Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
10
LA CONSERVACIÓN DE LA MEMORIA HUMANA.
DE LA PINTURA RUPESTRE AL TEXTO IMPRESO
Antonio García Megía – Maestro, Doctor en Filología Hispánica
angarmegia@angarmegia.com
naturales altibajos de la historia, las épocas de apogeo y decadencia que los positivistas
consideran como ciclos naturales de la experiencia humana [OLIVA, JUAN. 2004:175].
Alrededor del 3200, adquieren gran preponderancia varias ciudades del país de
sumeria, aparte de las citadas Ur y Uruk, crecen Eridu, Lagash y Umma, todas con
rango de ciudad-estado, bajo el mando absoluto de un jefe llamado Ensag, Patesi,
vicario de dios, o Lugal, el Grande. Cercanas al mar, su importante actividad
económica las hace evolucionar hacia un sistema político monárquico que se impone
con la supremacía de Lagash, cuyo rey Urukagina, rey de Lagash y Sumeria, es autor
del primer código jurídico que se conoce, allá por el año 2360. Su gran rival Lugal-
Zaggisi, engang de Umma, después de destruir Lagahs, unifica el territorio
estableciéndose en Uruk. La lenta infiltración de gentes de origen semita vivida durante
largo tiempo, termina, al cabo de un cuarto de siglo, con la derrota de Lugal-Zaggisi
ante los arcos, flechas y venablos, muy ágiles frente a las pesadas lanza y escudos
sumerios, que portan los soldados de Sargon I, que inicia el periodo acadio y cuyo
sucesor Naran-Sin, se autodenominó Señor de las Cuatro Partes del Mundo por
dominar Sumer, Akad, Amurru y Subarru (Asiria). Las invasiones se suceden, las
ciudades son destruidas y reconstruidas una y otra vez a lo largo de casi dos milenios.
Elamitas, asirios, babilonios y hurritas, tienen su momento de esplendor y dejan su
impronta y huella en la escritura.
En la suma de pueblos y culturas que es la ciudad-estado sumeria, interesa
preservar, ante todo, la posesión y dominio del dios de la ciudad sobre la tierra y sus
frutos. El templo, lugar donde se almacenan sus bienes, tiene, por ello más necesidad
que nadie de una marca distintiva que los ponga a salvo de la malversación.
¿Qué marca debía ser ésta? El dueño era en primer lugar un dios, un miembro de la
jerarquía celestial: en segundo lugar era un dios individual que llevaba un nombre
individual y estaba en posesión de atributos especiales; en tercer término era el dios de
la ciudad-estado que, como tal, se identificaba con él; en esta última capacidad era el
dueño de los bienes que se almacenaban en los depósitos urbanos. Marcar sus bienes
como simplemente la propiedad de un dios, como propiedad divina, apenas era una
solución, pues los bienes eran del dios, no en virtud de su personalidad, sino por sus
derechos de señorío. Consiguientemente, en las impresiones de sellos del período
preliterario que proceden sin duda del depósito de templos, vemos símbolos pictóricos
convencionales que pueden ser reconocidos como los prototipos de esos signos que en
tiempos posteriores representaron los nombres de las ciudades. La puerta de un edificio,
o una torre, representa el templo, que, puesto que el dios es rey, constituye el verdadero
corazón de la ciudad; coronemos esto con el sol naciente y tendremos Larsa, ud.unu.hi,
“la morada del sol”; con el lucero de la tarde y tendremos Uruk; con una serpiente y
tendremos Der; el reconocido símbolo del dios hacía que el significado del pictograma
fuera evidente para cualquiera y era fácil de dibujar [WOOLEY, LEONARD. 1979:496].
11
LA CONSERVACIÓN DE LA MEMORIA HUMANA.
DE LA PINTURA RUPESTRE AL TEXTO IMPRESO
Antonio García Megía – Maestro, Doctor en Filología Hispánica
angarmegia@angarmegia.com
Pictográfico en su origen, deriva hacia formas ideográficas, primero, y
logográficas y silábicas, después. Aunque se genera a fines del IV milenio, no quedó
fijado sino hacia el 2800 a. C. Usado por muchas culturas y lenguas, sólo fue
abandonado con la implantación de los alfabetos.
Muy limitado, acude al jeroglífico para escribir antropónimos mediante objetos
cuyo nombre es igual o similar, lo cual significa un paso importante hacia los métodos
fonéticos. Eso es posible porque el lenguaje sumerio era fundamentalmente
monosilábico y bilítero, por lo que sus signos vienen a significar casi siempre sílabas.
Recurre a los ideogramas para aclarar las ambigüedades generadas por las palabras
homófonas cuyo sentido real especifican. A su vez cada signo tiene valor polifónico, es
decir puede hacer referencia a amplios campos semánticos y, en consecuencia, tiene
varias lecturas posibles (luz, sol, día…).
A lo largo del III milenio el trazo se hace más cursivo, desaparecen las curvas,
menos definidas en la arcilla, y el sentido de la escritura, en principio en columna y de
12
LA CONSERVACIÓN DE LA MEMORIA HUMANA.
DE LA PINTURA RUPESTRE AL TEXTO IMPRESO
Antonio García Megía – Maestro, Doctor en Filología Hispánica
angarmegia@angarmegia.com
arriba hacia abajo, toma la dirección izquierda-derecha, sin separación entre palabras.
Los ideogramas se transforman en dibujos lineales convencionales.
El sistema clásico de escritura cuneiforme es muy complejo. En su origen
contaba con unos novecientos signos y nunca bajó de cuatrocientos. Los pictogramas se
reservan para palabras frecuentes y los grafemas para los valores fonéticos con que se
construyen el resto de las palabras. Pervive hasta el siglo I y, además del sumerio, se
aplica para escribir babilonio, asirio, hitita, luwita, hurrita y urartio [FATÁS, G. 2005].
La preocupación matemática de los babilonios, a diferencia de la egipcia que se
decanta por la aritmética, es el álgebra. Toman de sus predecesores sumerios un sistema
de numeración sexagesimal que funciona muy bien en el campo de los números enteros
y fraccionarios. Se vale de dos signos básicamente que tienen el valor que le otorga la
posición:
Paralelamente, desde el año 3000 a. C., en la ribera del Nilo los egipcios utilizan
un tipo de escritura conocida como jeroglífica, que en griego significa escritura
sagrada. Aunque, efectivamente, está presente en toda referencia religiosa, también
recogen textos sobre otros aspectos de la vida civil y cultural.
Para el egipcio imagen y jeroglífico, fueron siempre inseparables, aún cuando, al
perfeccionarse, la escritura jeroglífica se hiciera silábica y sus signos adquirieran valor
fonético. Durante los tres milenios que estuvo en uso el jeroglífico fue la base de la
escritura monumental debido a la belleza de sus grafías. Otras escrituras más estilizadas,
la hierática y la demótica, evolucionaron para ser utilizadas en tareas administrativas
sobre papiros o tablillas de madera.
Hasta la segunda mitad de siglo XX la civilización egipcia en sus aspectos
productivos, organizativos y organizativos, incluyendo su escritura, se han explicado
teniendo como referencia la realidad Mesopotámica considerándola causa directa o,
cuando menos, trasfondo inspirador. La explicación hay que buscarla en la diferencia de
restos arqueológicos conocidos de una y otra área geográfica. Pero la perspectiva
cambia cuando, en la década de los sesenta, se intensifica el análisis de los yacimientos
egipcios.
13
LA CONSERVACIÓN DE LA MEMORIA HUMANA.
DE LA PINTURA RUPESTRE AL TEXTO IMPRESO
Antonio García Megía – Maestro, Doctor en Filología Hispánica
angarmegia@angarmegia.com
sistema y otro) y signos fonéticos, pero mientras en el egipcio, los primeros son
esenciales y los segundos conceptualmente no son más que apoyos de lectura de los
primeros […], en cuneiforme el uso de los signos logográficos es muy restringido
[CERVELLÓ AUTUORI, JOSEP. 2005:220-221].
Ysdfkd
Contempla tres tipos de grafías: fonogramas, que representan un sonido o una
serie de sonidos, no un significado, siempre son consonánticos, y significan uno
(unilíteros), dos (bilíteros), tres (trilíteros) o cuatro (cuadrilíteros) de ellos; ideogramas
que corresponden a una palabra y pueden ser verdaderos pictogramas; y determinativos,
sin valor fonético, ubicados normalmente al final de una palabra para indicar la clase
semántica a la cual pertenece el grafo y especificar el contenido cuando tiene varios
significados. Por ejemplo:
8 = “piernas”, “desplazamiento”
Algunos signos sólo pueden pertenecer a una de estas categorías, pero otros pueden
funcionar como dos o incluso tres de ellas. La raya vertical indica que un signo no es
fonético, sino que debe interpretarse en su significado real como palabra.
En ocasiones, algunos símbolos bilíteros, trilíteros y cuatrilíteros están
complementados por otros signos monolíteros. Estos reiteran fonemas ya incluidos en el
signo junto al que van y no se transliteran. Como consecuencia de la utilización de
complementos fonéticos resulta que una misma palabra puede ser escrita de diferentes
formas usando un número u otro signo en función del gusto del escriba o, muchas veces,
del espacio disponible. A pesar de la utilización de los complementos fonéticos, los
egipcios no alcanzan el escalón superior de reemplazar símbolos de sentido por
elementos de sonido y durante los siglos de su dilatada historia su escritura siguió
siendo esencialmente una escritura pictográfica reforzada con símbolos de sonidos.
El juego con las proporciones y la direccionalidad son otra peculiaridad escritura
egipcia y está enraizado con su, también, innegable función decorativa. La proporción
del dibujo no se corresponde con la realidad (un escarabajo puede aparecer de mayor
tamaño que un elefante). Los signos se disponen en el interior de un cuadrado
imaginario que segmenta la superficie disponible, ahorrando espacio, no deja espacios
14
LA CONSERVACIÓN DE LA MEMORIA HUMANA.
DE LA PINTURA RUPESTRE AL TEXTO IMPRESO
Antonio García Megía – Maestro, Doctor en Filología Hispánica
angarmegia@angarmegia.com
15
LA CONSERVACIÓN DE LA MEMORIA HUMANA.
DE LA PINTURA RUPESTRE AL TEXTO IMPRESO
Antonio García Megía – Maestro, Doctor en Filología Hispánica
angarmegia@angarmegia.com
funerarios de todas las épocas, las constantes alusiones a ciudades de Egipto configuran
una geografía, entre real y simbólica, vinculada a las divinidades que intervienen en los
procesos de transición al más allá; en todos los sepulcros decorados con inscripciones,
de reyes y de particulares, el nombre propio del difunto ocupa un lugar destacado, a
veces repetido hasta la saciedad. La finalidad de todas estas imágenes y menciones es
realizativa, mágica: su mera existencia en el sepulcro asegura el aprovisionamiento de
vituallas y la continuidad de la vida del difunto en el más allá. No hay ninguna razón
para dar a las cifras y a los nombres de fincas y de ciudades de las inscripciones […] un
sentido administrativo, tanto más cuanto que el contexto no lo autoriza. En conclusión,
la escritura nace en Egipto como una prerrogativa regia, en un contexto exclusivamente
real, y con una finalidad mágica relacionada con la resurrección y la vida en el más allá
del rey difunto [CERVELLÓ AUTUORI, JOSEP. 2005:228].
16
LA CONSERVACIÓN DE LA MEMORIA HUMANA.
DE LA PINTURA RUPESTRE AL TEXTO IMPRESO
Antonio García Megía – Maestro, Doctor en Filología Hispánica
angarmegia@angarmegia.com
= =
Se escribe con pincel o pluma de junco, sobre papiro, arcilla o superficies
planas de piedra caliza.
Hacia el siglo VIII a. C. Se introduce una forma de escritura todavía más rápida,
la demótica.
Sin embargo, ninguna de las formas cursivas llega a modificar las bases de la
estructura representativa de la escritura egipcia. De hecho, sistema perdurará por su
especial adaptación al idioma que refleja. Lejos de ser simplificado con el paso del
tiempo, la necesidad de aclarar la expresión para evitar ambigüedades le encamina hacia
una complicación progresiva. No obstante la forma jeroglífica pudo inspirar a otros
pueblos para alcanzar una escritura propia. Ejemplo de ello son las jeroglíficas cretense
e hitita.
La notación numérica está encaminada a facilitar el uso de las matemáticas en la
resolución de problemas cotidianos. Estructuran un sistema de base diez con signos
separados para la unidad y cada una de las potencias de diez, sin utilización del cero. No
existe el concepto de múltiplo por lo que las cifras se construyen repitiendo un signo el
número necesario de veces:
=1 =3 =5
=10 = 20 = 30
= 100 = 200 =300
= 232
(Leer de derecha a izquierda)
17
LA CONSERVACIÓN DE LA MEMORIA HUMANA.
DE LA PINTURA RUPESTRE AL TEXTO IMPRESO
Antonio García Megía – Maestro, Doctor en Filología Hispánica
angarmegia@angarmegia.com
Estado únicos, pero revela aspectos comunes de una sociedad a la cual pertenecieron en
un momento de su historia los pueblos europeos e iranios modernos. […] Su dispersión
se produjo, tomando como probable punto de partida la región de los llanos
comprendida entre el Bajo Volga y el Dniéper, de la manera siguiente: 1º. Por la
Tracia, Iliria y el Danubio, hacia el sur y el oeste; los italoceltas se dirigieron hacia la
llanura del Po, Europa Central y la Galia […]. En esta época, los jonios, primera oleada
de los aqueos, descienden hacia Tesalia, Grecia, el Peloponeso, desde donde lanzan
sobre Creta la fructuosa incursión de 1750, que da fin al periodo de los primeros
palacios. 2º. También desde Tracia, pero por el Bósforo o las llanuras de Suban al pie
del Cáucaso, los indoiranios se dirigen hacia el sureste, la Bactrian y el Indo,
antepasados de los medos y los persas de la época clásica. 3º. Finalmente, en el centro,
después de franquear el Bósforo y destruido Troya II, los hititas se establecen en el
corazón de Asia Menor y, quebrantando a su paso a los asiáticos, desencadenan en
Mesopotamia la invasión de los casitas y en Egipto la de los hicsos [PETIT, PAUL.
1971:37-38].
18
LA CONSERVACIÓN DE LA MEMORIA HUMANA.
DE LA PINTURA RUPESTRE AL TEXTO IMPRESO
Antonio García Megía – Maestro, Doctor en Filología Hispánica
angarmegia@angarmegia.com
19
Angarmegia: Ciencia, Cultura y Educación
Portal de Investigación y Docencia
http://angarmegia.com
Contacto: angarmegia@angarmegia.com