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IPA-REV
1 INFORME
P
y
ENPERMEDADES Y ENEMIGOS
DE LAS PLANTAS CULTIVADAS
x BL
PARAGUAY
Por ei Doctor MOISES S
BERTONI
ENFERMEDADES DE LA VID
Hace ahora cerca de dos afios, cortié con insistencia la voz de
: haber aparecido la filoxera en el pais. La facililad oxcesiva con
{ue se introducen plantas del extranjero sin averiguacién de ninguna
clase, daba 4 la noticia algunos visos de probabilidad, yo mismo,
hace como seis afios, hice presente al H. Consejo de Agricultura é
Tndustrias y por la prensa, el peligro de introducir el temible ene-
migo, si no se tomaban medidas preventivas, de las cuales la mis
-corriente es la institucién de una oficina de inspeccién de plautas
y semillas que se introfluzean del extranjero.
En eso, tnve.@l honor de recibir la comunicacién 13 de Noviem-
bre de 1900 @e ese Ministerio, ordenando un informe exacto al
respecto, Desile entonces me dispuse 4 practiear de una mrdiera
.. tmet6dica las avetiguaciones necesarias para informar con conocimien-
to acabadofen tan grave asunto.
Me pertbitiré omitin, por brevedad, Sefior Ministro, el detalie de
y esas averignaciones, que. siempre estaré, por lo demas; 4 las Ordenes
dé S. B. Los primeros estitdios, practicados en pleno verano 1900-
ag 1901, sobre todo 4 fines de Diciembre, no me dieron resultados
Ainitivos. En los dos vifiedos donde se habja sdecarrollado cona
mayor intensidad uma enfermedad que se sospechaba ser la filoxera,
hallé en efecto, en las rafces de las plantas muertas 6 atacadas,
tnberenlizaciones y lesiones que tenfan todo el aspecto de las que
presenta esa terrible plaga; pero no hallé el insecto. Debido pro-
bablemente 4 la estacién, los tubérenlos estaban vacios y s6lo en
unos pocos hiallé un vermes nemétodo, que no me llam6 entonces
mayormente la atencién, pues de tales verines tenemos varias espe-
cies cuya presencia se nota en las heridas y putrefacciones de las
plantas como consecuencia, né como causa.
Durante el invierno practiqué otras averiguaciones y las extendi
4 un tercer vifledo, cuyo propictario me habia anunciado también
la presencia de una enfermetlad por él desconocida. Condiciones de
estacién mas favorables permitiéronme entonces descubrir la causa
del mal y la naturaleza verdadera de la enfermedad: se trataba
precisamente de un vermes nemftodo, y era 61 conocido bajo el
nombre de Helerodera radicicola, y vulgarmente de Anguilala.
Gusanillo muy pequeflo, que escapa facilmente 4 la inspeccién
practicada por personas no habituadas; este animal produce en efec-
to lesiones parecidas 4 las de Ia filoxera y esto explica el orijen
de la noticia.
La enfermedad que produce, aun distando muchisimo de ser tan
grave como aquella, no deja de ser temible y causar perjuicios de
consideraci6n, especialmente cuando los medios de combatirla resul-
tan costosos como aqui. Felizmente, una vez reconocida, es relati-
yamente facil prevenir su propagacién, pues no tratindose de ani-
mal alado 6 muy andariego, sino de esencialmente sedentario, su
pasaje de un foco -infectado 4 una plantacién sana es debido jene-
ralmente 4 la ignorancia 6 imprudencia de los agricultores.
Datos algo vagos, pero constituyendo siempre indicios concomi-
tantés, me hacen creer que la enfermedad ha sido introducida de
la R. Argentina, sobre barbados, hara préximamente unos cuatro
afios, Hn ese pais, iné descubierta primeramente en Gérdoba por
el Dr. Adolfo Doering, en 1891; posteriormente, su existencia fué
probada on San Juan por el Sr. D. L. Simois, y en la provincia de
Buenos Aires por el Tug. Agron. José M. Huergo (b.), que también
la hallé en las de “8ntre Rios y Mendoza y en la de Bueno Aires
hasta Bahia Blanca. .309 —
Siendo asf, si se continfia introduciendo plantas y barbados de
la R. Argentina sin inspeecién, se irén seguramente formando en
este pafs nuevos focos de infeccién y con algunos afios mis todo
el pais estard mAs 6 menos infestado; con la circunstancia de que
aqui Imeve més que en la vecina reptiblica, lo que ba de favore-
cer grandemente el desarrollo de ese plaga, detenida durante estos
liltimos afios de Iuvias escasas, en sus focos, cercanos de esta ciudad.
Hs de notar que esta plaga ataca 4 varias otras plantas cultiva-
das. En Europa (de donde es originaria) ataca 4 varias gramineas,
4 las coles, 4 la remolacha dulce, ete. El Dr. Doering la hallé so-
bre el durazno, Por mi parte, la hallé aqui sobre el tomate, con
carfcter de suma gravedad; una plantacién de esta especie fué com-
pletamente destruida y las raices que me enviaron para el andlisis
ho dejaban Ingar 4 dudas sobre la causa. Ademés, no puedo, por
ahora, excluir Ja probabilidad de que ataque al cafeto; su modo de
ser, su biolojfa y sus caracteres son tan parecidos 4 los de la espe-
cie (Heterodera exigna 6 Meloidogyne) descubierta por el Dr. Goeldi,
en el Brasil, sobre cafetales por esta plaga casi destruidos, que
me parece muy probable que la especie que recién nos ha visitado
también pueda dafiar 4 los cafetales.
Las otras enfermedades de la vid que he podido observar hasta
ahora en este pais, gon:
28 La erinosis, enfermedad causada por el acérido Briophyes
vitis. La observé en todos los viftedos y se desarrolla mas 6 me.
nos todos los afios. Pero la erinosis, poco grave en la zona tem:
plada, es apenas una enfermedad en nuestro clima; hasta ahora no
he podido notar caso en que hubiese afectado sensiblemente la
produccién 6 la vejetacion.
3.° El Oidiwm. Bs la misma especie (O. Tuckerii) conocida en
todos los paises que cultivan la vid, y aqui se presenta con los
mismos caracteres biol6jicos. No es enfermedad destrnctora, cuando
se persiga debidamente, pero exije uno 6 dos aznfrados. No me
consta que se haya manifestado con mucha intensidad y por otra
parte, me parece que nuestro clima, con la intensidad de sus rayos
solares, no le es favorable.
4° La antracnosis, quo se ha mostrado desde algunos afios, es-
pecialmente (tal ver ‘inicaments) sobre cepas de reeiente introduceién