Normalmente se diferencian dos tipos de especiación: la alopátrica y la
simpátrica. La primera ocurre cuando una población queda divida en dos subpoblaciones de forma que se quedan totalmente aisladas, mientras que la segunda se produce sin que existan barreras geográficas, es decir, estas barreras pueden ecológicas o etológicas. Este tipo de especiación es muy rara, pero por fin tenemos un claro ejemplo en Tetrápodos.
El pasado noviembre apareció un artículo en PNAS sobre el paíño de Madeira
(Oceanodroma castro). Esta ave se distribuye por el Atlántico Noreste, las Islas Galápagos y Japón, y, además, cría tanto en invierno como en verano, y se ha demostrado que los ejemplares que crían en estaciones distintas nunca se cruzan entre ellos. Esto ha desembocado en diferencias genéticas (por simple deriva), morfológicas (obviamente debido a lo anterior), ecológicas (las comunidades piscícolas cambian a lo largo del año), etológicas y fenológicas (el comportamiento vendrá determinado por condiciones ambientales distintas) que según los autores del trabajo son lo suficientemente importantes como para considerarse especies distintas.