Está en la página 1de 1

Inspirado en Pandora, de Waterhouse

Se acerc a esa caja, esa caja que tanto deseaba desde hace tiempo. Su paso, cada vez ms cansado, se iba volviendo ciertamente lastimero. Recordaba, todas las cosas y personas que haba perdido en su viaje. Vale la pena ? se deca Pandora. Se par a escasos centmetros de la caja y se arrodill, con los talones abatidos y la boca seca. Qu esperaba encontrar detrs de esa caja ? La eterna juventud ? La inmortalidad ? O quizs, en esos momentos, solo quera que todo fuera un sueo, o ms bien una pesadilla... Ya que estaba all, tan cerca de la resplandeciente caja, tena que abrirla. Roz con suavidad la cerradura de la caja, como si fuera la mejilla de un beb recin nacido, despus la golpe como si fuera la mejilla de un esperado enemigo. Se preguntaba qu haba hecho con su vida... Y llor, llor como tanto tiempo llevaba queriendo hacer. Se haba engaado, haba credo en leyendas estpidas y haba dejado atrs todo lo que quera... Se alej de esos pensamientos, y poco a poco, como si le fuera la vida en ello, abri, milmetro a milmetro, esa caja. Antes le habl a la caja como si estuviera hablando con sus compaeros, con cada piedra que haba pisado hasta llegar hasta la caja, con cada mota de aire que haba respirado, con cada persona que le haba tomado por loca, con cada ser, cosa o existencia, que haba menospreciado... Y, con sus ltimas fuerzas, entreabri la caja... Estaba vaca, como Pandora. Lo haba perdido todo, todo lo que anhelaba, toda la riqueza que ella crea tener, se haban esfumado. Se gir. Se fue incorporando poco a poco, hasta parecer un ovillo de lana. Ella, la princesa Pandora, la fuerte, la soberana, la magnfica se senta ms dbil que nunca. Se senta como muerta... y eso era, porque lo estaba. Laura Morillo, 1E

También podría gustarte