay que distinguir dos cuestiones. Por una parte, la presencia o la falta de tilde en el
verbo dentro de la formación con enclíticos, comparada con la acentuación ortográfica del verbo cuando
se emplea sin enclítico. Por otra parte, la configuración ortográfica acentual del grupo con enclíticos, en
relación con las normas generales de la acentuación ortográfica 45. Por lo que se refiere a la primera
cuestión, el verbo conserva en muchos casos su acento ortográfico originario, de una manera constante
en las formaciones del núm. 2.° siguiente. Por lo que se refiere a la segunda cuestión, el acento
ortográfico de las formaciones con enclíticos está siempre de acuerdo con las reglas generales cuando
dicha formación es esdrújula, pero deja de estarlo en algunos casos en que la formación resulta con
acentuación llana (los tres últimos ejemplos del núm. 2.° siguiente) y cuando la formación es
sobresdrújula (algunos ejemplos del núm. 4.°).

2.° Las formas verbales monosilábicas y las formas agudas, seguidas de un solo enclítico, se atienen en
el uso ortográfico de la tilde al mismo régimen que cuando se emplean solas: da-le, fui-me, decid-me,
reír-se, oír-lo, dé-le (del verbo dar), salí-me, partió-se (los verbos con el mismo acento ortográfico que
cuando se emplean solos: da, fui, decid, reír, etc; pero la formación se atiene a las reglas generales del
uso ortográfico solamente en los cinco primeros ejemplos: dale como sale, de estructura silábica
análoga; fuime como fuiste, etc.; en los tres últimos ejemplos, se aparta de las reglas generales: déle
diferente acentuación que la palabra ele - nombre de la letra l -, de estructura silábica análoga; salíme
diferente de sublime, etc.)

3.° Si una forma verbal monosilábica o aguda se agrupa con dos enclíticos, la vocal prosódicamente
acentuada del verbo se escribe siempre con tilde, aunque no lo requiera cuando se emplea sola: dá-se-
lo, dí-me-lo, decíd-nos-lo, pedír-me-la (en contraste con da, di, decid, pedir); partió-se-le, oír-se-lo (de
acuerdo con partió, oír). Todas las formaciones se convierten en "supuestas" palabras esdrújulas.

4.° Si una forma verbal llana o esdrújula 46 se agrupa con uno o más enclíticos (v. la nota 9 del cap. 1.5),
la vocal prosódicamente acentuada del verbo lleva siempre tilde, lo exija o no cuando se emplea sin
enclíticos: hablála-se, mirándo-os, quisiéra-lo, viéra-nos, dába-se-le, hablándo-se-lo, permíta-se-me;
dijéra-se-me-lo (en contraste con hablaba, mirando, quisiera, viera; daba, hablando, permita; dijera).
Pero decía-me, oía-lo, veía-la; decía-me-lo (de acuerdo con las formas verbales empleadas solas: decía,
oía, veía). Todas las formaciones son aqui esdrújulas o sobresdrújulas.

5.° Cuando alguna de estas formaciones se sustantiva, se emplea tilde si la voz resultante es esdrújula,
aunque el verbo no la lleve fuera del compuesto: pésame, pésete. Inversamente, deja de emplearse tilde
si el sustantivo tiene acentuación llana, aunque la lleve la forma verbal cuando se emplea fuera del
compuesto: acabose, cargareme, detente.

6.° Aparecen sometidos a un régimen ortográfico especial los imperativos plurales de los verbos
reflexivos, o en construcción reflexiva, tras de la pérdida de la desinencia -d47. Formas como marcha-os,
detene-os han de emplearse sin tilde, a pesar de que la forma verbal es aguda 48 y de que se agrupa
con un solo enclítico. Pero estos imperativos se igualan así ortográficamente a los nombres terminados
en /éo/, /áo/ de que hemos tratados en el § 1.8.3D, 5.°. Como ellos, y por las razones que se exponen allí
vacilan entre diptongo e hiato, pero un recuento casi exhaustivo, realizado en los setenta primeros tomos
de la Biblioteca de Autores Españoles, da un 80 por 100 de ocurrencias a favor del diptongo (v. nota 37
de este capítulo). Los verbos en -ir llevan tilde: partíos, a causa del hiato.

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